Presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas
Juan Velarde

Cataluña ha conseguido recibir históricamente, como consecuencia de la política proteccionista avalada en Madrid por Cánovas y, muy en primer lugar, con la participación de Cambó en diversos Gobiernos, una renta considerable. Y ella le ha permitido crear en la región de Barcelona, pero con ampliaciones tan importantes como las de Tarragona o el caso concreto de Reus, un distrito industrial. Los economistas bien sabemos cómo eso lo explica de maravilla en el capítulo 10, La concentración de las industrias especializadas en localidades particulares de sus Principios de Economía, libro IV, Alfredo Marshall. Por eso, a costa de sustraer rentas de las regiones españolas que adquirían productos catalanes, con precios que crecían por encima de los incrementos de los que vendían a Cataluña los del resto de España, surgió un colosal capitalización para el distrito industrial encabezado por Barcelona.

Juan Velarde

España se ha desarrollado con mucha fuerza desde 1956. Para tener una comparación con magnitudes homogéneas, si señalamos con 100 el PIB por habitante del siguiente conjunto de países, de acuerdo con los datos del trabajo de Angus Maddison, The World Economy: Historical Statistics (OECD, 2013), España en el 2001 había subido a 525,8; Francia a 321,1; Alemania a 304,8; Reino Unido a 232,8; Italia a 391,9; Suecia a 263,9; Estados Unidos a 256,1. Ahora mismo, se observa que el PIB español crece por encima de la media de la UE. Esto significa que ha surgido un fuerte impulso convergente con los países más desarrollados, ¿puede continuar?

Juan Velarde

Felipe VI acaba en Londres de plantear un problema que desde la época de su antepasado Felipe V perturba las relaciones hispanobritánicas: Gibraltar. Y las cosas han cambiado tanto desde entonces que merece la pena replantearlo. Porque la cuestión surge por la posición de Inglaterra ante la alianza que la llegada al trono de Felipe V supuso, de situarse entre sus dos enemigos: Francia, el eterno desde la guerra de los Cien Años, y España a causa de América y el tráfico por el Atlántico. Y España y Francia tenían flotas en el Mediterráneo y el Atlántico. Perturbar su posible concentración era lo deseable. Y el control de Menorca y de Gibraltar a eso se debía. Pero la enemistad entre París y Londres concluyó con la "Entente cordial" gracias a la I Guerra Mundial y, desde 1808 con, si se quiere, 1898, España abandonó América.

Juan Velarde

La posibilidad de crear, de forma estable, diríamos que definitiva, una economía basada en el socialismo, ha tenido varias alternativas. Las ideas, variadas por otro lado, que habían surgido como reacción ante las penosas condiciones de vida de gran parte de la población activa, a partir del siglo XIX, pareció que podían servir de ejemplo tras la Revolución bolchevique. Lenin, triunfador político, percibió que su proyecto socialista había fracasado, y por ello no tuvo más remedio que volver la vista a formas capitalistas en la actividad económica rusa. Ese fue el caso de la llamada Nueva Política Económica (NEP) que se vio obligada a admitir formas capitalistas.

Juan Velarde

Ha publicado el Banco de España su Informe Anual 2016 (Madrid, 2017). Año tras año, un conjunto de magníficos economistas, que trabajan en él, ofrecen panoramas valiosísimos, no solo para economistas y empresarios, sino también para los ciudadanos y, desde luego, para orientar la política económica. Es una línea de aportaciones esenciales que, de modo sistemático, van desde la etapa de la creación del Servicio de Estudios y Fernández Baños, a la actual dirigida, como gobernador, por Linde de Castro. Uno de los documentos esenciales actualmente es el Informe Anual. Para que se comprenda esto, en el que ha aparecido este año, sobre la realidad económica de 2016, basta a mi juicio con señalar cuatro aportaciones valiosísimas.

Juan Velarde Fuertes

Cuando concluí la primera clase como catedrático de Estructura Económica Mundial y de España, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona, recordé que no se entendía la marcha que había tenido la economía española sin recordar esta frase fundamental: "El criteri economic dels catalans, fa molt anys qu'a triomfat"; y esto, no solo en lo que se refiere al proteccionismo, sino por ejemplo, a la política financiera. ¿Cómo no recordar el papel de Cambó en relación con la Ley de Ordenación Bancaria de 1921 para salvar la situación derivada de una quiebra bancaria local que originaba en Barcelona aquello que se expresaba así: "Parecía que se nos había muerto un pariente"?

Juan Velarde

Hace prácticamente un año, el 17 de mayo de 2016, convocados por el Instituto de Estudios Económicos, se reunió un importante grupo de economistas del sector privado y de la Universidad. La situación derivada de esa reunión fue la publicación por el mencionado Instituto del documento España en la encrucijada: la disciplina fiscal es innegociable. Señalaban que tras las elecciones del 26 de junio de 2016, para rectificar la fragmentación provocada por el resultado electoral del 20 de diciembre de 2015, se pensaba que sería muy grave que el nuevo Gobierno "no emprenda las reformas adicionales que están todavía pendientes y que son necesarias". Para ello se necesitaba un sólido apoyo parlamentario "que respalde las grandes líneas de reforma de política económica". Se trataba, como señalaba este documento, de "reformas estructurales desde el lado de la oferta", las cuales "aun no se habían puesto en acción".

Juan Velarde

Tras la práctica liquidación del Partido Socialista en Francia; tras el retroceso de la socialdemocracia en Alemania; tras el previsible fracaso del Partido Laborista en el Reino Unido; tras su desaparición en Italia y en Grecia, nos encontramos, como probaron las internas del 21 de mayo de 2017, con que una situación muy preocupante se abre ante el PSOE, el cual se ha convertido en poco tiempo, de ser un partido muy votado, en uno de izquierdas en competencia con diversos populismos. La contestación la tenemos, sobre todo, en relación con la economía.

Juan Velarde

Como recoge el profesor Moreno Alonso en su excelente Jovellanos. La moderación en política (Faes, 2017), este pensador y político en su Elogio de Carlos III destacaba, como clave para el elogio, el que este monarca convirtiese a la economía en la "verdadera ciencia del Estado". Y así es. En estos momentos ¿cómo se ha conseguido el enorme progreso que desde el punto de vista del bienestar económico se observa en España? Pues sencillamente porque, a partir de 1953, la orientación de la vida política española pasó a tener en cuenta la necesidad de abrir la economía al exterior, como había señalado Perpiñá Grau en su De economía hispana (1936), necesidad aceptada más adelante por Ullastres en la etapa que transcurre de 1953 a 1959. Pero también se establecían adecuados enlaces con la macroeconomía, como había señalado Valentín Andrés Alvarez al construir la tabla input-output de la economía española en 1954, con el inmediato añadido de la Contabilidad Nacional de ese año, dirigida por Torres, y con el complemento derivado del adecuado análisis de los flujos financieros facilitados por esa sucesión de expertos del Banco de España que se inicia con Olariaga, sigue con Sardá, se amplía con Luis Ángel Rojo y llega hasta ahora mismo con Linde de Castro. Y, en relación con la política de mercado, se dibujó otra línea que va desde 1941 y un trabajo publicado en el nº 1 de la Revista de Estudios Políticos de Valentín Andrés Álvarez, a la vinculación a España desde 1944, escapando de la ira de Hitler hasta su muerte, del gran economista Stackelberg. O, en otro sentido, frente a los desatinos de Marcelino Domingo y la II República, ¿no fue clave el conocimiento de la ley de King por Larraz, con lo que reorientó, en sus cursos en el Colegio Cántabro y en el CEU en 1935 y 1936, una política agraria, por cierto hoy consagrada en el ámbito de la Unión Europea con el nombre de la PAC?

Juan Velarde

La influencia de la Iglesia ha sido y es muy importante. Para comprobarlo es suficiente con tener en cuenta que la creación de la actual economía necesitó una serie de apoyos técnicos y de pensamiento que en más de una ocasión se alejaba de posturas del tomismo. Basa citar, en primer lugar, que fue un fraile, Lucas Pachiolo, en 1494, quien enseñó para siempre por qué debía emplearse la partida doble en el mundo de la actividad económica. Pero, además, un contemporáneo, el Cardenal Cayetano, tuvo un gran papel. Como señala ese miembro de la Escuela Austriaca que es Murray N. Rothbard, en su Historia del Pensamiento Económico Cayetano expuso "la opinión escolástica habitual de que el justo precio es el precio común de mercado, el que refleja la estimación de los compradores y sostiene que el precio fluctuaría al cambiar las condiciones de la oferta y la demanda". Y también el Cardenal Cayetano en De cambiis defiende que eso es lo que debe funcionar entre las monedas y, como señala Rothbard, mostró que el valor de una moneda concreta "no depende solo de la demanda de las condiciones actuales de la oferta y demanda de moneda, sino también de las expectativas sobre el estado futuro del mercado".