
Aunque las Siete Magníficas acaparan buena parte de la atención del mercado, con Nvidia como protagonista, hay una empresa que eclipsa en bolsa a las compañías más valiosas del mundo y a la reina de los chips. Super Micro Computer es menos conocida, pero más rentable. Sus acciones se han multiplicado por diez en el último año, pasando de los 95,5 dólares a los 1.000 dólares y desluciendo el rally del resto.
Hasta ahora, Supermicro, como se conoce a la compañía, ha pasado desapercibida para muchos. Sin embargo, desde este lunes cotiza en el S&P 500, lo que le da más visibilidad y la hace entrar en la cartera de todos aquellos inversores expuestos al índice. La firma se ha estrenado en el 'blue chip' en sustitución de la de electrodomésticos Whirlpool, lo que la convierte en la más rentable de las 500 y fortalece al indicador.
Antes de llegar hasta aquí, la trayectoria en bolsa de la compañía de centros de datos e infraestructura para IA ha sido extraordinaria. Sus acciones han subido como la espuma, casi un 950% en el último año, pasando de los 95,5 dólares a los 1.000 dólares por título. Solo en lo que va de curso, su rebote es del 276% y hace sombra a Nvidia. En marzo del año pasado, las acciones de la de chips valían 257,2 dólares y las de Supermicro no alcanzaban los 100 dólares, por lo que ha habido un adelantamiento.
Desde que empezó este año, la subida de Supermicro, con sede en San José, California, ha sido vertical, mientras que el ascenso de Nvidia ha sido más diagonal. Esto refleja que los inversores han estado buscando últimamente más allá de la compañía de Jansen Huang y han encontrado alternativas. El mercado sabe que la de procesadores no está sola en la carrera de la IA y ha dado con una nueva ganadora. Así, la atención se ha ido desplazando a nuevos focos y el capital se ha ido extendiendo fuera de las fronteras de Nvidia. Su rendimiento ha sido del 276% en los últimos 12 meses y del 77% en el curso, lejos de la que parece ahora la favorita.
Supermicro fue fundada en 1993 por Charles Liang, un taiwanés que decidió emprender en Estados Unidos y que sigue al frente de la compañía. Su firma se decica a vender servidores y equipos de almacenamiento de datos. Tiene miles de clientes en un centenar de países gracias a que su infraestructura es modular. Es decir, las piezas se venden en bloques separados, de forma que cada usuario final puede configurar su centro de datos con bastante flexibilidad, sin que sean estructuras predefinidas.
Además, su estrategia se basa en innovar constantemente su oferta de productos y trabajar con los procesadores más punteros. La de San José trabaja con firmas de chips como Nvidia, Arm, Intel o Broadcom.
En el último lustro, la compañía ha crecido a gran velocidad. Exceptuando 2020, sus beneficios han incrementado un 104% de 2019 a 2023. En su último ejercicio completo, Supermicro ha ganado 639 millones, un 124% más interanual, y ha facturado 7.123 millones de dólares, un 37% más, según sus cuentas. En todo caso, su negocio y su capitalización no se pueden equiparar con las cifras de Nvidia. La de chips vale más de dos billones de dólares en bolsa y la de servidores en torno a 50.000 millones.
Justo esta semana Supermicro está corrigiendo en bolsa. Tras el rally, la compañía ha decidido hacer una ampliación de capital y poner dos millones de acciones en circulación, como ha anunciado hoy. Goldman Sachs es la única firma que se ha suscrito a la oferta pública de venta, según la compañía.
En todo caso, el impulso que Supermicro ha cogido en 2024 muestra que los inversores quieren ganar exposición en inteligencia artificial y que esta está siendo la gran tendencia que impulsa las ganancias, acompañada de un horizonte monetario menos restrictivo. Por ahora, a Nvidia no le hacen sombra en el negocio de chips, pero sí en bolsa.