CORONAVIRUS

Continúan las muestras de improvisación del Gobierno en la crisis del coronavirus, esta vez a cuenta del uso de las famosas mascarillas y las medidas de seguridad sanitaria necesarias para emprender de nuevo la actividad laboral tras el confinamiento en las empresas. En este caso, a pesar de que e Ejecutivo reconoce que se necesitarán días para un abastecimiento masivo de estos artículos de protección personal y del comunicado de CEOE de este lunes denunciando que en la vuelta al trabajo no se está proveyendo de este material a todos los trabajadores, desde el gabinete de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, reconocen que la Inspección vigilará el cumplimiento de estas medidas a rajatabla con revisiones en las empresas que retoman su actividad estos días.

La medida será de carácter temporal y la ayuda permanente saldrá en tres meses

coronavirus

El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, está obstinado en la aprobación inmediata del ingreso mínimo vital como una de las medidas complementarias dentro del plan de choque económico del Ejecutivo para paliar los efectos de la crisis sanitaria y, finalmente, se saldrá con la suya. Tras haber emprendido la batalla de su puesta en marcha en solitario, al margen del trabajo elaborado hasta el momento por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en esta materia, finalmente se ha alcanzado un acuerdo en el seno del Ejecutivo, incluidos los gabinetes de Yolanda Díaz y José Luis Escrivá, para una herramienta de urgencia que preceda a la ayuda permenente en la que trabaja la Seguridad Social y que podría ver la luz en tres meses.

CRISIS SANITARIA

España no está preparada para la introducción de un ingreso mínimo vital... o al menos sus estructuras macroeconómicas. Esta es la principal conclusión que se extrae del análisis de los expertos consultados por elEconomista que advierten de un elevado volumen de paro, un déficit aún en cotas elevadas y una deuda pública que amenaza con desbordarse por encima del 100% de PIB.

CRISIS SANITARIA

Hace pocos días que el Gobierno dio a conocer los datos de paro y de afiliación que arrojaron en marzo el peor mes para el empleo en la historia de España -con un aumento de parados nunca antes visto y un récord de destrucción de puestos de trabajo-. Sin embargo, con el paso de las jornadas se atestigua que la foto demoledora que ofrecieron las cifras de ese día es aún más oscura e implica a más personas en el frenazo de la actividad productiva, algunas de ellas que ni si quiera aún habían comenzado a trabajar. Estos son 450.000 contratos que se tenían que haber realizado entre los meses de marzo y junio, en su inmensa mayoría para actividades relacionadas con el turismo y la hostelería, y que como consecuencia de la situación actual no solo en nuestro país si no en el conjunto de Europa y el mundo, no se llevarán a término ante el desplome de la demanda previsto para este verano.

CRISIS SANITARIA

Una vez estabilizada la expansión de la crisis sanitaria todos los agentes sociales miran ya al día de después. Una fase crucial del actual estado de excepcionalidad para lograr un impulso lo suficientemente robusto como para salir en un breve espacio de tiempo de la crisis económica que sucederá a la sanitaria. Para este punto, los empresarios reclaman al Gobierno un nuevo impulso y un nuevo esfuerzo en las medidas que ayuden a garantizar la solvencia de las compañías y su vuelta a la actividad una vez se levanten las restricciones introducidas con el decreto del Estado de Alarma. "El Gobierno debe mantener en la recámara medidas de apoyo más ambiciosas en estos ámbitos y en otros como el tributario o las transferencias directas a empresas, ya que las vigentes son insuficientes. Y tendrá que empezar cuanto antes a definir, compartir y consensuar el plan de retirada de las medidas restrictivas más apropiado para enfocar y afrontar la decisiva fase de recuperación económica", apunta en un comunicado de reacción a las últimas medidas tomadas por el Gobierno el Círculo de Empresarios.

MERCADO LABORAL

La catástrofe para el mercado laboral español por la crisis sanitaria del coronavirus ha sido de proporciones bíblicas a tenor de los datos de paro y afiliación presentados hace unos días que dan cuenta del peor mes para el empleo en la historia de España en marzo. Una catástrofe que ahondará en el mes de abril según las estimaciones de Funcas, que anticipa una pérdida de 1,2 millones de afiliaciones entre los dos meses y que sumado a los 3,14 millones de trabajadores involucrados en ERTE supone una expulsión del mercado de 4,3 millones de empleados a causa de la pandemia y frenazo productivo tras el Estado de Alarma.

La PMcM advierte de la destrucción de empresas insolventes

CORONAVIRUS

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ve "aconsejable" la flexibilización de los plazos tributarios pero rechaza cualquier medida de condonación general de tributos y cotizaciones sociales porque "carece de sentido", al tiempo que ve un "despilfarro inútil" aprobar transferencias generalizadas de renta, como una renta básica universal, en la primera fase, ya que iría en parte a quien no las necesita y no ayudaría a estimular la demanda.