
En un acto en Caracas, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, anunció que asumiría la presidencia en funciones del país ante la falta de un mandatario "legalmente electo", para buscar una convocatoria de elecciones. Este supone el más claro desafío hasta la fecha a Nicolás Maduro, que ayer tomó posesión de su segundo mandato ante el rechazo de Europa y casi toda América.
"Como presidente de la Asamblea Nacional, único poder electo y legítimo para representar al pueblo venezolano, me apego al artículo 233, 333 y 350 de la CRBV" -que designan al presidente del Parlamento como jefe de Estado interino ante la falta de un presidente electo legalmente- "para convocar elecciones libres, y pido la unión del pueblo, fuerzas armadas y comunidad internacional para lograr el cese de la usurpación y la conformación efectiva del Gobierno de transición", anunció Guaidó.
El primer reconocimiento llegó por parte de Luis Almagro, secretario general de la OEA, que el jueves acordó desconocer a Nicolás Maduro como presidente con el apoyo de la mayoría de los países miembros y solo seis votos en contra.
Saludamos la asunción de @jguaido como Presidente interino de #Venezuela conforme al artículo 233 de la Constitución Política. Tiene nuestro apoyo, el de la comunidad internacional y del Pueblo de #Venezuela #OEAconVzla https://t.co/6MgJtbvMFd
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 11 de enero de 2019
Tras recibir también el respaldo de varios líderes de la oposición venezolana y de chavistas disidentes, Guaidó convocó a los venezolanos a una "movilización masiva" el próximo 23 de enero. "Debemos aceptar que la revolución fracasó y nunca se dio, pero tengan cuidado si con sus acciones generan una verdadera rebelión popular", dijo Nicmer Evans, diputado exchavista.
El alcance de este movimiento no deja de ser simbólico mientras Maduro tenga el poder sobre el Ejército, pero un posible reconocimiento internacional por parte de los países que han deconocido a Maduro -como sus vecinos Brasil, Argentina y Colombia, o EEUU y la UE- podría ayudar a unificar la disidencia interna y acallar las divisiones que paralizan a la oposición desde 2017.
Además, un reconocimiento internacional por parte de EEUU podría llevar a la prohibición del comercio de petróleo con PDVSA mientras siga respondiendo a Maduro. Incluso, podría suponer la entrega de Citgo, la filial de PDVSA situada en EEUU, al 'Gobierno paralelo', cortando un importante flujo de financiación al Estado venezolano y dando dinero a Guaidó.
En respuesta, miembros del pseudoparlamento chavista creado por Maduro para sustituir a la Asamblea Nacional pidieron la detención de Guaidó por "un delito flagrante contra la forma Republicana" y "ser parte de una trama peligrosa internacional contra la Nación".