
La crisis sanitaria desatada por la epidemia de coronavirus lastrará la actividad de diversos sectores de la economía española, alguno de ellos especialmente sensible para el crecimiento como es el del turismo o las exportaciones de bienes y servicios. De hecho, en el sector de comercio exterior se ha instalado la incertidumbre por el posible impacto en la actividad que pueda generar la distorsión de la producción de bienes ante la falta de materiales para la elaboración manufacturera procedentes de países como China. Y en este punto, preocupa especialmente la relación comercial con Italia, foco del virus en la Unión Europea, donde nuestro país se juega hasta 23.200 millones de euros en exportaciones y 20.566 millones en importaciones, lo que supone un saldo bilateral positivo para España de 2.647,6 millones de euros.
En este sentido, desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) su secretario general, José María Quijón, apunta que si bien por el momento las rutas de ventas al país transalpino están funcionando con normalidad y "sin incidencias", sí que reconoce que se están tomando las medidas precisas para la coyuntura actual y sólo se están registrando "problemas" con el comercio dirigido al norte de Italia, foco de la infección en el país transalpino de Lombardía, Venetto y la Emilia Romaña.
"En España pueden ser muy vulnerables las empresas industriales y de fabricación que dependen de suministros desde Asia, pudiendo quebrar un buen número de ellas si la crisis se alarga y se produce desabastecimeinto", apunta el profesor de Finanzas y Banca, Juan Fernando Robles, sobre el impacto que puede tener la crisis en el comercio de España con el país vecino. Más allá, el profesor apunta que "afectará a las distribuidoras pequeñas y medianas que no tengan fuelle financiero para sostener su actividad sin disponer de stock" que podrían llegar a la quiebra en caso de no poder mantener sus compromisos de producción.
En este sentido, desde CETM recuerdan la importancia de la relación comercial con este país cuyas importaciones suponen un 6,4% del total de las efectuadas por nuestras empresas al resto del mundo, mientras que las compras que realizamos suponen más de un 8% del total.
Además, el a parte del transporte de mercancías el de personas también se verá afectado en una gran medida como consecuencia de la crisis sanitaria internacional con un efecto singular sobre el turismo, sector clave para el PIB español.
Golpe al turismo
La asociación internacional de transporte aéreo (IATA) comunicó esta semana que, ante el aumento de los casos en Europa, el tráfico de pasajeros llegará a caer un 24% de media en el mercado. En total, las aerolíneas del Viejo Continente perderán ingresos por 43.900 millones de dólares, lo que sitúa a la industria de la región como la segunda más afectada por detrás de Asia, con 57.300 millones de dólares de impacto y por delante de EEUU y Canadá, donde se espera una caída del transito de pasajeros del 10% en 2020 y un impacto de 21.100 millones en las cuentas de las aerolíneas. La cifra global supera los 101.000 millones.
Esto implica que los negocios vinculados al turismo se verán afectados en mayor o menor medida. De hecho, los hoteles madrileños han registrado un 24% de cancelaciones de media diaria debido a la incertidumbre por la crisis sanitaria, según la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM).
Además, desde que se hicieron públicos los primeros casos del virus Covid-19 las búsquedas de vuelos han caído un 40% y las de hoteles un 30% entre los viajeros españoles, según datos de Rastreator. Italia, uno de los más afectados por la epidemia, ha recibido un 10% menos de búsquedas, siendo Milán la ciudad más afectada con una caída del 60% entre los turistas españoles.
Pico de demanda en supermercados
Fuentes del sector de los supermercados españoles confrimaron a elEconomista que si bien es no se están apreciando por el momento impactos negativos en las ventas agroalimentarias en las úlitmas semanas sí que se ha observado un repunte de las ventas de geles. Desde Aecoc sí que apuntan que "los principales problemas de suministro identificados estarían vinculados con los productos electrónicos y ferretería y bricolaje", apunta la asociación señalando que se estima que los problemas de suministro pueden afectar a entre el 20% y el 30% de los pedidos que ya estaban negociados en estos sectores.
La industria del automóvil mantiene el pulso
Uno de los focos de atención a cuenta del impacto económico de la crisis sanitaria desatada por el coronavirus es la industria automotriz española, que cuenta con una especial intensidad exportadora. En este sentido desde ANFAC apuntan que "es pronto todavía para conocer un posible impacto del coronavirus en el mercado, pero es previsible que tenga incidencia en la llegada de modelos al mercado y sobre el turismo, por lo que está claro que podría tener un impacto negativo en la evolución esperada a lo largo de los próximos meses, ya de por sí, muy débil", señalan a cuenta de la evolución que se espera en el sector.
De hecho, tal es la premura de los acontecimientos que por el momento el ritmo de producción de las fábricas no se ha visto afectado, "ya que la mayoría de los proveedores de componentes son europeos", señalan. Además, apuntan al respecto las marcas están monitorizando desde el primer día la situación y realizando un seguimiento diario con medidas de contingencia, como es en el caso de la logística y transporte de componentes, para reducir el posible impacto a medio-largo plazo, tanto en la producción como en los componentes. "Igualmente, preocupa la afectación de la epidemia en Europa, donde algunas fábricas podrían tener que tomar medidas en las próximas semanas, como pueden ser paros, si la situación persiste o se agrava", señalan desde la asociación sobre el posible contagio desde Europa.
En cuanto a la exportaciones de componentes, que es uno de los principales negocios de cara al exterior, desde ANFAC apuntan que aunque es pronto para cuantificar el impacto, existe "cierta preocupación" de cómo puede afectar a la venta de turismos. De hecho, los principales mercados europeos han visto un decrecimiento en sus ventas en el último mes, lo que puede provocar que, debido a la crisis sanitaria, haya una reducción de la demanda. "Los fabricantes se mantienen vigilantes ante el desarrollo de la propagación para acometer medidas que reduzcan el posible impacto", explican desde la asociación dando cuenta del despliegue de los planes de contingencia.