Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.
Materias primas

Vuelven los descensos a los futuros de petróleo, que cotizaban durante la primera mitad del día. Este viernes, el crudo Brent había llegado a recuperar los 30 dólares por barril tras una palabras de Donald Trump, presidente de EEUU, en las que daba a entender que se podría intervenir el mercado de petróleo en un intento por evitar el colapso que se avecina en el sector del fracking de EEUU. A esto se suma la solicitud de compra de emergencia del Departamento de EEUU de 30 millones de barriles de petróleo americano para echar una mano a la industria del shale oil (petróleo de esquisto). Pese a todo, el petróleo se encamina hacia su cuarta semana seguida cayendo más de un 10%, algo inédito hasta la fecha.

Precios de los combustibles

La última vez que el petróleo colapsó y el barril de Brent (crudo europeo) cayó por debajo de los 30 dólares fue en enero de 2016. Entonces, llenar el depósito de gasolina era 8 euros más barato de lo que es hoy, pero el 'oro negro' registra un precio similar o incluso más bajo. Es habitual escuchar entre los consumidores que las estaciones de servicio no trasladan las caídas del petróleo al precio de la gasolina o el diésel. Aunque hay algo de verdad en ello (los márgenes brutos y el precio antes de impuestos son hoy más altos que en 2016), lo cierto es que el precio final de los hidrocarburos depende cada vez menos del petróleo: los impuestos suponen más del 55% y los costes laborales y de distribución se llevan también una parte importante de cada litro, impidiendo que los combustibles bajen tanto como el petróleo, al igual que deberían impedir que subiese el precio tanto en fases de alzas del petróleo. De este modo, el coste de la materia prima supone alrededor del 27% del precio final.

Política monetaria

Ahora sí. El Banco Central Europeo ha hecho todo lo que estaba en su mano bajo las reglas actuales (siempre quedará el helicóptero del dinero). No solo ha ampliado la cantidad de munición de su bazuca, sino que también ha aumentado el tamaño de su calibre dejando la puerta abierta a romper sus propias normas para adquirir toda la deuda que sea necesaria. Este flexibilidad, que aparece en la parte final del comunicado del banco central, podría ser fundamental para que los bonos de los países más endeudados no paguen una prima notablemente más alta cuando hay turbulencias. Países como España, Italia o Portugal podrían ser los grandes beneficiados de esta flexibilidad. Esta puerta se abre tras dejar los tipos de interés sin cambios en la pasada reunión del 12 de marzo, donde sí anunció grandes inyecciones de liquidez para la banca.

Materias primas

Tercera jornada de caídas consecutivas para el petróleo, incluyendo el desplome del lunes que superó el 11% y el de este miércoles que está siendo aún más negro todavía. Estos descensos han llevado al barril de Brent a situarse en niveles mínimos de 17 años, llegando a caer a los 24,5 dólares, niveles no vistos desde octubre de 2003. El Brent ha perforado a la baja los niveles de 2016 (27,88 dólares), cuando Arabia Saudí se propuso inundar el mercado de petróleo barato. Ahora la situación es un tanto más grave para el 'oro negro', pues no solo Riad ha anunciado que va a bombear más crudo que nunca, Rusia -segundo productor mundial- también tiene planes para abrir las espitas y elevar sus niveles de producción de crudo. Por su parte, el West Texas ha llegado a ceder hasta un 24%. Esta ha sido la tercera peor sesión del petróleo americano en su historia que ha cerrado en mínimos de 2002. Un analista de Commerzbank comentaba de forma acertada en una nota que "la situación le recuerda a dos trenes que se dirigen el uno hacia el otro a toda máquina".

Mercados

Parece increíble, pero la recesión, que ya se muestra imparable por el impacto del coronavirus, había sido vaticinada -una vez más- por la curva de rendimientos del bono americano hace un año. La Reserva Federal y decenas de economistas habían restado importancia a esta inversión de la curva de tipos -es cuando el interés del bono del Tesoro de EEUU a un año supera al de diez- que se que se produjo a finales de marzo de 2019. Parecía que el entorno de bajos tipos de interés y los rollizos balances de los bancos centrales podrían estar ayudando a la curva a invertirse de una forma más recurrente que en el pasado, sin que ello anticipase la llegada de una recesión. Un año después, la recesión parece estar a la vuelta de la esquina. ¿Sabía la curva de tipos que venía el coronavirus? No. Los inversores sabían lo mismo que el resto, pero el miedo a la desaceleración económica y la incertidumbre política, junto la casualidad, están a punto de completar el octavo acierto (y un solo fallo) de la curva desde 1955.

Economía

El impacto del brote de coronavirus en la economía del gigante asiático ha sido aún mayor del estimado, según reflejan los datos correspondientes a los dos primeros meses, que confirman una caída histórica de la producción industrial y de los servicios, a la par que se ha producido un incremento importante del desempleo. Ahora parece prácticamente seguro que el PIB de China sufrirá el primer retroceso interanual desde 1989. Mientras tanto, la zona euro y el resto de regiones en las que se está expandiendo el coronavirus podrían seguir los pasos de China, abocando a la economía global a una recesión profunda.

Materias primas

El precio del petróleo sigue en caída libre. Los futuros de Brent, crudo de referencia en Europa, se dejan más de un 11% y han llegado a perder los 30 dólares, mínimos desde enero de 2016. Por su parte, el petróleo West Texas corrige alrededor de un 8% y se sitúa levemente por encima de los 29 dólares el barril.