Empresas y finanzas

Gortázar, consejero delegado de CaixaBank: "Confío en que el Gobierno aumente las ayudas directas si fuera necesario"

  • "Daremos un 15% del beneficio este año y aspiramos a un dividendo generoso"
  • "Vamos a hacer una nueva ronda de provisiones y pecando del lado de la prudencia"
  • "Lo que hagamos como banco con IFM no tiene que ver con lo que piense Criteria"
Vídeo: Alberto Martín

Gonzalo Gortázar ha empezado a tomar las riendas del nuevo gigante financiero español, surgido de la fusión el viernes de CaixaBank y Bankia. El consejero de la entidad se muestra optimista sobre la recuperación de la economía a partir de la segunda mitad de este año, confía en que la morosidad bancaria se mantenga bajo control y suba menos de lo esperado, aunque continuará siendo prudente y elevará las provisiones.

¿Cómo ve la situación económica, habrá un efecto champán tras la vacunación o una recuperación sostenida? ¿Hay peligro de inflación? 

Una subida puntual de la inflación en la zona euro puede ocurrir, pero no creo que tengamos un riesgo alto estructural. Creo que no es una preocupación. Respecto a la economía no veo un efecto champán. Lo que estamos viendo es que en la medida en que acabe de funcionar la vacunación de manera razonable podamos tener un rebote muy fuerte en la segunda mitad del año. Para el conjunto de 2021 pronosticamos una subida del 6% y para 2022, del 4,4%. Aunque parezca mucho, aún no se superará el nivel de 2019, con lo que queda aún mucho por recuperar. Además tenemos un programa de ayudas de la UE, que se unirá al efecto de gasto que se producirá tras la vacunación con el fin de las restricciones, por lo que no vemos una recaída. Eso podría suceder sin ayudas continuadas o si se retiraran políticas monetarias o fiscales y todo lo que oigo son alertas sobre el riesgo de que quitar los estímulos. Seguimos siendo razonablemente optimistas. 

¿Son partidarios de alargar las moratorias de los créditos? 

No creo que sea necesario, en el sentido de que no vemos que haya un problema generalizado. Lo que hemos observado con el fin de las moratorias anteriores, de consumo, es que el impacto en impagos ha sido mínimo. También lo hemos visto con el cambio de las moratorias hipotecarias de capital e intereses a solo capital. Por tanto, no creo que solucionemos un problema. Además, las entidades cuándo ven un problema intentan solucionarlo con reestructuraciones de deuda o con carencias. Hemos aprendido con la crisis anterior y no me parece esencial alargar las moratorias. 

¿Qué le parece la moratoria de los concursos de acreedores?  

Estamos en una situación de falta de visibilidad y por tanto nos arriesgamos a que haya un efecto cascada pronto cuando la economía todavía va bien. Hay una sensación de que tenemos que esperar seis meses antes de hacer juicios de si una empresa es viable o no. Desde el punto de vista financiero, nosotros pensamos que los créditos ICO, en los que se han prolongado las carencias, también nos van a dar tiempo para saber si una empresa es viable. Si empezamos ahora a forzar un nivel de pago y no puede, quizás no tengamos visibilidad sobre la recuperación de esa empresa. Estamos dando un año para que sepamos si es una empresa zombi o no lo es. Ese ganar algo de tiempo. Mientras no tengamos reestablecida la normalidad, parece que no es un problema para el sector bancario. 

Pero, el Banco de España está diciendo es que las empresas zombis hay que liquidarlas cuánto antes 

En eso estamos todos de acuerdo. No estoy diciendo que haya que mantener a las empresas zombi, sino que todavía hay niebla para saber si lo son o no. Una vez que lo sepamos, pues que desaparezcan. La cuestión es no nos vayamos a equivocar en ese juicio. Nos falta algo de tarea y hay determinadas medidas que cuestan poco, como dar carencia (no dar dinero nuevo) y de aquí a seis meses tendremos un poco más de claridad sobre la viabilidad de los negocios. 

¿En la banca no se piensa que hay un poco de dopaje de la economía, con los ERTES, los ICOs, etc, que estamos viviendo artificialmente, y luego se dispare la morosidad, una vez finalicen estos programas? 

Creo que va a haber un incremento de la mora, pero no una explosión. Las medidas que hay han dado resultados, porque en los últimos doce meses la morosidad ha bajado sustancialmente y no era lo que esperábamos. Es fruto de la efectividad de las medidas, que no son para siempre, por lo que esta situación va a cambiar. Pero también creo que las medidas estarán durante todo el tiempo que sean necesarias. El sector público ha gastado mucho en mantener a flote el sector privado y no se va a arriesgar y cortar de repente. Las ayudas no solo son un parche temporal sino una ayuda en el momento de máximo peligro. Habrá al final quién no llegue y no se salve, porque la recuperación no compensará la mochila del incremento de deuda, y por eso pensamos que habrá un alza de la morosidad, aunque será menos significativo de los que se preveía. 

¿La mora alcanzará ratios de doble dígito como en la pasada crisis? 

Ni de broma. En el segmento de personas, la deuda ha bajado desde que empezó la pandemia en 5.000 millones. Tenemos menos deuda en consumo e hipotecas, y en autónomos ha subido solo en 2.000 millones. Esto te dice que ERTES, subsidios y demás ayudas, además del ahorro, está yendo bastante bien. No es de sorprender por tanto que si la gran carga se ha puesto a las espaldas el Estado, cosa que era absolutamente necesario, el sector privado sufra menos. Otra cosa es que al final el Estado somos todos y tendremos que afrontar en el medio y largo plazo solucionarlo. 

¿Las ayudas directas a las empresas, son insuficientes, como dicen las patronales empresariales?  

Lo que han sido ayudas a la liquidez se ha hecho muy bien. Ahora nos estamos enfrentando a una segunda etapa, a los problemas de solvencia. Es lo que estamos viendo ahora y es muy pronto para hacer juicios. Los 7.000 millones son un buen paso, aunque hay que garantizar que llegan, y contamos con la experiencia del pasado en que cantidades iniciales han sido aumentadas luego. Siendo prácticos hay que conseguir que estos fondos lleguen cuánto antes y si son insuficientes vayamos a una cifra mayor. No sé la respuesta sobre cuál es la necesidad y entiendo la reclamación de las organizaciones empresariales, pero tengo la esperanza de que el Gobierno consideraría incrementar estas ayudas si fuera necesario. 

Rentabilidad

Con este panorama y tras la fusión de Bankia, ¿Cuándo va a alcanzar CaixaBank la rentabilidad que reclaman los inversores, del 10%, que es el gran problema del sector desde hace años? 

En este momento no estoy en condiciones de hacer una aproximación numérica. El viernes cerramos la fusión, tenemos que hacer el cierre de los balances en marzo y veremos el dibujo conjunto. Después tenemos que implementar el plan de sinergias y hacer una reflexión más sesuda con un plan estratégico. Lo que queremos ahora es centrarnos en la integración y en la segunda mitad del 2021 diseñar un plan a largo plazo y concretar qué es rentabilidad adecuada y fijar los objetivos numéricos. CaixaBank, el año pasado, que con todo lo que ocurrió, tuvo una rentabilidad del 6% y, por eso pienso, que a futuro va a estar entre las entidades con rentabilidades adecuadas, razonables, en línea con el coste de capital. Ahora este coste está muy alto, en el entorno del 10% y para arriba, pero también hay un escenario en el que ese coste se irá ajustando, no hoy ni mañana, porque no tiene sentido que con los tipos de interés en negativo los inversores quieran tanta rentabilidad. Además hay una serie de cuestiones del sector financiero que hay que atacar para reducir ese coste de capital. Nosotros tenemos tanto el potencial de que en algún momento se nos exija menos niveles de capital como el potencial de una rentabilidad que aspira a igualar o superar el coste de capital.  

¿Con el plan de sinergias presentado no cree que ese 10% se pueda alcanzar en 2023? 

El plan de sinergias tenemos que aplicarlo sobre una base de proyecciones, en la que faltan por definir cuánto van a crecer los ingresos, cómo estarán los tipos de interés o cuál va a ser el coste del riesgo. Con eso no digo ni que sí ni que no, lo que digo es que es pronto para hacer una cuantificación numérica. Ahora estamos más centrados en ejecutar el año 2021 que en un plan a medio plazo, que lo presentaremos a mitad del año que viene, cuando, además, espero que tengamos una mayor claridad de cómo queda el mundo postpandemia. 

Por ahora no han dado ninguna cifra sobre el número de despidos y cierre de oficinas. ¿Será menor de lo que espera el mercado, unos 7.000-8.000 trabajadores y más de 1.2000 sucursales? 

El objetivo es dejar un dimensionamiento que sea sostenible y lo que no queremos hacer es que al paso de un tiempo corto tengamos que hacerlo de nuevo. Estamos en el momento adecuado para afrontar este cambio radical por la operación de fusión y por el auge de la digitalización. Nos gustaría llegar a dimensionamiento oportuno de CaixaBank y pasar página. Pensar que tenemos un equipo de futuro que piensa en su desarrollo profesional y las oportunidades que ofrece el grupo y no que puedan venir ajustes adicionales. No hemos terminado el ejercicio de cuantificación, aunque lo tenemos muy cercano. Primero se lo comunicaremos a los representantes de los trabajadores y negociarlo con ellos, que no será fácil, y tendremos que llegar a un acuerdo que sea igual que en ajustes pasados: responsable, con salidas no traumáticas y con un peso de voluntariedad importante. Además, tenemos que garantizar que las personas que se quedan son las mejores. 

¿No han recibido presiones del Gobierno para que los despidos sean menores, ya que el Estado va a ser accionista del banco? 

Todo el mundo sabe que vamos a tener tacto en esta cuestión. Siempre lo hemos hecho así. No hemos recibido presiones de ningún tipo. Los programas que hemos hecho en el pasado hay que considerarlos como socialmente responsables. Y eso no es no cambiar recursos cuando hacen que un negocio da síntomas de no sostenibilidad, porque sería lo menos responsable y llevaría un negocio a la desaparición. En la sociedad en la que vivimos y, sobre todo en el mundo financiero, hay puestos de trabajo que están siendo amenazados ahora. Necesitamos menos manos para hacer determinadas tareas y, en cambio, hay otros sectores que están demandando personal cualificado. Tenemos que recapacitar y ofrecer el cambio, no solo en CaixaBank, es decir, poder reentrenar a personas para que hagan otras cosas. Y eso no es que no sea responsable socialmente, sino que es necesario. Hay que ir por esa vía, conseguir que los trabajadores más antiguos cambien sus capacidades y nosotros vamos a buscar que cualquier programa vaya también por esta línea, la de facilitar la recolocación y el aprendizaje de nuevas habilidades.

¿Los requisitos que ha impuesto la CNMC les ha obligado a recalcular las sinergias que pueden lograr con la integración?

No. La aprobación de la CNMC con esos plazos y requisitos nos parece lógica, la respetamos, la entendemos y, naturalmente, vamos a cumplir. Valoramos esos compromisos de una manera que es bastante consistente con nuestra capacidad de llegar a lograr nuestros objetivos tanto económicos y financieros como los objetivos más generales de la operación. Evidentemente va a suponer un coste, que vamos a absorber dentro de las proyecciones que tenemos de ahorros.

¿Cuál va a ser la política de dividendos de la entidad? ¿El objetivo es alcanzar pronto el 'pay out' del 50%?

El dividendo con cargo al año 2020 que hemos acordado pagar es un 15% del beneficio, en línea con la limitación del BCE, que son 2,68 céntimos por acción. Este 15% de limitación está vigente hasta octubre y espero que llegado ese momento, esta limitación desaparezca y que cada entidad decida su política en función de los criterios tradicionales, con prudencia pero en función de su rentabilidad y su posición de capital. El objetivo de CaixaBank siempre ha sido un 'pay out' del 50 o por encima. Lo tendremos, lógicamente, que revisar y discutir, pero cualitativamente estoy seguro que será un nivel generoso.

¿CaixaBank va a pagar un dividendo complementario si finaliza la limitación en octubre?

Teniendo en este momento una integración tan importante como la que tenemos el foco va a ser ese, más que cambiar la política de lo que ya se ha anunciado y aprobado como dividendo del año 2020. Pero será el consejo el que decida en función de su prioridad o de cómo evolucionen las cosas si se quiere tomar alguna iniciativa de este tipo.

Fusiones transnacionales

¿La operación con Bankia se convierte en el primer paso para un crecimiento transnacional? ¿El banco se va a reforzar en Portugal?

No es el primer paso para algo. Es el primer paso en sí. No es un medio para hacer otra cosa. Es un fin en sí mismo que nos va a tener ocupados los próximos dos o tres años y creo que en ese periodo no tiene sentido dar muchas vueltas a pensar en otras cosas. Acabado ese periodo en el que espero que hayamos hecho las cosas bien y estemos en una posición competitiva fuerte y sana, pues podrá plantearse si toca o no toca dar otros pasos fuera de España. Y con eso no digo que estemos esperando a esto para luego dar ese paso, sino que me parecerá lógico que el consejo, llegada a esa situación, se pueda plantear si la situación es estable o debemos buscar algo más. El hecho de que nosotros tengamos una concentración muy alta en España y también en Portugal, sin duda nos ha permitido enfocarnos con mucho éxito en hacer que estos mercados sea atractivos para nosotros y poder alcanzar unos niveles de rentabilidad adecuada.

¿En España cree que es necesaria una mayor consolidación más allá de si CaixaBank vaya o no a participar?

Creo que las fuerzas que llevan a la consolidación van a seguir presentes en los próximos años. Los tipos de interés van a seguir como están -en negativo o en cero- y la transformación tecnológica seguirá acelerándose, por lo que las entidades tienen que reducir costes constantemente. Es mejor, más efectivo y más rápido hacerlo con una operación de fusión como la nuestra. Pienso que están los ingredientes para que pueda haber más.

Antes ha mencionado que los costes de capital podrían reducirse. ¿CaixaBank tiene algún plan?

Ya me gustaría tener planes porque no depende de nosotros. Lo que he querido decir es que a dos o tres años vista el sector puede cambiar su coste de capital, que ahora es muy alto debido una percepción del riesgo muy elevada, que creo que pasada la pandemia puede atenuarse. Después hay un elemento que es quizá el más complejo, la desafección por el sector porque hay muchos inversores que no acaban de creerse que hay un modelo de negocio sostenible con los tipos negativos y se retraen, lo que hace que el coste de capital aumente. Es una parte que a mí me gustaría pensar que vamos a disipar gracias al peso que tenemos de negocios no estrictamente bancarios, que nos han ayudado a estar mejor posicionados que los demás en el pasado, como son los seguros, los medios de pago y la gestión de activos. Y luego, hay un tercer elemento importante y es que en teoría financiera pura, tú generas un excedente y en los últimos años, como consecuencia de los cambios regulatorios, se ha llevado la parte del león de ese superávit. Muy poco, al crecimiento del negocio. Y con esto no digo que no fuera necesario porque tuvimos la crisis subprime. Esta presión regulatoria va a acabar en algún momento y la voluntad expresada por el BCE es que esto tiene un fin.

La bolsa ha acogido bien con subidas el proyecto. ¿Teme que a partir de ahora la venta de la participaciones del Frob o Mutua puede restar potencialidad en el mercado? ¿Cree que deberían vender cuánto antes?

El paquete del Frob es un paquete grande. Los demás son accionistas, con menores porcentajes y la acción es muy líquida. Se nos conoce muy bien y ahora mejor porque tiene mucha visibilidad la operación de Bania. El Frob ha alargado el plazo hasta el año 2023 y nadie está pensando en que vaya a acometer una desinversión en el corto plazo. Tenemos que conseguir que el desempeño de la entidad sea tan bueno como para que la acción suba lo suficiente y el Frob pueda adelantarse a vender, pero creo que ahora todavía pesa mucho más sobre nuestra acción el plan ambicioso que hemos anunciado. La posible salida de un accionista no es algo que pese negativamente o que me preocupe en este momento.

¿Cree que el Estado va a poder recuperar las ayudas a Bankia?

La realidad es que no lo sé, ni me corresponde aventurarme a qué va a recuperar o cuándo el Frob la inversión en Bankia. Nosotros tenemos que centrarnos en gestionar el banco y que las cosas vayan lo mejor posible y eso le dé oportunidades a todos los accionistas y al Frob para maximizar el valor de su inversión. Le corresponde al Frob decidir qué es lo que quiere y cuándo lo quiere hacer.

Opa sobre Naturgy

CaixaBank va a participar en la financiación de IFM para la opa sobre Naturgy, ¿significa eso que hay un apoyo a la operación?

Nosotros somos CaixaBank y nos dedicamos, entre otras cosas, a financiar grandes operaciones. Cuando son en España solemos estar en todas las operaciones porque tenemos un tamaño y podemos estar de líder o en un segundo nivel. Es a lo que nos dedicamos y nuestro deber fiduciario es tratar de hacer buenas operaciones para nuestros accionistas. Lo que nosotros hagamos como banco no tiene absolutamente nada que ver y además así debe ser con lo que pueda hacer un accionista que es, a su vez, accionista de Naturgy y CaixaBank. Aquí nuestros objetivos son diferentes. No creo que el banco deba dejar de hacer su actividad porque un accionista de un color o de otro piense una cosa. Lo que haga CaixaBank no tiene nada que ver con lo que piense Criteria y no debería ser así.

El Banco de España insiste en que hay que acelerar las provisiones de la banca. ¿CaixaBank lo va a hacer?

Hay que ser muy prudentes y cada entidad tiene que ver cuál es su nivel de prudencia adecuado. No todas están en la misma situación. Desde nuestro punto de visto, hicimos el año pasado unas provisiones muy elevadas que están sin utilizar, anticipando problemas futuros que no se han dado. La morosidad ha bajado, pero el efecto de la propia absorción de Bankia va a hacer necesario más provisiones en el momento de la consolidación de los dos balances porque la norma contable así obliga. Con lo cual vamos a hacer un ronda adicional de provisionamiento. Tenemos en este momento el menor índice de morosidad de los cuatro grandes bancos en España y tenemos la mayor ratio de cobertura y aún así vamos a seguir este año muy vigilantes y siempre pecando del lado de la prudencia. El escenario macro que dotamos a final de año es ligeramente más negativo que el que acaba de anunciar el Banco de España en este momento, que lo ha revisado a la baja, por lo que el nuestro sigue siendo más conservador y, por tanto, como vamos a seguir siendo muy prudentes, estamos bien preparados para enfrentarnos a un entorno macro que tenga un impacto muy negativo en la calidad crediticia.

¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta como consejero delegado de CaixaBank?

El principal reto que tenemos en los próximos años, sin duda, es mantener la satisfacción de nuestros clientes. Vamos a hacer una integración importante para ser más competitivos y necesitamos que durante todo este periodo de integración sigamos dando un servicio de calidad.

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