Presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas
Juan Velarde

Eurostat ha publicado una especie de Anuario Estadístico comentado, donde expone los objetivos para un desarrollo sostenible de todos y cada uno de los miembros de la Unión Europea, con ampliación comparativa con el resto de los europeos: Irlanda, Noruega, Suiza, Montenegro, Turquía, Serbia, Albania, Bosnia y Herzegovina y Kosovo. Ese desarrollo sostenible que se busca exige ofrecer multitud de indicadores, como indica Mariana Kurzova, directora general de Eurostat. Y a través de 17 objetivos se ofrece un panorama estadístico muy interesante. Conviene, a mi juicio, tenerlo en cuenta, así como la comparación de la situación de 2017 con la de 2011. Ofrezcamos algunas informaciones especialmente interesantes para España, sobre todo porque en estos momentos las señales hacia el futuro que tenemos más parecen acercarnos a 2011 que hacia 2017 o 2016. Añádase que en las relaciones que siguen, el puesto 1 corresponde a la mejor realidad de desarrollo sostenible; y el 28, a la peor.

Juan Velarde

Un excelente trabajo del profesor Iglesias de Ussel, titulado La caída de la natalidad en España: aproximación a sus causas, estaba acompañado de un gráfico muy interesante sobre el número de nacimientos que tuvieron lugar en España, anualmente, desde 1900 a 2005. Y nada más contemplarlo se percibe algún tipo de vinculación, incluso en ocasiones bastante fuerte, con la realidad económica vivida por España en ese periodo. Veamos esos enlaces.

Juan Velarde

La ruptura del gran mercado único, como consecuencia de la posible huida del Reino Unido dentro de la operación del Brexit, que en muchísimos aspectos englobaba a 28 países europeos, es un daño para todos y cada uno de sus miembros y, desde luego, para España. Pero este daño se plantea dentro de los que podríamos denominar problemas a corto plazo. Adelanto que suelen ser los que, por motivos electorales, hoy en día obsesionan a grandísima parte de los políticos. En el caso concreto español, es evidente que, por su repercusión, como por ejemplo en Andalucía, genera especiales tensiones para el actual Gobierno.

La cuestión del funcionamiento del mercado de trabajo se plantea como prioritario en todas las economías del mundo en estos momentos. Naturalmente en Europa y, desde luego, en España. Las cifras hablan por sí mismas, y las consecuencias económicas -no en balde se trata de la población activa, un elemento clave de cualquier función de la producción- y su impacto sociopolítico, generan, una y otra vez, la necesidad de abordar esta cuestión.

Juan Velarde

En España, en un momento clave de la Transición, surgió con fuerza el que se podría denominar modelo económico socialkeynesiano, cabalmente, ese que parece retoñar, ahora mismo, en las directrices iniciales del Gobierno Sánchez a causa, seguramente, de sus alianzas con toda una serie de partidos políticos. El trabajo de Eduardo Ortega Socorro, La reforma de la Ley de Estabilidad bloquea el techo de gasto y presupuesto, publicado en elEconomista de 25 de agosto de 2018; prueba cómo la aparición de este modelo económico se pone claramente de manifiesto. Pues bien, ¿esto qué supone?.

Juan Velarde

España, en el año 1957, cambió su modelo básico de política económica muy a fondo. Se remontaba éste a 1874, y al Gobierno de Cánovas del Castillo. No iba a ser alterado esencialmente desde el reinado de Alfonso XII, hasta los gobiernos de Franco, pasando por la Regencia de María Cristina, por todo el reinado de Alfonso XIII y por la etapa de la II República. Pero a partir de 1957, aquella política española, fundamentalmente proteccionista, de cierre cada vez más amplio ante la competencia de bienes y servicios exteriores, se alteró esencialmente, dejando de ser España un país muy cerrado y escasamente exportador.

Es muy conocida la famosa obra de Werner Sombart, Guerra y capitalismo, que en español tuvo en 1943, en la Colección Europa, una excelente versión del alemán debida a Julián Marías. Cuando se repasan las raíces que motivan la creación de un fuerte distrito industrial en Asturias, haciendo reales los deseos expuestos por Jovellanos, destaca el papel que tuvieron planteamientos muy variados, van desde descubrimientos mineros al ambiente general en la época de la Revolución Industrial, pero también cuestiones derivadas del intento de resolver problemas militares españoles.