
Parecía la acción definitiva. El BCE se atrevió a sacar en marzo lo que fue denominado como la 'artillería pesada', algo más tarde que la Fed, pero lo hizo. Un programa de compras de activos por 750.000 millones de euros, llamado PEPP por sus siglas en inglés. Sin embargo, dos meses después, el consenso del mercado cree que el programa es insuficiente e incluso podría acabarse durante este verano, lo que obliga al banco central a anunciar nuevas medidas. Este es un buen ejemplo de lo rápido que ha evolucionado la crisis del coronavirus y cómo las instituciones han tenido que ir modificando sus actuaciones sobre la marcha.
Desde el fallo del Tribunal Constitucional alemán (poniendo en dudas el otro programa de compras del banco central), el BCE ha tenido que aumentar sus compras bajos el PEPP desde los 20.000 millones de euros semanales hasta los 30.000 millones de euros. El banco ha usado más de 180.000 millones de euros de los 750.000 que anunció. Las compras semanales han ido ganando fuerza, alcanzando un ritmo insostenible para sobrevivir al verano.
"Observaremos muy de cerca los datos semanales de compra de PEPP de la próxima semana para ver si las compras del BCE se desaceleran...Si las compras semanales se ralentizan y los mercados siguen tranquilos, con incluir a los ángeles caídos en las compras y cierta información sobre las reinversiones de PEPP podría ser suficiente por parte del BCE en la próxima reunión", explican desde Bank of Amercia Merryll Lynch.
La calma tensa del mercado
Sin embargo, la calma tensa en el mercado puede provenir precisamente de las compras del BCE (están relajando los rendimientos de la deuda), lo que obligaría a la institución a mantener o incrementar el ritmo de adquisición de bonos. "Si lo que parece ser una respuesta positiva del mercado esta semana es el reflejo de las grandes compras del BCE, entonces el BCE intentará tranquilizar a los mercados asegurando que puede mantener el ritmo reciente de compras hasta finales, anunciando un aumento del PEPP de 300.000 a 400.000 millones en junio, prometiendo más compras incluso después".
Desde Commerzbank van más allá y creen que el BCE anunciará un incremento del programa en 500.000 millones de euros. Pese a la oposición de algunos miembros del Consejo de Gobierno, el banco central no puede permitir que se dude sobre la capacidad que tienen las comprar para mantener las primas de riesgo bajo control.
Sin munición antes de que acabe el verano
Desde la gestora Axa Investments explican que, al ritmo actual, el Plan de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP) se habrá acabado a finales del verano, pero si la situación y el BCE tiene que acelerar su ritmo de compras, entonces el importe dispuesto podría agotarse a mediados de verano.
"El PEPP del BCE parecía enorme cuando se anunció. Ahora nos preocupa que el ritmo de compras puede hacer que la partida de 750.000 millones de euros se agote al final del verano", explica Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers.
"Hay una peligrosa espiral con la que tiene que lidiar el BCE", explica Moëc. "Las dudas sobre la capacidad que tiene el BCE de romper con sus propios límites autoimpuestos, exacerbadas tras el reciente fallo del Constitucional alemán, incentivan la venta de bonos de algunos de los países más frágiles, lo que termina obligando a la autoridad monetaria a acelerar sus compras diarias. Al ritmo actual, el BCE habrá agotado la totalidad del plan PEPP para finales del verano, mucho antes de lo esperado".
"Creemos que lo preferible sería que el BCE anunciara una extensión del programa en su reunión del 4 de junio. Por un lado se podría ver como una provocación, después del fallo del Constitucional alemán y sin que haya dado tiempo a una respuesta. Pero al mismo tiempo, el mercado podría interpretar la falta de anuncios como un indicio de poca resolución por parte del BCE, lo que de nuevo podría acelerar las ventas de bonos de los países más frágiles", explica el experto.
"Si eventuales errores de comunicación en esta reunión de junio obligaran a la autoridad monetaria a incrementar todavía más sus compras, por ejemplo elevándolas a un nivel de 13.000 millones de euros diarios, entonces el BCE ya habría agotado todo el PEPP para cuando llegue la siguiente reunión programada de la entidad, el 16 de julio. Siempre es mejor ver al BCE como una institución proactiva, en lugar de que tome decisiones arrastrada por las circunstancias del mercado. Por eso consideramos que el curso preferible de acción sería anunciar una extensión del PEPP en junio", concluye Moëc.