La vacuna contra el covid-19 está cerca. Aunque aún quedan algunos lazos por atar, parece que el optimismo empieza a ganar terreno, al menos en los mercados. En la economía real aún no se puede palpar su efecto. España, el país más golpeado por la pandemia en términos económicos, también debería ser uno de los más beneficiados por la llegada de la vacuna. Sin embargo, varios panelistas y firmas financieras siguen sin creer en un rebote fuerte en 2021. Varias previsiones dejan el avance del PIB por debajo del 5%, un crecimiento muy débil tras una contracción económica histórica.
Mientras que las previsiones para este año han ido empeorando casi mes a mes, las proyecciones para 2021, lejos de mejorar, parecen haberse apagado también, incluso las que se han publicado tras los esperanzadores hallazgos de las vacunas. Por un lado, las firmas ya incorporaban en sus modelos la llegada de una vacuna (aunque quizá no una tan efectiva ni tan tempranera), por otro lado, la segunda ola de covid tendrá repercusiones en el primer trimestre de 2021 (efecto arrastre). La economía no empezará el año nuevo con 'buen pie', lo que supondrá un lastre para el resto del ejercicio.
Las previsiones han pasado a proyectar (allá por el verano) un crecimiento del 7 u 8% para 2021, a prever un avance de entre el 5 y el 6% (de media, hay quien habla de un 3%). No obstante, en un contexto de tanta incertidumbre la volatilidad de las previsiones y las diferencias entre unas y otras son abismales, y todas parecen tener escenarios plausibles (el papel lo aguanta todo), aunque solo unas pocas acertarán (y probablemente lo harán por suerte).
ING cree que la economía de España crecerá despacio tras la pandemia
Entre las más negativas destacan las del banco holandés ING, que prevén un desplome del PIB del 11,5% para ese año, con (atención) un crecimiento de solo el 3,2% para 2021 y del 3% para el año 2022. Después de la mayor caída del PIB desde la Guerra Civil, ING vaticina que la economía crecerá a un ritmo similar al de 2017 o 2018. Descartada la recuperación en 'V', esta salida de la crisis sería casi en forma de 'L' con una leve inclinación en la base de la letra. El déficit público alcanzaría el 12% del PIB este año, el 8,3% en 2021 y 5,7% en 2022, llevando a la deuda pública a superar el 123% del PIB.

¿Cómo argumentan este pesimismo los economistas de ING? Muchos patrones de consumo tardarán tiempo en recuperar su forma habitual, mientas que otros quizá no vuelvan a ser lo que eran. España puede sufrir ante estas alteraciones. La elevada dependencia del turismo, una alta proporción de pequeñas empresas en el sector servicios y un margen fiscal limitado, también contribuyen a esta 'catástrofe' económica.
"Muchas de las razones por las que España se ha visto tan afectada probablemente también desembocarán en una lenta recuperación en 2021 y más allá. Es poco probable que el sector turístico se recupere por completo en 2021. Y la alta proporción de pequeñas empresas los servicios conducirá a un fuerte aumento de las quiebras y despidos. De hecho, un trabajo reciente del BCE muestra que uno de cada siete (14%) trabajadores españoles está en empresas en riesgo de quiebra, que la mayor proporción en la Eurozona. En comparación con los niveles anteriores a la crisis, la tasa de desempleo ya aumentó en 2,5 puntos porcentuales hasta el 16,3% en el tercer trimestre, y esperamos que suba al 17,5% en el transcurso de 2021", según destaca el informe de ING.
Además, el portentoso déficit estructural y la elevada deuda pública que venía arrastrando España antes de la crisis del covid-19 complican la puesta en marcha de grandes planes de estímulo fiscal. "De hecho, algunos políticos temían que la Comisión Europea endureciera su posición sobre las reglas presupuestarias y que, eventualmente, los inversores castigarían a España con mayores costes de endeudamiento. Un trabajo del think tank Bruegel muestra, de hecho, que las medidas fiscales actuales en España son limitadas en comparación con otros países muy afectados, como Francia e Italia. Creemos que los mismos problemas se mantendrán en 2021. Para obtener más apoyo fiscal, España está mirando hacia Europa". Será importante que se sigan flexibilizando las reglas fiscales europeas y que la ayuda de los fondos llegue cuanto antes y se use de forma inteligente.
Hasta aquí ING. Otro de los bancos que deja mal parada a la economía española es Bank of America Merryl Lynch (BofAML). La firma americana ha empeorado una décima sus previsiones de crecimiento para el PIB de España en 2021, cuando espera que aumente un 4,5%, tras hundirse un 11,3% este año por la pandemia. Para el 2022 anticipa un crecimiento del 3,7% del PIB.
"La recuperación en 2021 y 2022 será muy parcial y creemos que probablemente dejará cicatrices duraderas como consecuencia. El esfuerzo fiscal ha sido incompleto y está mal diseñado", han criticado los analistas del banco en un informe reciente. En cuanto al déficit español, BofA ha mantenido en el 12,3% las previsiones para ese año y el 9,4% para el próximo, toda vez que ha recortado seis décimas el déficit previsto para 2022, hasta el 8%.
El banco estadounidense ha arremetido contra los Presupuestos Generales del Estado para 2021 porque recogen un aumento de gastos corrientes, algunos estructurales, y en su opinión "se quedan cortos" en las "prioridades" que deberían ser "clave": ayudar a los trabajadores y empresas frente la crisis de covid-19 e invertir en la remodelación de la economía.
En noviembre, la Comisión Europea publicó sus nuevas proyecciones económicas para 2020, 2021 y 2022 anunciando una revisión a la baja de las previsiones españolas, que dejan al país como el más castigado de Europa con un desplome del PIB del 12,4% para este año, mientras que el crecimiento será del 5,4% en 2021 (frente al 6,8% de las anteriores previsiones) y del 4,8% en 2022.
Con estos datos se puede calcular que para ese 2022, la economía de España aún estará alrededor de un 3,6% por debajo de los niveles previos a la crisis. Otros países como Alemania podrían completar la recuperación incluso en 2021. Por su parte, la OCDE ha publicado esta semana que la economía española crecerá un 5% en 2021.
Otro organismo muy interesante para analizar las previsiones es Funcas, puesto que saca sus datos ponderando las respuestas de un conjunto de panelistas con cierto prestigio. El Panel de Funcas ha rebajado la previsión de crecimiento de la economía española para 2021 en ocho décimas, hasta el 6,5%, después de que 14 de los 20 panelistas hayan revisado a la baja sus estimaciones.
Pese a todo, este recorte obedece al efecto arrastre de la recaída que se espera para el cuarto trimestre de este año y no a un empeoramiento de las perspectivas para el año próximo, ya que las previsiones trimestrales para el mismo incluso mejoran respecto al anterior Panel (alcanzando en el tercer trimestre un 4%, en tasa intertrimestral).
Para este año, la previsión de PIB se sitúa en el -11,8% frente al -12% estimado anteriormente. La demanda nacional restaría 10,6 puntos, mientras que el sector exterior detraerá 1,2 puntos. La revisión al alza responde a la primera estimación del INE para el tercer trimestre, que más que compensa la bajada en las previsiones de la mayoría de los panelistas para el cuarto trimestre -un -3% intertrimestral frente al +3,9% en el Panel de septiembre-. El debilitamiento de la actividad desde septiembre apunta a una recaída de la economía en el cuarto trimestre en toda Europa.
Entre los panelistas consultados por Funcas destacan el optimismo para 2021 de la Cámara de Comercio de España, que espera un crecimiento del 8,5% (tras un desplome del 13% en 2020) y el Centro de Predicción Económica, que ve un alza del PIB del 8,7% tras una caída del 10,8% en 2020. Este último es sin duda el más optimista. Otras previsiones optimista son las del Gobierno de España, que apuntan a un crecimiento del 9,8% en 2021 contando con la ayuda extra de los fondos europeos.