Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.
Mercado laboral

Las empresas en EEUU no encuentran trabajadores pese a que los niveles de ocupación (millones de personas empleadas) están muy por debajo de los registrados antes de la crisis. Esto quiere decir que hay varios millones de trabajadores que han 'desaparecido' del mercado laboral, una tendencia que los economistas intentan explicar sin demasiado éxito. Ni la propia Reserva Federal sabe con certeza si estas personas han salido de la fuerza laboral de forma definitiva o si volverán al mercado en el futuro, lo que dificulta sobremanera la toma de decisiones del banco central de EEUU, cuyo mandato incluye el pleno empleo como objetivo.

Energía

El mercado energético está viviendo momentos convulsos. La rápida recuperación de la demanda ha tensado los mercados, disparando el precio del gas y el carbón, dos fuentes de energías contaminantes que han ganado relevancia en los últimos meses para satisfacer las necesidades de la economía. Ante el fuerte auge del precio de estas dos materias primas, la generación de energía está pasando del gas al petróleo, el último eslabón de la cadena.

Economía

La recuperación económica global está perdiendo impulso. Una buena parte de esta ralentización del PIB mundial se debe a la 'crisis' (si se le puede llamar así) que está viviendo China (Evergrande, energía, parones en la producción...), una economía que supone ya más del 18% del PIB global (en paridad de poder adquisitivo). El próximo lunes se publicará el PIB chino del tercer trimestre, un dato que centrará la atención de los mercados. Si China se para, las cadenas de suministro globales sufrirán las consecuencias.

Divisas digitales

En medio de la irrupción de las criptodivisas (bitcoin, ether...) y las divisas digitales de bancos centrales (CBDC por sus siglas en inglés), las stablecoins están quedando relegadas a un lugar menos visible. Sin embargo, estas divisas estables son cada vez más importantes y, probablemente, seguirán ganando adeptos. Los inversores parecen confiar en ellas como refugio (cuando las caídas se imponen en el mundo de las cripto) y su peso (capitalización) es cada vez mayor, lo que también puede plantear algunos riesgos para los mercados monetarios. Por ello, la banca central ha puesto también la lupa encima de estos activos que levantan cierto recelo entre los reguladores. Pero, ¿qué son las stablecoin? ¿Qué hay detrás de ellas? ¿son activos sin riesgo?

Economía

La reunión de la OPEP de esta semana ha dado otro empujoncito a las presiones inflacionistas que está sufriendo buena parte del mundo. La fuerte subida del gas, el carbón y el petróleo se une al resto de problemas en la oferta que están generando un auge de los precios que empieza a ser preocupante (coincide con la desaceleración de la recuperación). Algunas regiones como Europa corren el riesgo de ver un aumento, principalmente, de la 'inflación mala'.

Economía

Todo hacía indicar que después de la fuerte recesión económica y la mejora de la situación sanitaria (las vacunas no han llegado a todo el mundo por igual ni mucho menos), los países desarrollados podrían disfrutar de una segunda mitad de 2021 relativamente normal. Aunque la situación es sin duda mucho mejor que hace un año, quizá la vuelta a la normalidad económica no sea tan 'normal' como se esperaba. La recuperación presente está viniendo acompañada de ciertas singularidades que pocos habían previsto. Cuellos de botella, atascos en los puertos, escasez de inputs, materias primas... Y lo peor puede estar por llegar.

Energía

China lleva años ganando relevancia en el tablero económico y mediático mundial. Sin embargo, en las últimas semanas parece haberse convertido en el gran foco de atención de los mercados por una serie de eventos (Evergrande y la crisis energética) que podrían marcar el devenir de la economía global a corto y medio plazo. La economía más grande de Asia está sufriendo las primeras consecuencias de una crisis energética, que en parte es autoinfligida, y que podría tener repercusiones globales, dado el papel de China como gran fábrica del mundo, un papel que además se ha visto reforzado durante la crisis del covid.

Economía

China lleva décadas creciendo muy por encima de la media global y, por supuesto, de los países avanzados. El modelo de este fuerte desarrollo estuvo basado primero en un sector exterior que llegó a generar superávits por cuenta corriente del 10% del PIB (el mayor superávit del mundo). Con la crisis financiera de 2008, este modelo se agotó. Pekín redirigió de forma brusca su política hacia la demanda interna (sobre todo la inversión), un modelo alimentado de un endeudamiento masivo del sector privado (empresas y familias), generando una burbuja de deuda que parece infinita, pero que como todas es insostenible en el largo plazo. El paradigma de este modelo 'agotado' es Evergrande. Ahora, las autoridades chinas quieren desinflar esa burbuja evitando una catástrofe (un juego de equilibrios muy complejo). Esta vez parece que Pekín va en serio.

Criptomonedas

El banco central de China (PBOC por sus siglas en inglés) ha redoblado su presión sobre las criptomonedas, declarando de forma oficial que todas las transacciones relacionadas con estos activos digitales son ilegales y deben ser prohibidas, mandando así un mensaje más enérgico contra esta actividad. Todas las criptomonedas, incluidas bitcoin y ether, tendrán prohibido circular en el mercado en cualquiera de sus formas, según ha revelado el Banco Popular de China en su web.

Mercado inmobiliario

Una de las sorpresas positivas (según desde qué lado se mire) de la crisis ha sido la resistencia mostrada por el sector inmobiliario. Las primeras previsiones durante el covid llegaron a hablar de correcciones en la vivienda de entre el 10 y el 15%. Sin embargo, un año y medio después las compraventas están disparadas, la oferta en los portales inmobiliarios se reduce (lo que hay se vende) y el precio ha comenzado a despegar. En algunos puntos de España, los precios son hoy hasta un 20% superiores a los de hace un año.