La espiral endiablada en la que ha entrado el conflicto arancelario entre EEUU y China sitúa en un grave riesgo al 40% del comercio mundial de mercancías y, con ello, las cadenas globales de valor de las cuales la UE (y también España) son especialmente dependientes por su grado de apertura comercial. Hasta dónde pueden llegar ambos bloques es incierto, pero un vistazo sencillo a la Historia y el análisis económico genera altas probabilidades de que tengamos una guerra de desgaste tanto en el terreno arancelario como el que afecta a las inversiones y un más que posible pacto final entre los dos gigantes aunque con un alto coste para la economía global y sin ninguna garantía de estabilidad a largo plazo.

Los mitos en Economía son muertos que vuelven frecuentemente a la vida para después, cuando se constata su fracaso, volver a ser enterrados. No es muy difícil aplicar esta frase a lo que veremos en los próximos meses y años con la política proteccionista más radical desde la crisis de los 70. Precisamente, si hace 3 años nos referíamos en estas mismas páginas de elEconomista que las grandes crisis inflacionistas suelen tener dos olas, que entre mediados de 2021 y finales de 2023 habíamos visto la primera y que habría otro factor, posiblemente geopolítico, que encendería la chispa de la segunda ola, es muy probable que lo hayamos encontrado.

La decisión deliberada por parte de Hacienda de hacer pagar IRPF a los trabajadores que ganan el SMI es, ante todo, injusto e inmoral. Pero no es una injusticia o inmoralidad menor que haber extraído entre 16.000 y 18.000 millones de euros de todos los salarios en los últimos tres años gracias a la inflación (partiendo de un análisis reciente del Banco de España sobre la progresividad en frío) o la subida de las cotizaciones a la Seguridad Social, incrementando el coste laboral total y, por tanto, lastrando el margen de maniobra de las empresas para subir los salarios.

El Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas a la memoria de Alfred Nobel de 2024 es, probablemente, uno de los más esperados (y más "anunciados") de las últimas dos décadas. El jurado de los Nobel ha girado de nuevo hacia los temas de crecimiento económico y ha elegido un ámbito que ya fue premiado en varias ocasiones en el pasado: el papel de las instituciones, sean formales o informales, a la hora de que los países sostengan un crecimiento y desarrollo económico prolongado en el tiempo.

Pocos nombres propios siguen causando un gran impacto todavía hoy, especialmente en España, como el del recién fallecido Wolfgang Schäuble. Para la generación de economistas que somos producto de la crisis de 2008, Schäuble es un personaje trascendental, tanto en la gestión de la crisis de deuda que comienza en 2010, como la reafirmación de la necesidad de que haya reglas en la Eurozona y, aun más importante, que éstas se cumplan.

La victoria de Javier Milei en las recientes elecciones presidenciales argentinas marca un hito económico de primera magnitud tanto para el país como para la región. Más allá de las percepciones y consideraciones ampliamente desarrolladas en los últimos días sobre su perfil ideológico, parece evidente que el nuevo presidente pretende cambiar los fundamentos del actual sistema económico, empezando por el cambio en las políticas monetarias, fiscales y cambiarias.

El acuerdo entre el PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez profundiza en lo acordado hace unos días con ERC, repartiéndose de manera espontánea o premeditada los papeles en materia de reivindicaciones económicas al Gobierno central. Mientras ERC exige concesiones importantes de corto plazo como la condonación del 20% de la deuda con el Estado por la imposibilidad de atender a su repago parcial en 2024, Junts se centra en su reivindicación histórica de gestionar el 100% de los tributos mediante un sistema de concierto económico como existe en el País Vasco o Navarra y la vuelta de las sedes de las empresas a Cataluña, ambos hechos que requieren mucho más tiempo.

Un indicador casi infalible para evaluar los méritos del Premio Nobel de Economía es obviar la nota de la Academia Sueca anunciando la persona galardonada, ya que se suele destacar lo más simple o genérico de su trayectoria, intentando siempre buscar el enganche con la actualidad. Pues bien, 2023 no ha sido una excepción. La concesión del Nobel de Economía a la profesora de Harvard, Claudia Goldin, se hace 'oficialmente' por el estudio de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo y sus resultados en términos salariales, pero en realidad su labor es extraordinariamente amplia y muy proteica en el campo de la aplicación de metodología cuantitativa en la Historia Económica.

La entrada de STC, participada al 64% por el soberano Public Investment Fund (PIF) de Arabia Saudí, en el capital de Telefónica es la primera oportunidad (por relevancia y tamaño) para poner a prueba las costuras del modelo español de autorización previa de inversiones extranjeras en sectores considerados como "estratégicos" recién entrado en vigor el 1 de septiembre. En este sentido, varias son las incógnitas que se irán despejando en las próximas semanas, pero probablemente otras no desaparecerán hasta, por lo menos, finales de este año.

Los tiempos posteriores a momentos traumáticos suelen ser erráticos. Es lo que le sucede a la economía global, pero muy en particular a las economías desarrolladas, en el más inmediato corto plazo. La economía mundial se enfrenta en los próximos trimestres a una reducción significativa de sus tasas de crecimiento debido a la unión de dos fuerzas principales: por un lado, la aplicación de políticas monetarias restrictivas en los países desarrollados, con subidas en los tipos de interés con el objetivo de controlar cuanto antes la tasa de inflación. Y, por otro lado, la situación de bajo crecimiento que muestran las economías emergentes, teniendo que ser especialmente prudentes a la hora de aplicar estímulos como es el caso de China.