
El impacto del Covid-19 y las medidas de restricción para contenerlo no han dejado la misma cuenta en cada Estado miembro o sector económico. Entre las grandes economías de la zona euro, España es la que ha pagado un coste mayor cada vez que se apretaban las medidas de contención, según recoge un estudio del BCE publicado este jueves.
Desde el verano pasado, las autoridades, empresas y hogares "han aprendido cómo responder mejor a medidas de contención más específicas para aliviar su impacto económico". Pero no todos se han adaptado igual.
El estudio del BCE no solo registra las mayores caídas de actividad en Italia y España, debido en parte a la composición de su economía. El eurobanco además ilustra cómo la economía española fue la más elástica. Es decir, fue la más sensible a cada nuevo repunte de la pandemia y las medidas de contención.
"El proceso de aprendizaje se fortaleció aún más en el cuarto trimestre, ya que las elasticidades cayeron bruscamente en medio de un renovado endurecimiento de las medidas, que alivió la contracción económica," dice el BCE.
Sin embargo, en nuestro caso, la elevada elasticidad sugiere que no nos adaptamos igual de bien que otras economías al virus, en parte por nuestro modelo económico.
Si bien los niveles de contención fueron en gran medida comparables, según el BCE, las pérdidas económicas menores en Alemania y Holanda implican elasticidades estimadas relativamente pequeñas, y por lo tanto más aprendizaje, "mientras que las pérdidas más altas en España implicaron elasticidades más altas". El BCE no entra a especificar si este aprendizaje a lo largo del tiempo se debió a medidas de contención más específicas, o localizadas, o mejores respuestas de comportamiento de los hogares y las empresas.
Efectos por sectores
Por sectores, el impacto fue mayor, y la posibilidad de adaptarse menor, en aquellas empresas donde el teletrabajo no es posible, o donde existe un contacto más directo con el público. Los servicios de recreo se llevarán la peor parte, con una caída del 10% de actividad para mediados de este año en comparación con los niveles previos a la pandemia.
En el lado contrario, la industria es la que mejor se ha adaptado ya desde finales del año pasado, y se espera que supere este trimestre en un 1% el nivel de actividad previo a la pandemia.
El BCE apunta que "aún existe una gran incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, las medidas de contención y los efectos económicos asociados". Por eso, queda agarrarse a las medidas de confinamiento teledirigidas y a la adaptación de empresas y ciudadanos para limitar los costes económicos. No obstante, la institución concluye apuntando que "es probable que persista la gran divergencia en el impacto económico de las medidas de contención entre sectores, al menos a corto plazo".
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