Opinión

Caución: el aval que impulsa la energía del futuro

  • Todas las subvenciones a fondo perdido exigen garantías, ya sea mediante aval bancario o seguro de caución
  • El acceso a la financiación pública es, cada vez más, un elemento de competitividad creciente
Imagen de un tendido eléctrico en mitad de un bosque
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No es ninguna novedad que nos encontramos, a nivel global, en un punto de inflexión frente al cambio climático. Tampoco resulta sorprendente afirmar que la transición energética es uno de los pilares más importantes y, a su vez, urgentes para empezar a construir un futuro limpio y sostenible. En este contexto, España se enfrenta a un momento decisivo para consolidar esta transformación con el respaldo de los fondos europeos como catalizador clave. El pasado 29 de mayo se abrió la primera convocatoria de ayudas a fondo perdido para proyectos innovadores de almacenamiento energético, cofinanciada con los fondos FEDER 2021-2027. Se trata de una oportunidad histórica que canaliza cerca de 700 millones de euros hacia una de las palancas clave del nuevo sistema eléctrico.

Estas ayudas, que forman parte del marco Next Generation EU, están orientadas a dotar al sistema energético de mayor flexibilidad, seguridad y capacidad para integrar energías renovables. Los proyectos elegibles abarcan desde sistemas independientes conectados a redes de transporte o distribución, hasta soluciones híbridas con renovables, pasando por almacenamiento térmico o bombeo hidroeléctrico. Pero más allá de los incentivos directos, esta convocatoria revela un elemento estratégico que marcará los próximos años: el papel crucial de las garantías como llave de acceso a la financiación pública. Más allá del aval bancario: el papel del seguro de caución. Una de las condiciones para optar a estas ayudas es la presentación de una garantía de participación equivalente al 2% del importe solicitado. Además, en caso de solicitar anticipos, se exige una segunda fianza por el importe correspondiente. Tradicionalmente, estas garantías solían cubrirse mediante avales bancarios. Sin embargo, en los últimos años está cobrando fuerza una alternativa con ventajas relevantes: el seguro de caución. Como instrumento jurídico equivalente al aval bancario, este seguro permite a las empresas cumplir con los requisitos exigidos por la administración, pero con beneficios financieros y operativos que lo convierten en una opción cada vez más valorada.

A diferencia del aval bancario, el seguro de caución no computa en la CIRBE, no bloquea recursos y no conlleva gastos de gestión ni comisiones de apertura. Además, ofrece tasas competitivas, agilidad en la emisión y posibilidad de extorno de prima por riesgo no consumido. De este modo, el seguro de caución se convierte en una herramienta especialmente útil para empresas que quieren preservar su capacidad financiera y operar con mayor flexibilidad en un entorno de elevada competencia por los fondos europeos. Una ola de oportunidades. Está claro que estas ayudas no son una excepción: todas las subvenciones a fondo perdido exigen garantías, ya sea mediante aval bancario o seguro de caución. Este requisito, unido a la necesidad del Gobierno de acelerar la adjudicación de los fondos Next Generation antes de agosto de 2026, ha provocado una auténtica activación del mercado de caución. En la práctica, eso se traduce en un volumen creciente de proyectos que deben movilizar garantías con rapidez, especialmente en el marco de los PERTEs. Para muchas empresas, especialmente las medianas, la caución aseguradora representa una solución más eficiente y menos costosa que la tradicional vía bancaria. Desde WTW, observamos cómo la caución aseguradora se está consolidando como una alternativa eficaz frente al aval bancario, permitiendo a muchas organizaciones acceder a financiación pública sin comprometer su capacidad operativa. Nuestra labor, en este escenario, va más allá de la mera intermediación: acompañamos a nuestros clientes como socios estratégicos, ofreciendo asesoramiento técnico y estructural para que cada garantía funcione como una verdadera palanca de viabilidad y desarrollo.

Caución como ventaja competitiva. El acceso a financiación pública es, cada vez más, un elemento de competitividad creciente. No solo por la obtención de fondos, sino por lo que implica en términos de confianza institucional, capacidad de ejecución y proyección internacional. En este escenario, las empresas con mayor madurez administrativa y financiera, es decir, aquellas que puedan movilizar garantías sin comprometer su capacidad operativa, van a partir con ventaja en un entorno de concurrencia competitiva. Porque asegurar el futuro energético también pasa por garantizar los proyectos que lo harán posible. Y ahí, el seguro de caución no es solo una herramienta financiera: es una clave estratégica para impulsar la energía del futuro.

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