Opinión
No es ninguna novedad que nos encontramos, a nivel global, en un punto de inflexión frente al cambio climático. Tampoco resulta sorprendente afirmar que la transición energética es uno de los pilares más importantes y, a su vez, urgentes para empezar a construir un futuro limpio y sostenible. En este contexto, España se enfrenta a un momento decisivo para consolidar esta transformación con el respaldo de los fondos europeos como catalizador clave. El pasado 29 de mayo se abrió la primera convocatoria de ayudas a fondo perdido para proyectos innovadores de almacenamiento energético, cofinanciada con los fondos FEDER 2021-2027. Se trata de una oportunidad histórica que canaliza cerca de 700 millones de euros hacia una de las palancas clave del nuevo sistema eléctrico.