
El sector financiero atraviesa un momento delicado de mercado después de la última reunión del Banco Central Europeo (BCE) el pasado 6 de junio en la que se habló de nuevos estímulos a la economía, con el sucesivo goteo de declaraciones por parte de figuras destacadas de la institución sobre las medidas que podrían implementarse en los próximos años, siguiendo la línea de una rebaja de tipos de interés en EEUU, que esperan en Bankinter sea de hasta dos veces, llevando al precio del dinero a un rango del 1,75%-2% este año.
Las estimaciones del banco no contemplan que el BCE pueda bajar tipos este año. Creen que "bastará con la dialéctica" por parte de Mario Draghi, aunque no dudan que pudiera recurrir a nuevas inyecciones de liquidez en el sistema –un tercer TLTRO- o rebajas en las facilidades de depósito si fuera necesario. Actualmente, las entidades bancarias europeas deben pagar un 0,4% al BCE por el dinero que tienen depositado allí, lo que supone un coste de 7.500 millones de euros. En este punto, la entidad naranja no descarta que, en algún momento, ese sobrecoste se traslade al cliente institucional primero, y particular después, tal y como ya está sucediendo en otros países de la eurozona."No tiene sentido penalizar al sector financiero de esta forma y que el sector no transmita este coste. Acabará pasando", apuntan.
"Los bancos centrales han pasado de ser instituciones que controlaban la inflación a entidades que intentan promoverla", apunta Ramón Forcada, director del Departamento de Análisis de Bankinter, que no cree que el tono dovish del BCE pueda derivar dentro de unos años en precios desatados en la eurozona, como tampoco ocurrió a partir de 2012. "Puede que no sea necesario ser tan laxo con las medidas, pero hay que ser prácticos. Por aquel entonces, se criticó mucho la postura de Mario Draghi", cuando pronunció su ya famosa frase de I´ll do whatever it takes to save the euro. "Este", continúa el analista, "es el gran cambio que nos ha dejado la crisis financiera. Los bancos centrales no son instituciones que persiguen controlar la inflación a cualquier coste, a base de sacrificar el empleo o el crecimiento económico".
La banca y los tipos de interés
Los analistas de Bankinter identifican "dos grandes riesgos de fondo" para el mercado. El primero, el que representan los bancos europeos "con los bajos tipos de interés actuales" y la previsión de bajada a medio plazo; y el segundo, el que representa el "capital privado" ya que están invirtiendo mucho en mercado con rentabilidades que pueden desaparecer en el momento en el que la inflación empiece a repuntar. No obstante, esta situación dice Forcada, "es señal de que el ciclo expansivo continúa".
"Si la materia prima de la banca vale cero no es un escenario deseable", afirma el Departamento de Análisis de Bankinter durante la presentación de su Estrategia para el tercer trimestre del año. "Dicho lo cual, se siguen oyendo muchas medidas de reestructuración de costes en el sector, ya que no parece que se vaya a producir pronto la recuperación de los ingresos", reconocen.
"Los bancos se han convertido de instituciones que controlaban la inflación a entidades que intentan promoverla"
Entre esas medidas, desde Fráncfort se sigue insistiendo en la necesidad de reducir el número de entidades a través de fusiones transfronterizas. "De manera casi experimental podría producirse la fusión de Commerzbank con algún banco italiano", apunta Forcada, que considera que estos movimientos tampoco están exentos de riesgos. "Algún día el regulador se dará cuenta de que las concentraciones tienen algunos riesgos", considerando la falta de unificación en las legislaciones de los estados miembros en materia regulatoria y fiscal.
"Los grandes costes de las entidades vienen por la regulación", apuntan en la entidad en referencia a las posibles fusiones que se plantean en el panorama nacional, como Unicaja con Ibercaja, Liberbank y Abanca o, la última entre Bankia y Sabadell. El problema es que tras los esfuerzos realizados por la crisis "las posibilidades en cuanto a reducción de costes son menores y, aunque se ahorre, también de las fusiones se suele derivar cierta pérdida de tamaño".
"Algún día el regulador se dará cuenta de que las concentraciones bancarias tienen algunos riesgos"
Con este panorama de fondo, los analistas consideran que las entidades medianas españolas deberían aspirar a rentabilidades (ROE, retorno sobre el capital, en sus siglas en inglés) de entre el 8% y el 10%, rango que tan sólo cumpliría Banco Sabadell a quien el consenso de mercado recogido por FactSet concede un ROE del 8% para 2021. Bankia, Unicaja y Liberbank quedarían por debajo unos 250-300 puntos básicos.
"Hay debilitamiento en la parte europea, que se encuentra en una fase final, entendiendo por tal de plenitud. Lo normal es que se desacelere la economía global y se vaya a crecimientos del 3% en lugar del ritmo actual de entre el 3,5% y el 4%", concreta el experto.
El Ibex 35, a 9.785 puntos
Aun con todo, y más en un índice como el Ibex 35 donde los valores financieros representan más del 30% del selectivo, las bolsas siguen teniendo recorrido alcista. El Departamento de Análisis de Bankinter cree que el potencial estimado para el Ibex a 12 meses vista es del 6%, hasta los 9.785 puntos; el EuroStoxx 50 debería alcanzar los 3.612 enteros, lo que implica una revalorización del 4,5%; y el mayor potencial sigue estando en la bolsa americana, donde el S&P 500 llegará a los 3.369 puntos, un 14% por encima de sus niveles actuales.
"Estamos viviendo el final del ciclo expansivo, pero este final puede durar mucho tiempo"
"Estamos viviendo el final del ciclo expansivo, pero este final puede durar mucho tiempo", asegura Forcada, que ve una mayor "debilidad" en la parte europea si se compara con EEUU.
Con valoraciones para los activos que reconocen ajustadas, aunque atractivas, "los mercados van a estar soportados por una política monetaria mucho más acomodaticia y por beneficios que siguen creciendo en el entorno del 5% al 10% de cara a 2020", recalcan.
Trump y la 'guerra' hasta 2020
Desde Bankinter consideran que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tratará de sacar rédito al conflicto comercial abierto contra China. Por ello, creen probable que la incertidumbre respecto a un posible acuerdo sobre los aranceles permanezca hasta las elecciones estadounidenses que se celebrarán en noviembre de 2020 y en las que el actual inquilino de la Casa Blanca se juega su reelección. "Lo normal es que este riesgo permanezca vivo hasta los comicios", afirma Forcada. A partir de septiembre del próximo año, los inversores ya estarán "con el chip electoral" y la previsión es que se llegue a esta cita con las urnas con un dólar más fuerte –la entidad habla de un rango para el euro/dólar de entre 1,11 y 1,17- y con los tipos de interés bajos.
"Es mejor para Donald Trump llegar a las elecciones de 2020 con una victoria sobre la Fed"
Y esta es, probablemente, la deriva más importante para la Administración Trump. El presidente no solo se ha opuesto abiertamente a nuevas subidas de tipos en el país, sino que tanta oposición pública se ha interpretado como fuertes presiones a la Reserva Federal para que su hoja de ruta siga los pasos marcados por la Casa Blanca, poniendo en duda su independencia. "Es mejor para él que llegue con una victoria sobre la Fed, que, finalmente, se ha doblegado y ha empezado a pensar en bajar los tipos de interés en EEUU, aunque no fuera estrictamente necesario. El problema es que, con la presión que reciben, están corriendo un riesgo que no deberían", apunta Forcada. La entidad naranja descuenta dos bajadas del precio del dinero en EEUU este año, hasta dejar los tipos en un rango del 1,75% al 2%.