opinión
En el fin de semana de los fichajes para las listas electorales, en el Partido Socialista la noticia han sido los descartes. El estilo con que se han decidido y la forma en la que fueron corroborados en la reunión del máximo órgano del partido entre congresos. La votación del oficialismo a favor de todo lo que ha propuesto el líder Pedro Sánchez, por muy unánime que haya sido, no oculta la evidente fisura que se ha agrandado entre Ferraz y la federación andaluza, cuya máxima dirigente queda en la oposición parlamentaria andaluza y en una exigua oposición regional al aparato socialista, que ya se ha demostrado muchas veces es demoledor y no paga traidores.