Parece que ha llegado la decisión definitiva de Pekín. Las autoridades chinas están pidiendo a los gobiernos locales que se preparen para la posible caída de Evergrande, según han revelado funcionarios familiarizados con las negociaciones al diario The Wall Street Journal (WSJ) en exclusiva. Este mensaje deja claro que el Gobierno de China no va a salir al rescate del promotor inmobiliario más endeudado del mundo, lo que podría tener graves consecuencias económicas y sociales en China.
Los funcionarios consultados por el WSJ han advertido a las autoridades locales de que hay que "prepararse para la posible tormenta". Las agencias gubernamentales a nivel local y las empresas estatales han recibido instrucciones de intervenir para evitar que se produzca un efecto dominó. Es decir, hay que dejar caer a Evergrande pero estableciendo los cortafuegos adecuados para que no arrastre al sector inmobiliario y al bancario.
Informaciones confusas sobre Evergrande
Esta mañana se filtraron algunas informaciones en las que funcionarios chinos estaban presionando al promotor inmobiliario para que cumpliese con sus obligaciones financieras y terminase los edificios que aún están pendientes. Estas informaciones han dado lugar a que el mercado interpretase que Evergrande iba a ser rescatado. Así, los títulos de la compañía china han repuntado con fuerza en la madrugada (europea) de este jueves situándose en los 2,66 dólares de Hong Kong, frente a los 2,27 en los que concluyeron el pasado martes.
Este jueves es una de las fechas límite para Evergrande para afrontar el pago de un cupón de 83,5 millones de dólares de parte de sus bonos. Los inversores llevan varias semanas pendientes de esta fecha porque los problemas de deuda y poca liquidez que arrastra Evergrande podrían provocar que la firma incurriera en 'default'.
Pese a todo lo anterior, las últimas informaciones hablan de una próxima liquidación ordenada de la firma (siempre que no logre salir adelante de alguna forma), con la colaboración de autoridades locales, agencias chinas, acreedores y la propia Evergrande.
De este modo, las autoridades centrales (Pekín) han encomendado a las locales la tarea de prevenir posibles disturbios orquestados por los compradores de viviendas y actuar para amortiguar el impacto en la economía en general, por ejemplo, limitando la pérdida de empleos.
Abogados, contables, economistas...
Se ha ordenado a los gobiernos locales que reúnan grupos de contables, economistas, técnicos y expertos legales para examinar las operaciones y los balances de las empresas que rodean a Evergrande en sus respectivas regiones.
Los gobernadores locales también deberán hablar con los promotores inmobiliarios estatales y privados de sus regiones para que se hagan cargo de los proyectos inmobiliarios locales e intentar aplacar la ira de las personas que puedan quedarse sin la vivienda por la que habían pagado.
Los portavoces de Evergrande y la oficina de información del gabinete de China, el Consejo de Estado, no han respondido a las llamadas del diario norteamericano The Wall Street Journal.
Los pasivos de Evergrande alcanzan los 250.000 millones de euros. El riesgo de que se produzca un efecto dominó sobre otros promotores y firmas del sector está al alza y podría resultar muy peligrosos por elevado tamaño del sector inmobiliario de China.

Según datos del banco de inversión Nomura, la deuda de los promotores chinos era de unos 33,5 billones de yuanes (4,4 billones de euros) a finales del segundo trimestre de 2021. Por otro lado, los préstamos hipotecarios para hogares de China totalizaron 36,6 billones de yuanes (4,8 billones de euros) a finales del segundo trimestre de 2021, un 13% más que a finales del segundo trimestre de 2020. Para poner estas cifras en perspectiva, el PIB nominal de China en 2020 fue de 101,6 billones de yuanes (unos 13,4 billones de euros).
¿Por qué colapsa Evergrande?
Tom Wilson, responsable de renta variable de mercados emergentes, de Shroders explica que "la posición de la deuda de Evergrande se ha ido acumulando durante varios años. En términos de pasivos (que se muestran a continuación), Evergrande es un caso atípico en comparación con el sector inmobiliario en general".
Evergrande tiene un problema de liquidez enorme y otro de solvencia notable. Tiene un problema de liquidez porque su tesorería es muy pequeña para hacer frente a las deudas a corto plazo, mientras que su generación de caja a corto plazo también es limitada por el enorme stock de vivienda sin terminar que no puede vender a precios ordinarios. Pero no solo es un problema de liquidez.
"Los problemas de la empresa han llegado a su punto álgido tras el marco de desapalancamiento que el Gobierno impuso a los mayores promotores inmobiliarios en agosto de 2020. Los promotores debían situar sus niveles de endeudamiento por debajo de ciertas métricas o "íneas rojas", asegura Tom Wilson.
"Éstas empezaron a hacer mella en los últimos meses y, en su último informe de resultados, Evergrande ya advirtió de que su flujo de caja se había deteriorado hasta el punto de que podría incurrir en impago. En consecuencia, la situación actual no es del todo inesperada".
¿Qué puede suponer su quiebra?
Las implicaciones de su posible quiebra podrían ser importantes, según advierten desde Schroders. "El sector inmobiliario chino representa el 29% del PIB total. Por lo tanto, podría haber ramificaciones para los mercados financieros chinos y la economía, mientras que ha habido algunas preocupaciones sobre el contagio más amplio a otros mercados mundiales".
La incertidumbre sobre las perspectivas de Evergrande se produce en un contexto de medidas políticas gubernamentales más amplias. La regulación se ha centrado más recientemente en áreas como la tecnología, Internet y las industrias de enseñanza privada, pero los cambios políticos aplicables al sector inmobiliario se remontan a mucho antes.
Ya en el corto plazo, la creciente incertidumbre sobre el futuro de Evergrande, agravada por la inminente reestructuración de la deuda, ha provocado un aumento de los diferenciales de crédito y un endurecimiento de las condiciones de acceso al mercado.