Los republicanos en el Senado, en sintonía con la Casa Blanca, presentaron finalmente su propuesta adicional de estímulo, que alcanza una factura de un billón de dólares. Tras una corta demora e intensas negociaciones internas durante el fin de semana, el plan apuesta de nuevo por el pago directo de 1.200 dólares a los contribuyentes que ingresen menos de 75.000 dólares al año.