El avance de Wall Street parece imparable. El S&P 500 acumula un 15% de revalorización este año y, de acabar así este mes, firmaría el mejor primer semestre desde 1998, cuando logró subir un 16,8%. En este tiempo, ya ha registrado 31 máximos históricos. Todo, a pesar de un enorme cambio de perspectiva respecto a los tipos de interés, ya que el mercado ha pasado de esperar siete recortes a comienzos de año a solo descontarse dos descensos como máximo para la recta final de 2024, aunque la Reserva Federal (Fed) pone en duda que sea óptima una flexibilización de 50 puntos básicos. Pero la renta variable no se ha achantado y, en los últimos días, se han actualizado al alza las revisiones para el índice americano. Los motivos detrás de la mejora constante de potencial coinciden: los megalodones tecnológicos de Wall Street no paran de subir.

La Reserva Federal (Fed) toma la rampa de salida para bajar tipos, pero fue deliberadamente ambigua en su reunión para no desvelar si recortará una o dos veces las tasas. Pero en el 'dot plot', la hoja de ruta de la institución sobre los tipos, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) se decantaron por una. El mercado y los analistas siguen apostando por dos. El mercado laboral sigue guardando la llave de cuántos descensos habrá este año.

Las bolsas europeas han vivido una de sus peores semanas en mucho tiempo. El Ibex 35 no caía con tanta contundencia desde que surgieron las tensiones bancarias en marzo de 2023, es decir, hace más de un año, mientras que la bolsa francesa no retrocedía tanto desde que empezó la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022, hace más de dos años. El EuroStoxx 50 no acumulaba una pérdida similar desde septiembre de 2022. Mientras, los inversores han reaccionado buscando refugio en la deuda alemana.

El Ibex 35 ha firmado su tercera peor sesión de 2024 tras caer un 1,59% hasta los 11.066,1 puntos. El rojo se ha extendido por el índice, a excepción de Naturgy (+1,06%) y Endesa (+0,16%), las dos únicas que han evitado el terreno negativo. En Europa, las caídas han llegado al 2%, ya que la política en los países comunitarios sigue siendo motivo de incertidumbre. Especialmente, ante las legislativas francesas.

Los accionistas de Tesla han aprobado el sueldo de 56.000 millones de dólares de Elon Musk y el cambio de sede de la compañía a Texas, según anticipa el consejero delegado (CEO) en Twitter, ahora X. Aunque la firma de vehículos eléctricos celebra este jueves su Junta General de Accionistas para resolver ambas cuestiones, ya se puede conocer el estado de las votaciones anticipadas, ya que había que remitirlas con anterioridad y el plazo había finalizado. La campaña electoral que ha emprendido el empresario sudafricano para convencer a los inversores parece haber dado sus frutos.

La Reserva Federal mantiene la incertidumbre en los tipos. El banco central no toca los niveles actuales, entre el 5,25% y el 5,5%, pero rebaja sus expectativas para el resto del año: de dos recortes que preveían hasta ahora, los directivos de la Fed han pasado a apostar por una bajada sin descartar la segunda. Una respuesta que no se moja y desata la incertidumbre sobre los próximos movimientos de la institución.

Elon Musk está en plena campaña electoral y el tiempo se agota. Apenas le quedan horas para meterse en el bolsillo a los accionistas y el sueldo más alto de la historia. Los inversores de Tesla deciden esta semana si su consejero delegado (CEO) merece los 56.000 millones de dólares de salario. El 'sí' proporcionaría una victoria parcial al hombre más rico del mundo, que no está escatimando en esfuerzos de persuasión.

Microsoft tardó casi tres años en pasar de los dos a los tres billones de capitalización y Nvidia lo ha logrado en tres meses. La firma de chips ya ha adelantado a Apple en esta métrica, como segunda cotizada más valiosa del mundo, únicamente por detrás de la fundada por Bill Gates. Es el último objetivo que tiene por delante la de Jensen Huang, a la que solo le queda convertirse en la número uno tras un año alucinante.

Nvidia ha decidido batir los hitos bursátiles de dos en dos. La firma fabricante de chips ha batido la barrera de los 3 billones de capitalización bursátil, batiendo a Apple y situándose como la segunda compañía más valiosa del mundo, solo por detrás de Microsoft. Una remontada espectacular que le ha llevado a casi triplicar su valor en apenas 6 meses.

Las heridas de OpenAI no se han cerrado desde el despido de cinco días de Sam Altman en noviembre. El cisma interno en la compañía no solo no ha cesado seis meses después, sino que es cada vez más evidente. Los peligros que entraña la inteligencia artificial (IA) han generado un nuevo 'motín' dentro de la empresa. Esta vez, la escenificación del conflicto ha llegado en forma de carta, firmada anónimamente por empleados actuales y sellada con nombre y apellidos por extrabajadores. De nuevo, advierten sobre la deriva de la firma y sobre el riesgo que supone esta tecnología para la supervivencia humana.