Economía
Tiempo de crisis. Un nuevo instrumento europeo con un complicado nacimiento. Gobiernos que esperan la ayuda europea. Y una decisión del Tribunal Constitucional alemán que dispara las alarmas en toda Europa. Sucedió en el verano de 2012, cuando los jueces de Karlsruhe pusieron en jaque la creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), en el peor momento de la crisis de la eurozona, un par de semanas después de que Chipre y España hubieran solicitado un rescate, y con Grecia, Irlanda y Portugal manteniéndose a flote con la asistencia del predecesor del MEDE. Y ha vuelto a ocurrir ahora, con la pandemia apretando en Europa, una nueva recesión en cocción, y toda la Unión poniendo velas para que lleguen ya las transferencias del fondo de recuperación, esperadas para algún momento del segundo semestre, si no se tuercen demasiado las cosas.