El Fondo no ve "ahora" una recesión en España y exige reducir la rigidez de la oferta en el alquiler
El Fondo no ve "ahora" una recesión en España y exige reducir la rigidez de la oferta en el alquiler
En medio de una deseceleración económica que ya ha castigado el crecimiento de las principales potencias y el impacto previsto por la crisis sanitaria del coronavirus, uno de los principales acicates para el PIB español, el consumo privado, ha registrado su peor lectura en un inicio de año desde el 2017. Según los datos publicados por el INE, el comercio de bienes y servicios, se desplomó un 12,7% en enero de este año en comparación con el anterior mes de diciembre, algo habitual en el histórico del inicio de año como consecuencia del repunte de compras en el periodo navideño y el posterior cese de las mismas. Sin embargo, el dato llamativo es la lectura en tasa interanual que registró en enero un avance del 0,9%, el menor de los últimos tres ejercicios.
El Fondo Monetario Internacional ha publicado en Washington sus conclusiones sobre el Artículo IV que realiza una radiografía económica de España. En esta ocasión, como explicaba en una conferencia telefónica Andrea Schaechter, encargada de liderar la Misión del Fondo para nuestro país, no se han incluido proyecciones sobre el crecimiento del PIB dada la "fluida" situación desatada por el COVID-19.
El coste salarial sube un 1,6% al final de 2019, en comparación con el año anterior
Muchas son las dudas que surgen a raíz de la crisis sanitaria desatada por el coronavirus y las medidas adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez en los últimos días. Una de las más llamativas por su novedad es el requerimiento realizado desde el Ejecutivo a las empresas para que flexibilicen el horario de sus empleados e impulsen el teletrabajo de los mismos desde sus domicilios como medida de contención de la epidemia.
Los autónomos mueven ficha ante la crisis sanitaria que ha desatado el coronavirus y exigirán al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que se bonifique el 100% de la cuota de cotización en el caso de que se produzcan bajas laborales vinculadas al virus.
Los costes de los empresarios no han hecho más que encarecerse desde que llegase el Gobierno de Pedro Sánchez a La Moncloa con algunos objetivos claros como el incremento progresivo del salario mínimo interprofesional (SMI). Concretamente, según el último Índice de Costes Laborales publicado por el INE, El coste por hora trabajada repuntó un 2,2% en el cuarto trimestre de 2019 respecto al mismo periodo de 2018, frente al incremento interanual del 2,5% que experimentó en el tercer trimestre.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones anunció recientemente su intención de elevar las bases máximas de cotizaciones de los trabajadores asalariados con rentas altas como un acicate para los ingresos del sistema a partir de las aportaciones de los que más dinero ganan en nuestro país. En ese momento, la medida apuntaba a un incremento de este tope del 2,8% para 2020, si bien este mismo extremo fue desmentido por el propio ministro en una entrevista realizada con El Mundo el pasado fin de semana, quien vinculó el incremento de las aportaciones de este colectivo a la evolución de los sueldos experimentada por el mismo. Así, si bien la cuantía exacta de la subida aún no se ha fijado en el texto del Real Decreto Ley que recogerá la medida -fuentes cercanas a Seguridad Social reconocen que aún se está trabajando en los últimos flecos-, varios indicadores de evolución salarial rebajarían esta cuantía al entorno del 2%.
Preocupación en el sector por el desabastecimiento de las manufactureras
La crisis sanitaria desatada por la epidemia de coronavirus lastrará la actividad de diversos sectores de la economía española, alguno de ellos especialmente sensible para el crecimiento como es el del turismo o las exportaciones de bienes y servicios. De hecho, en el sector de comercio exterior se ha instalado la incertidumbre por el posible impacto en la actividad que pueda generar la distorsión de la producción de bienes ante la falta de materiales para la elaboración manufacturera procedentes de países como China. Y en este punto, preocupa especialmente la relación comercial con Italia, foco del virus en la Unión Europea, donde nuestro país se juega hasta 23.200 millones de euros en exportaciones y 20.566 millones en importaciones, lo que supone un saldo bilateral positivo para España de 2.647,6 millones de euros.