Llegó a superar los 2.000 dólares

El furor que se ha desatado por el oro este año ha hecho que su precio se haya revalorizado más de un 30% durante estos meses, hasta llegar a superar la barrera psicológica de los 2.000 dólares el pasado 6 de agosto, situándose exactamente en los 2.051 dólares por onza. Esta subida ha estado justificada por el batacazo de las bolsas a mediados de marzo, cuando se produjo el covidcrash, y la búsqueda de refugio en la deuda, como los bonos norteamericanos, que se mantienen como unos de los activos más rentables, y el metal dorado.

Encuesta de Bank of America

La encuesta de gestores de Bank of America de agosto ha fortalecido la creencia de que el recorrido alcista de la bolsa no es un mero espejismo, sino una tendencia que va a continuar, incluso a fortalecer en Europa, a tenor de la asignación de activos en cartera. Al menos es lo que piensan el 46% de los encuestados, seis puntos porcentuales más que en el sondeo de julio, cuando el porcentaje de los que consideraban que nos adentrábamos en un mercado bajista era mayor (un 47% entonces frente a un 35% ahora).

Es un lugar común que el value investing o inversión en valor requiere de tiempo y paciencia para que fructifiquen los resultados, como siempre subraya Francisco García Paramés, el presidente y fundador de Cobas Asset Management, el padre de los seguidores de esta estrategia en España. Pero este transcurrir del tiempo no siempre cuenta con la templanza necesaria por parte de los inversores, que pueden asustarse ante caídas de los mercados como las vividas en marzo de este año y necesitan un período de transición, teniendo en cuenta que por ejemplo Cobas Internacional, uno de los buques insignia de la gestora de Paramés, sufre una caída del 45% desde su lanzamiento hace más de tres años.

MERCADOS

Las siglas ESG (del inglés Environmental, Social and Governance) se han convertido en un poderoso imán de atracción de inversores. Y esta tendencia, lejos de aminorarse en un año marcado por la pandemia del Covid 19, se está acentuando más si cabe, en medio de la preocupación por el cambio climático.

La gestión pasiva ha dejado de ser una parte residual de las carteras para convertirse en un elemento central sobre el que se construyen ya gran parte de las estrategias de inversión. Y en España, aunque el inversor minorista tiene acceso a la compra de diversos fondos cotizados o indexados pero sin beneficiarse del peaje fiscal en el traspaso con otras instituciones de inversión colectiva, el apetito por este tipo de productos se ha incrementado considerablemente en los últimos años, hasta el punto de que los ETF y los fondos pegados a un índice representan ya un 23,4% del total de activos bajo gestión de las gestoras internacionales que comercializan sus fondos en España, del que un 20% se encuentra en manos de grandes firmas como BlackRock, Amundi, DWS, Invesco, UBS y Pictet.

A lo largo del año el primer puesto de la Liga española de la Gestión Activa de elEconomista parecía un duelo entre dos, Gesconsult y Metagestión, pero desde hace varias semanas hay un tercero que se ha ido afianzando como líder de la clasificación de los fondos de bolsa española más descorrelacionados del índice. Se trata de Caja Ingenieros Iberian Equity, gestionado por Didac Pérez, que se sitúa en primer lugar con una caída del 13,71%, muy por debajo de la pérdida media del 24,74% que acumula el grupo de esta Liga, y a escasa distancia, apenas 47 puntos básicos, de su más directo competidor, Gesconsult Renta Variable, y un poco más alejado del Metavalor, que cae un 16,34% en el año, según los datos de Morningstar a 11 de agosto.

Los fondos con objetivo de rentabilidad se han vuelto a convertir en el mejor gancho comercial de las entidades financieras para captar a los ahorradores más ultraconservadores. Este tipo de cliente no encuentra ya una alternativa como existía antes con los depósitos y tampoco termina de asimilar la necesidad de asumir más riesgo y ampliar su horizonte temporal para obtener una remuneración adecuada por su dinero. Razón por la que los bancos han impulsado la comercialización de este tipo de fondos, que se construyen de manera parecida a los garantizados pero sin tener la obligación de devolver la inversión inicial como mínimo.

Es la renta fija que peor se comporta en el año

La escalada que está protagonizando el S&P 500, que ya gana casi un 5% en el año y se acerca a máximos históricos seis meses después, al tiempo que las bolsas europeas se recuperan de las fuertes caídas sufridas desde marzo y recortan sus pérdidas, ha empujado a los inversores a salir de los refugios que habían encontrado en el oro y algunos activos de renta fija, con la deuda pública norteamericana entre los más importantes.

Las empresas del sector automovilístico han pisado el acelerador e intentan recuperar el terreno perdido, en un semestre marcado por la paralización de la producción industrial y de las cadenas de distribución globales. Ya es uno de los sectores que más sube en Europa en lo que va de mes -solo por detrás de las firmas de viajes y ocio-, con un ascenso del 11%, recortando las pérdidas en el año al 17%.