
Microsoft tardó casi tres años en pasar de los dos a los tres billones de capitalización y Nvidia lo ha logrado en tres meses. La firma de chips ya ha adelantado a Apple en esta métrica, como segunda cotizada más valiosa del mundo, únicamente por detrás de la fundada por Bill Gates. Es el último objetivo que tiene por delante la de Jensen Huang, a la que solo le queda convertirse en la número uno tras un año alucinante.
Solo estas tres empresas pueden presumir de haber alcanzado los tres billones de valor en bolsa (y de valer juntas lo mismo que toda la bolsa china, según Bloomberg). Y Nvidia puede alardear de haberlo conseguido a la velocidad del rayo. Hace tan solo un año, la compañía lograba el billón de capitalización tras un cuarto de siglo como cotizada. Desde entonces, ha pisado el acelerador, ya que 12 meses después ha logrado los dos billones y los tres billones.
Que el rally de Nvidia está siendo imparable no es ninguna novedad. En lo que va de año, ha ascendido un 147% o, dicho de otra manera, ha añadido una compañía de la envergadura de Amazon a su capitalización, 1,8 billones de dólares. La de chips supera ampliamente la suma de Novo Nordisk y ASML, las dos empresas más valiosas de Europa.
Los hitos se acumulan en esta compañía, que lleva 12 meses cosechando todo tipo de hazañas bursátiles. Ha renovado máximos históricos en 39 ocasiones este año, con sus acciones sobre los 1.200 dólares. Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), Intel, Qualcomm o AMD juntas valen menos que la de Jensen Huang. No hay nada equiparable en la industria de los procesadores. Además, es el mejor valor del Nasdaq 100 y el segundo del S&P 500, por detrás de Supermicro.
Todo ello refleja lo que está siendo capaz de conseguir la de Santa Clara y el ritmo con el que la firma está avanzando posiciones, lo que amenaza el reinado de Microsoft. Esta última superó a Apple en valor a principios de año, con lo que apenas lleva meses en el puesto, y no se puede descartar el 'sorpasso' de la de chips a la actual reina.
Es cierto que ambas compañías están creciendo por el mismo motivo: el auge de la inteligencia artificial (IA). Esto las correlaciona en cuanto a crecimiento, ya que si continúa esta disrupción tecnológica, lo previsible es que ambas se beneficien. Al revés, si algo se tuerce, las dos pueden caer en paralelo. Pero la ventaja que tiene Nvidia reside en la velocidad, ya que la encabezada por Satya Nadella apenas se revaloriza un 12,7% en el ejercicio, con lo que añade 0,35 billones de capitalización, cinco veces menos que los 1,8 billones de la de Jensen Huang en el mismo tiempo.
En todo caso, las dos están levantando recelos en lo que se refiere a su posición dominante en la IA. De hecho, los reguladores estadounidenses van a empezar a investigar si ambas, junto a OpenAI, ostentan un monopolio. El temor en el caso de la de procesadores es que sus productos se conviertan en un recurso escaso, concentrado en sus manos. En el caso de las otras dos, se quiere analizar su multimillonaria alianza.
Más allá de lo que acaben determinando las autoridades, lo que piensa actualmente el mercado es que Microsoft tiene más potencial. Esto es habitual, ya que ha avanzado menos y tiene más margen de subir. Mientras, Nvidia ha ascendido tanto que se duda de dónde se encuentra su techo. El consenso da un potencial del 14,6% para la de software y apenas el 1,3% para la de chips para los próximos 12 meses. Esto implica que las perspectivas son mejores para que la actual reina de la bolsa se mantenga en su sitio. Sin embargo, los analistas no han dejado de actualizar el recorrido de Nvidia a medida que esta ha ido comiéndoselo.
Su capacidad de superarse, un techo que no termina de alcanzar y su ritmo de aceleración permiten pensar que Nvidia puede convertirse en la cotizada más valiosa del mundo en tiempo récord.