Economía

Las subsidios adicionales a los desempleados entorpecen las negociaciones del próximo estímulo en EEUU

  • Trump destinará 100.000 millones para proteger el empleo de las pymes
  • El plan apuesta por un pago para quien cobre menos de 75.000 dolares al año
El presidente de los EEUU, Donald Trump. Reuters
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Los republicanos en el Senado, en sintonía con la Casa Blanca, presentaron finalmente su propuesta adicional de estímulo, que alcanza una factura de un billón de dólares. Tras una corta demora e intensas negociaciones internas durante el fin de semana, el plan apuesta de nuevo por el pago directo de 1.200 dólares a los contribuyentes que ingresen menos de 75.000 dólares al año.

También incluye 105.000 millones de dólares para colegios y universidades así como 100.000 millones de dólares más para el Programa de Protección de Nóminas (PPP, por sus siglas en inglés), el plan de créditos a fondo perdido del gobierno para proteger los empleos entre las pequeñas y medianas empresas.

Al mismo tiempo ofrece protección legal durante cinco años a compañías y proveedores de salud en relación con la pandemia. El proyecto de ley no incluyó ayudas adicionales para los gobiernos estatales y locales pero pero a cambio ofrece a estos una mayor flexibilidad adicional para gastar los 150.000 millones de dólares ya aprobados en el estímulo de finales de marzo, que alcanzó los 2,2 billones de dólares.

Sin embargo, el punto de fricción que dificultará las negociaciones en los próximos días con los legisladores demócratas se centra ahora en la extensión de los subsidios adicionales por desempleo. Como parte de la ley instaurada en marzo, los estadounidenses han recibido 600 dólares más a la semana a cargo del gobierno federal además de los beneficios que los estados ya ofrecen, que generalmente reemplazan el 45% del salario de un trabajador.

Esta medida expirará el próximo 31 de julio y el proyecto de ley respaldado por los legisladores demócratas en la Cámara de Representantes, cuyo valor total alcanza los 3,5 billones de dólares, apuesta por extenderla por lo menos hasta finales de año manteniendo la cantidad actual intacta.

No obstante, los republicanos en la Cámara Alta quieren reducir el pago de 600 a 200 dólares semanales hasta que los estados puedan implementar una nueva medida que pagaría a un desempleado hasta el 70% de los ingresos que cobraba antes de perder su puesto de trabajo.

Dado que múltiples estados podrían enfrentar problemas a la hora de desarrollar un programa específico, como el que plantean los republicanos, los 200 dólares a la semana servirían de puente hasta que éste se complete.

Aunque existe cierto acuerdo bipartidista sobre los elementos principales del proyecto de ley también hay profundas diferencias en algunos de los detalles, dado que muchos demócratas no cederán en lo que a reducir las ayudas adicionales por desempleo se refiere. En estos momentos se apunta al 7 y el 10 de agosto como fechas clave para aprobar el proyecto de ley final.

Negociar cuanto antes

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, pidió el lunes a los republicanos y a la Casa Blanca que acudan cuanto antes a la mesa de negociaciones antes de que las ayudas adicionales de subsidio por desempleo y la moratoria en los desahucios expiren para millones de estadounidenses.

"El tiempo se acaba", recordó Pelosi, quien criticó la decisión de la administración Trump y los republicanos de recortar los subsidios adicionales por desempleo. "Llevamos listos para negociar durante más de dos meses y los republicanos quieren ir poco a poco mientras muchos niños están hambrientos y las familias no pueden costear sus alquileres", señaló.

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