El avance de Wall Street parece imparable. El S&P 500 acumula un 15% de revalorización este año y, de acabar así este mes, firmaría el mejor primer semestre desde 1998, cuando logró subir un 16,8%. En este tiempo, ya ha registrado 31 máximos históricos. Todo, a pesar de un enorme cambio de perspectiva respecto a los tipos de interés, ya que el mercado ha pasado de esperar siete recortes a comienzos de año a solo descontarse dos descensos como máximo para la recta final de 2024, aunque la Reserva Federal (Fed) pone en duda que sea óptima una flexibilización de 50 puntos básicos. Pero la renta variable no se ha achantado y, en los últimos días, se han actualizado al alza las revisiones para el índice americano. Los motivos detrás de la mejora constante de potencial coinciden: los megalodones tecnológicos de Wall Street no paran de subir.