Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.
Mercado laboral

Aunque lo peor de la crisis podría haber pasado ya (en términos de actividad y PIB), el impacto sobre el mercado laboral sigue siendo extraordinario. La peticiones iniciales de subsidio por desempleo han superado los dos millones por décima semana consecutiva, según ha publicado el Departamento de Trabajo de EEUU (2,123 millones). Este dato revela que se han destruido 40 millones de empleos en las últimas diez semanas, pese a que la destrucción se ha ido moderando poco a poco, desde los 6,8 millones de la última semana de marzo a los 2,1 de este jueves, los datos siguen superando de forma abrumadora la media 215.000 peticiones semanales antes de la crisis.

Política monetaria

La crisis del coronavirus ha llevado a gobiernos y bancos centrales a dar varios pasos más en sus políticas para amortiguar el duro golpe que está sufriendo la economía. Aunque las políticas que están adoptando las instituciones no tienen precedentes en muchos casos, los bancos centrales de EEUU y Reino Unido no han querido ir más allá con los tipos de interés de lo que fueron durante la Gran Recesión de 2008-2009. La Fed y el Banco de Inglaterra, por ahora, se niegan a cruzar la frontera y llevar los tipos de interés oficiales a terreno negativo. Aunque quizá sea inevitable y terminen dando el paso final, parece que los países que han decidido adentrarse en el mundo de los tipos negativos son incapaces de volver a la normalidad monetaria. Sin embargo, bancos centrales como el BCE defienden que esta política ha sido clave para evitar la deflación y estimular el crecimiento económico. El debate está servido.

Política monetaria

El Banco Central Europeo (BCE) mantendrá una reunión la próxima semana que una vez más distará de ser un cónclave tranquilo. Por un lado, se debatirá sobre el programa de compra de bonos contra la pandemia (PEPP) sobre el que aún no hay ningún tribunal europeo que haya emitido un fallo en contra (lleva menos de tres meses en funcionamiento). Parece probable que se acuerde una ampliación del mismo en junio o julio, como muy tarde. Por otro lado, el Consejo de Gobierno del BCE tendrá que analizar en profundidad el fallo del Constitucional de Alemania que pide al banco central explicaciones sobre el programa de compras previo al PEPP, conocido como PSPP por sus siglas en inglés. Este programa, con menor peso mensual ahora mismo que el PEPP, ha sido cuestionado por el TC alemán por supuesta falta de proporcionalidad (demasiado grande y aparatoso para lograr un objetivo de inflación). Esta acusación deja la puerta abierta a que en el futuro se abran procesos contra el PEPP, cuyo tamaño actual es de 750.000 millones de euros, pero podría llegar a duplicarse en los próximos meses.

Política monetaria

El Banco Central Europeo está preparando un plan de contingencia para seguir adelante con su programa de compra de activos (QE por sus siglas en inglés) sin contar con el Bundesbank, que es el encargado de ejecutar las compras de la deuda soberana alemana, según revela la agencia Reuters en exclusiva. Aunque todavía no está demasiado claro cuáles serán las implicaciones reales del fallo del Tribunal Constitucional de Alemania, que 'obliga' al BCE a dar explicaciones sobre sus políticas monetarias, lo que parece evidente es que el Bundesbank está dispuesto a abandonar el programa de compras de bonos (PSPP por sus siglas en inglés) si no hay acuerdo entre ambas partes y respetar la decisión del tribunal. Por ello, el BCE ya se está preparando para el peor escenario.

Cadenas globales de suministro

El comercio mundial se ha desplomado un 4,3% interanual en marzo, mientras que las cancelaciones en tiempo real de envíos de mercancías dejan entrever que lo peor aún puede estar por llegar. De este modo, el comercio global está sufriendo un doble golpe que podría dar lugar a una nueva forma de entender los intercambios de bienes y servicios. Por un lado está sufriendo el golpe natural derivado de una crisis económica muy profunda, pero por otro también está siendo víctima de una tendencia (desglobalización) que viene de más atrás, pero que podría coger mucha fuerza como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Esta transformación podría ser un lastre para la recuperación a corto plazo (el comercio internacional y el PIB guardan una relación estrecha), pero a medio y largo plazo puede tener ciertas ventjas.

Economía

La crisis del coronavirus amenaza con llevar la deuda pública de España a niveles no vistos desde el año 1.900. Parece evidente que, ante el drástico incremento del gasto público y tal nivel de endeudamiento, en algún momento tendrá que dar comienzo un proceso de consolidación (como ha reconocido el Banco de España) que devuelva a la deuda a un lugar manejable, puesto que nadie puede garantizar que los tipos de interés van a ser bajos eternamente. El actual Gobierno de España parece mostrar cierta predilección por iniciar este proceso a través de una mayor presión fiscal. Sin embargo, centrar una consolidación en la subida de impuestos (en lugar de en el recorte de gasto) puede poner en peligro el crecimiento económico, lo que a su vez complicaría la propia reducción de la deuda pública, como se ha podido demostrar en los últimos años: sin crecimiento, la deuda se atraganta.

Materias primas

El precio del petróleo suele ser la señal que marca la expansión o contracción de la producción de crudo, afectando a su vez al propio precio, generando así los diferentes ciclos en este mercado. Tras un colapso sin precedentes, las firmas de EEUU (principal productor de crudo del mundo) han parado en seco sus inversiones y esto se puede ver en el desplome histórico de las plataformas activas de petróleo y gas, que han caído a mínimos históricos. Un descenso de estas plataformas de exploración y perforación suele anticipar mayores subidas en los precios del petróleo.

Política monetaria

Parecía la acción definitiva. El BCE se atrevió a sacar en marzo lo que fue denominado como la 'artillería pesada', algo más tarde que la Fed, pero lo hizo. Un programa de compras de activos por 750.000 millones de euros, llamado PEPP por sus siglas en inglés. Sin embargo, dos meses después, el consenso del mercado cree que el programa es insuficiente e incluso podría acabarse durante este verano, lo que obliga al banco central a anunciar nuevas medidas. Este es un buen ejemplo de lo rápido que ha evolucionado la crisis del coronavirus y cómo las instituciones han tenido que ir modificando sus actuaciones sobre la marcha.

Economía

Parece que lo peor para las economías europeas ha quedado atrás, lo que no quiere decir, ni mucho menos, que ahora el PIB y el empleo vayan a crecer con brío. Europa se enfrenta a una recuperación económica que puede estar plagada de asimetrías, tantas como las diferencias entre las economías que componen el euro. La estructura económica de cada país y los niveles de deuda son clave para la recuperación que viene. La economía de España es una de las que cuenta con un mayor número de lastres que amenazan con entorpecer el 'vuelo' de la recuperación, que debería comenzar en el tercer trimestre del año. Por el contrario, Alemania se encuentra a la cabeza de los países mejor preparados para que su PIB recupere la senda del crecimiento con vigorosidad.