Si hay un sector que haya sido considerado tradicionalmente como puramente value, ese ha sido el automovilístico. Y a día de hoy tampoco deja de serlo. Incluso estando algunas de ellas en máximos anuales en bolsa, las principales compañías de esta industria se compran a precios muy atractivos, sustentadas por los notables crecimientos que tendrán a nivel de beneficios durante los próximos ejercicios, según las estimaciones. Todo ello, en un mercado en el que Estados Unidos y China vuelven a batallar por liderar el sector con Tesla y BYD como sus paladines de combate.