Estados Unidos se enfrenta en estos momentos al ciclo de endurecimiento de su política monetaria más atípico en los últimos 30 años. Es cierto que la tasa de paro se hunde a un mayor ritmo que en 1987, 1994, 1999 y 2004 pero, sin embargo, la inflación es bastante baja, el crecimiento real del PIB es débil y el dólar se encuentra en niveles mucho más altos que en otros momentos en que la Reserva Federal comenzó a cerrar el grifo de la liquidez.