
Evidentemente, todo análisis serio de una economía nacional tiene que tener en cuenta que parte de su actividad se sustrae al conocimiento ofrecido habitualmente por las estadísticas oficiales. Los motivos son variados. No es posible olvidar, en el caso de España, el impacto que causa un intervencionismo administrativo encarecedor, por su ineficacia mostrada por la lentitud del procedimiento existente, como muestra, referido a cada año, el Banco Mundial en su publicación, para 189 economías, titulada "Going Business. Going Beyond Efficiency", que no coloca en ningún buen lugar a España, año tras año, y que incluso ha estimado esa eficacia que debería tener el sector público y otros añadidos adicionales para las diversas autonomías. Yo expuse esta última realidad con motivo de una reciente llamada en relación con los problemas autonómicos en una Comisión del Congreso de los Diputados. Y, desde luego, las publicaciones tituladas "Informe global de la Corrupción", de Trasparency International, enlazan con todo eso.
Lo señalado se completa de modo valiosísimo con esta reciente publicación del Fondo Monetario Internacional acerca de la economía oculta, ofreciendo sobre ella interesantes datos mundialmente comparativos, sobre este aspecto de nuestra economía, para lo cual en esta aportación del Fondo Monetario Internacional -concretamente, de su "Departamento Africano"-, se presenta, en primer lugar, una serie de informaciones teóricas muy interesantes, con una bibliografía amplísima, y así poder averiguar, de la manera más adecuada, el grado de ocultación que existe en ese amplio conjunto de países. Como uno de ellos es España, interesa, porque además existe la posibilidad de comparar sus datos con otras naciones.
Es preciso, además, señalar que se ha empleado el servicio MIMIC, con uso concreto del SEM, o "modelo ecuacional estructural" que, por cierto, se ha empleado mucho, en el año 1970 del análisis que procede de la teoría estadística de las variables no observadas, desarrollado en el año 1970, por Zellner, en su artículo "Estimation of regressions relationships containing unobservable independent variables", publicado en la "International Economic Review". A partir de ahí en las págs. 12-13 puede conocerse su aplicación.
¿Y por dónde anda España en comparación internacional? Pues, como se muestra en la pág. 18, en 2017, en el conjunto de los 31 países de la Unión Europea, España, con el índice de ocultación 17,2 se encontraba prácticamente en la media de esos 31 países, que era 17,1. Está muy alejada de los países de la Europa Oriental –Bulgaria con 29,6, Turquía con 27,2, Croacia con 26,5 pero también muy distante del que podríamos denominar conjunto europeo atlántico, con Francia, 12,8; Noruega, 12,2; Suecia 12,1; Finlandia, 11,5; Dinamarca, 10,9; Alemania 10,4; Irlanda, 10,1; Reino Unido, 9,4; Holanda, 8,4; Luxemburgo, 8,2; Austria, 7,1 y Suiza, 6,0.
Para el periodo 1991-2015, el promedio de la economía oculta española era de 24,52 -con desviación estructural 1'98; necesaria, 24,04, cifra mínima del periodo, 21,53 y máxima de 27'98 . Y para datos comparativos en los países fronterizos de la nación española: la de Portugal era 21,88; la de Francia 14,08; y Marruecos, 34,01. Y tiene interés la evolución temporal en el periodo 1991-2003. De 1991 a 1996 -Gobierno de Felipe González el índice pasó del 27,49% al 26,13; y de 1995 a 2003, Gobierno de José María Aznar, de 26,13 a 23,05. Si relacionamos esto con acusaciones a economías sumergidas vinculadas con la corrupción, el dato no deja de ser interesante.
Por cierto, nadie parece haberse interesado por esta realidad numérica. Marca, sin embargo, por dónde conviene caminar. Ignorarla puede resultar preocupante.