La imposibilidad de los fondos de inversión españoles para realizar el préstamo de valores está mermando la capacidad de añadir rentabilidad extra a los partícipes a largo plazo o, expresado de otra manera, de reducir el coste de los productos, lo que también repercute en el rendimiento final.

La onda expansiva de la caída en desgracia de Silicon Valley Bank (SVB) primero y de Credit Suisse después ha detraído de un plumazo la mitad de las ganancias que acumulaban en el año los fondos de la Liga Global de elEconomista.es, compuesta por los 259 productos de renta variable internacional más descorrelacionados de su índice de referencia. Si hasta el pasado 8 de marzo, justo un día antes de la debacle del banco norteamericano, estos productos cosechaban de media un 6,79%, este rendimiento se ha reducido hasta el 2,91% el pasado lunes 20 de marzo (último día de corte para todos los fondos de la clasificación). Una pérdida que va a ser mayor según se actualice el dato de rentabilidad y se recoja el impacto del temor que ha despertado ahora también Deutsche Bank.

La compra forzada de Credit Suisse por parte de UBS ha vuelto a poner en el escaparate a la banca privada suiza. Aunque se suele asociar generalmente con la gestión de grandes patrimonios, lo cierto es que muchas de estas firmas cuentan con un potente negocio de gestión de activos, que abarca desde la gestión pasiva hasta activos alternativos, y distribuyen sus productos a terceros clientes, entre los que se encuentran numerosos inversores profesionales. De hecho, una firma como Pictet, que se sitúa muy por debajo en volumen patrimonial de banca privada respecto a sus competidores en España, en el segmento de fondos de inversión es uno de los líderes del mercado español, con 8.514 millones de euros en activos bajo gestión, según los últimos datos de Inverco, de los que el 45% son de clientes institucionales. Focalizarse en productos temáticos, entre otros, ha permitido a la gestora de Pictet alcanzar este volumen patrimonial, que supera incluso al de UBS, que cuenta con 3.636,4 millones, y Credit Suisse en España.

Los fondos de deuda subordinada han sufrido en carne propia la debacle provocada por la caída en desgracia de Credit Suisse. Esta clase de vehículos invierten en deuda híbrida corporativa, donde los ya famosos CoCos o bonos convertibles contingentes de las entidades financieras tienen un papel protagonista. Hasta el pasado viernes 17 de marzo experimentaban una rebaja en el año del 1,74% de media en su valor liquidativo, según datos de Morningstar, pero bastó un día hábil para que profundizaran sus pérdidas 231 puntos básicos, hasta sufrir una caída del 4,05% de media, con datos hasta este lunes, aumentando el derrumbe del 11,65% que vivieron el año pasado, aunque todavía ofrecen un 1,95% anualizado a tres años. Y es probable que las pérdidas aumenten a medida que se vayan actualizando los datos de este tipo de fondos.

La adquisición forzada de Credit Suisse por parte de UBS va a convertir a la entidad, presidida por Colm Kelleher, en un importante actor global en el mundo de la gestión de activos, al colocarse en el top ten de las firmas mundiales. UBS ya ostentaba una posición preponderante, al colocarse en undécima posición del ranking que elabora anualmente Thinking Ahead Institute, de la consultora WTW, con 2,12 billones de dólares de volumen patrimonial, según la clasificación del año pasado, en el que se analizan las 500 mayores gestoras globales. Pero si a esta cifra se unen los 0,57 billones que ostentaba Credit Suisse, la firma resultante se convertiría en la octava gestora de activos del mundo, por delante de gigantes del sector como Goldman Sachs, BNY Mellon o Amundi. Y muy cerca de firmas como Capital Group o Allianz.

Si alguien se imagina la oficina de una gestora llena de pantallas de Bloomberg y otras terminales de datos, se quedaría perplejo al entrar en Magallanes Value Investors, porque se aleja demasiado del estereotipo de una firma de inversión. De hecho, es un lugar que puede parecer hasta demasiado austero y pequeño, aunque acogedor. Quizá sean estas las cualidades que mejor definen a la firma fundada por Iván Martín y Blanca Hernández, que cumplirá en 2024 su décimo aniversario con la sensación de haber sido pioneros en lo que otras gestoras terminarían aplicando más tarde: fue la primera en cerrar un fondo, el Microcaps Europa, al alcanzar su capacidad máxima; también fueron los primeros en proporcionar el alta digital y en no aplicar un mínimo de inversión ni cobrar comisión de reembolso, para facilitar la relación con el partícipe, o mejor dicho, el cliente.

Cartesio es una de las gestoras que, gracias a la consistencia del rendimiento de sus fondos se ha hecho un hueco importante entre los inversores en los últimos casi veinte años, con 650 millones de euros de volumen patrimonial y 1.500 partícipes. El premio de Morningstar España a Cartesio Equity R, la réplica en Luxemburgo de Cartesio Y, como mejor fondo mixto en euros es buena prueba de ello, al ofrecer una rentabilidad anualizada desde su creación en 2004 del 4,94%. Fundada por Juan Antonio Bertrán, Cayetano Cornet y Álvaro Martín, la firma ha permanecido fiel a su estilo de gestión, centrado en preservar el capital de la inflación sin renunciar a la rentabilidad, y creen que el contexto actual es uno de los mejores momentos para invertir.

El fondo gestionado por Lola Solana, Santander Small Caps España, cae doce puestos en la Liga de la gestión activa de elEconomista.es desde la última revisión, hace quince días. Gana en el año un 10% de rentabilidad, lo que le permite resarcirse de la caída del 13,70% del año pasado. Este vehículo es el segundo con mayor volumen patrimonial entre los de su categoría, con 304 millones de euros, solo por detrás del Santander Acciones Españolas, su hermano mayor, que ya supera por poco los mil millones de euros en activos bajo gestión.

Los premios Morningstar España, de los que elEconomista.es es colaborador, han servido para destacar el buen hacer de tres gestoras nacionales en distintas categorías. Cartesio Equity R, la versión en Luxemburgo del histórico Cartesio Y, ha ganado en la categoría de mejor fondo mixto en euros, mientras que Mutuactivos se ha llevado el galardón de mejor fondo de renta variable española con Mutuafondo España, donde han quedado finalistas GCO Acciones, de Catalana Occidente, y Magallanes Iberian Equity M, que el año pasado se llevó premio. Magallanes Value Investors, la firma fundada por Blanca Hernández e Iván Martín, se ha alzado como la mejor gestora global.

La gestión alternativa se ha convertido en un objetivo estratégico de las bancas privadas españolas y las gestoras internacionales no quieren quedarse atrás en esta carrera, una vez que la normativa permite ahora el acceso al cliente minorista a partir de 10.000 euros con determinadas condiciones.