opinión
La semana ha acabado con una traca final que complica aún mucho más el panorama político de un país maltratado por su clase dirigente. La resolución del Tribunal de Justicia de la UE no significa inmunidad respecto a los hechos juzgados y condenados en España, pero ha sido aprovechada por el independentismo para manipular su contenido a través de videoconferencias eufóricas organizadas para que se difundan en las televisiones, y ha servido además para lanzar una nueva amenaza al gobierno en funciones con el fin de que pase por el aro una vez más de lo que reclaman los separatistas.