En una jornada de manifestaciones multitudinarias por toda Venezuela, que ha dejado al menos 16 muertos, el hasta ahora presidente del Parlamento tomó posesión como presidente en funciones del país y pidió a los ciudadanos y a las Fuerzas Armadas "no descansar hasta restablecer la Constitución" y celebrar elecciones "reales", siempre mediante "la no violencia".
Ante cientos de miles de manifestantes en Caracas, que coparon una de las principales autopistas de la ciudad, Guaidó tomó juramento: "Hoy doy el paso con ustedes, entendiendo que estamos en una dictadura. Hoy 23 de enero de 2019, en mi condición de presidente de la de la Asamblea Nacional, ante Dios, Venezuela, juro asumir formalmente las competencias del ejecutivo nacional como Presidente" interino, dijo.

Manifestación de apoyo a Guaidó en Caracas. Foto: Reuters
Dos artículos de la Constitución encargan al presidente del Parlamento tomar el control del Ejecutivo en caso de ausencia del Jefe del Estado. "Tener una banda no significa nada", dijo, en referencia a Nicolás Maduro, al que tachó de "usurpador" por las irregularidades durante las elecciones presidenciales.
Guaidó aceptó que "esto va a tener consecuencias", en referencia a las órdenes del Tribunal Supremo chavista, que pidió la detención de Guaidó y la dirección de la AN, a la que mantiene ilegalizada desde la victoria opositora en 2015. Aun así, el presidente opositor justificó su decisión porque "no vamos a permitir que se desinfle esta esperanza",y pidió grandes manifestaciones en los próximos días.
Preguntado sobre si tenía miedo de ser detenido por el Gobierno de Maduro, como casi ocurrió la semana pasada, Guaidó dijo que lo que le preocupaba es "toda la gente que lo está pasando mal" y pidió permitir la entrada de ayuda humanitaria en el país a través de ONG, como ordenó el Parlamento la semana pasada.
En respuesta, Diosdado Cabello, presidente de la autodenominada Asamblea Constituyente a través de la que el chavismo ejerce el poder, convocó a sus simpatizantes a "una vigilia en el palacio de Miraflores" para proteger a Maduro. El también vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha reconocido que se reunió con Guaidó antes de la autoproclamación "por la paz" del país pero le acusa de no haber cumplido los términos acordados en la misma.
Reacción internacional
Tras el acto, la Casa Blanca emitió un comunicado reconociendo a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. "Como única rama de Gobierno electa legítimamente, la Asamblea Nacional reconoció el cargo de presidente vacante y a Guaidó como presidente interino. Usaré todo el peso económico y diplomático de EEUU para conseguir restaurar la democracia a Venezuela", dijo el comunicado de Donald Trump. Además, pidió "a todos los Gobiernos del hemisferio occidental" que se sumen en sus reconocimientos.
En una rueda de prensa posterior, según informa Bloomberg, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, advirtió de que "todas las opciones están sobre la mesa" si las fuerzas leales a Maduro intentan detener a Guaidó, y recordó que el país tiene "muchos mecanismos para presionarle". "Nuestras sanciones apenas han rascado la superficie", aseguró. Aun así, EEUU podría entregar ahora todo el dinero por la compra de petróleo a Guaidó, al que reconocen como representante legítimo del país, lo que podría dejar a Maduro sin su mayor fuente de ingresos de forma inmediata.
A la lista de apoyos internacionales a Guaidó se sumó Canadá y el 'Grupo de Lima' de países sudamericanos que rechazan a Maduro: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Paraguay, Perú, Guatemala y Ecuador. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió "apoyar a las fuerzas democráticas en Venezuela", y explicó que "a diferencia de Maduro, Guaidó y la Asamblea Nacional sí tienen un mandato democrático". Bolivia, Cuba, China, Rusia, Turquía y México respaldaron, por su parte, a Maduro.
Respuesta de Maduro
Desde el Palacio de Miraflores, ante un centenar de seguidores, Maduro denunció el "golpe de Estado" y anunció que rompería relaciones diplomáticas con EEUU, a cuyo personal dio 72 horas para abandonar el país. "Los gringos están solos", dijo. Guaidó respondió en un comunicado que él no romperá esas relaciones y pidió a EEUU que ignore "cualquier disposición contraria".
Maduro insistió en que "estamos en una batalla histórica. Que nadie baje la guardia" y pidió a las Fuerzas Armadas que "sean leales" y le defiendan. "Llamo a cerrar filas a los poderes del Estado", dijo. Mientras tanto, la fiscalía ordenó la detención de Guaidó, siguiendo instrucciones de Maduro.