Presidente de IMF Business School

En un año tan impredecible como este, el mes Noviembre nos ha dejado algo más de 25 mil parados más, hasta alcanzar los 3.8 millones, el mayor incremento desde el año 2012, un mes más, la pandemia ha provocado un comportamiento atípico de nuestro mercado de trabajo, eso ha hecho que por un lado noviembre nos deje más de 600 mil parados mas que hace un año, y que la filiación a la Seguridad Social haya subido en mas de 31 mil personas y esto supone que por primera vez desde marzo hayamos superamos los 19 millones personas y otro, que en los últimos 12 meses se han destruido casi 355 mil empleos, además de los casi 750 mil personas (este mes han aumentado en 40 mil) que continúan en ERTE y que no cuentan en estas cifras del paro.

Hace unos días conocíamos los datos del tercer trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA), donde quizá lo mas destacable fue el fuerte impacto que tuvo la reintegración al mercado laboral de casi 900.000 inactivos que no pudieron buscar un trabajo como consecuencia de la pandemia. La de hace unos días fue una EPA extraña que dejó datos históricos de creación de empleo y de aumento del paro y que nos sumerge en una enorme incertidumbre por no saber cómo evolucionará nuestra economía.

Como era de esperar, nuestro mercado laboral no encuentra el camino para un cambio de tendencia. Históricamente, el tercer trimestre suele ser el periodo del año en el que más personas hay trabajando. La temporada estival en años anteriores creaba empleo asociado al turismo, especialmente en las ramas asociadas a él: hostelería, alojamiento, transportes.

Tradicionalmente septiembre no suele ser un buen mes para la creación de empleo, suele ser un mes en el que aumentan el número de desempleados, por un lado, pero aumenta el número de afiliados a la Seguridad Social, por otro.

Tradicionalmente, el mes de agosto ha sido malo para el empleo. La pandemia y el final de una temporada estival atípica han resultado determinantes para los registros del mes de agosto. Parece que empezamos a detectar ciertas mejoras en nuestro mercado de trabajo Llevamos 4 meses consecutivos sumando afiliados a la Seguridad Social y estamos frente al primer mes de agosto de la serie histórica con aumento de afiliación. Hemos cerrado el mes con 82.000 parados menos y con 800.000 personas todavía afectados por los Ertes, un 25% de los que llegamos a tener.

La sombra de la pandemia sigue siendo muy alargada para nuestro mercado de trabajo. Como todos sabemos, como consecuencia de la temporada estival, junio suele ser un buen mes para el empleo, pero este año, como todo lo que está sucediendo, es distinto: el paro ha aumento levemente en algo más de 5 mil personas, dejando la cifra de desempleados en 3,86 millones, y la afiliación a la Seguridad Social, por su parte, ha avanzado con un saldo medio final de 68.mil afiliados dejando la cifra total en 18,6 millones. Lo sucedido el último día desvirtúa este dato ya que se perdieron 160.000 afiliados.

Hace sólo un año escribía un artículo valorando los datos de paro del mes de mayo de 2019 y utilizaba frases como: “…Vemos cómo, un año más, la temporada estival empuja con fuerza la contratación…”; “….Pues bien, 10 años después hemos recuperado gran parte del terreno perdido y nos encontramos con un número de parados similar al que teníamos en 2008…”: “…estamos en máximos en la contratación indefinida….”. Como nos ha cambiado la vida en pocos meses, y por lo que parece va a costar retomar el pulso de la economía y del empleo.

Tradicionalmente, el mes de abril suponía un buen mes para el empleo, pero este mes, al igual que ya sucedió en el mes de marzo, los datos muestran la cruda realidad que está viviendo nuestro mercado de trabajo. El paro registrado aumentó en más de 280.000 personas, mejorando levemente los datos del mes de marzo, dando como resultado un aumento de más 3,8 millones de inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal. Asimismo, y probablemente el dato más importante de los conocidos, el número medio de cotizantes a la Seguridad Social ha perdido casi 550.000 cotizantes. Por sectores, y como ya sucedió en el mes de marzo, el sector servicios ha sido el que más afiliados se ha dejado por el camino, aunque en esta ocasión, todos los sectores productivos han acabado con saldo negativo en la creación de empleo.

Estamos ante una de las Encuestas de Población Activas (EPA) que con más incógnitas se presenta. Normalmente, esta primera EPA del año suele reflejar datos negativos para el empleo y este año, con la pandemia, los datos han empeorado ostensiblemente.

Después de muchos meses de datos negativos en la evolución de los datos de empleo en España, febrero nos ha dado un pequeño respiro y nos hace afrontar los próximos meses de bonanza laboral (por la inminente Semana Santa) con algo más de optimismo.