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Los productos de gestión alternativa, en todas sus variantes, están llegando al inversor español, sobre todo en el formato fondo de fondos. De capital privado, de infraestructuras, de 'venture capital', de empresas tecnológicas, de parques fotovoltaicos, de residencia de estudiantes, de deuda privada y hasta de compañías de lujo. El entorno de bajos tipos de interés y la falta de expectativas de que vayan a subir en los próximos años ha hecho que las firmas de inversión tradicionales se hayan adentrado en un terreno que hasta ahora estaba reservado para los inversores institucionales y las grandes fortunas, con una entrada mínima que solía rondar los cinco millones de euros. Pero ahora, a partir de una cantidad mucho menor, unos 100.000 euros, estos fondos se han vuelto más asequibles para un inversor de un patrimonio medio elevado, teniendo la sensación de haber entrado en la sala VIP de un aeropuerto o en un restaurante de lujo.

Observatorio de elEconomista

En una década espectacular para las compañías tecnológicas, que han tirado de los principales índices bursátiles, hay quien ha querido ver una muerte prematura del estilo valor frente al supuesto florecimiento del estilo crecimiento, en un momento en que la indexación a los mercados ha ganado mucho peso, en un entorno de bajos tipos de interés. Pero, como recordó Joaquín Gómez, director adjunto de elEconomista y moderador del Observatorio Crecimiento y Valor, dos filosofías complementarias, la separación del 'value', que busca ratios como multiplicador de beneficios, PER, valor en libros o rentabilidad por dividendo, o el 'growth', que selecciona compañías que tengan importantes crecimientos de beneficio por acción, se une mediante un puente que es invertir en compañías de calidad.

El coste total de los fondos de inversión, que incluye otros gastos aparte de la comisión de gestión, se ha reducido un 31% en los últimos siete años hasta situarse en el 0,69%, ponderado por patrimonio, el porcentaje más bajo que nunca han tenido, según el estudio 'European Fee Study', realizado por Morningstar.

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Las espectaculares remontadas de los principales índices bursátiles en noviembre no han servido de acicate para que los inversores se hayan planteado volver a entrar de manera más decidida en los fondos. Únicamente han conseguido captar 633 millones de euros, según los datos de VDOS, lo que ayuda a reducir los reembolsos netos en el año a 400 millones.

La gestión pasiva ya representa una quinta parte del volumen patrimonial que acumulan las gestoras internacionales en España. De los 203.000 millones que Inverco estima que manejan las firmas extranjeras, con datos hasta el tercer trimestre, los fondos cotizados e indexados acumulan 39.742 millones de euros, lo que equivale al 21,10% de los activos bajo gestión que manejan las firmas internacionales en nuestro país.

Situar todos los fondos mixtos, desde el que tiene un perfil más arriesgado hasta el más conservador, no solo en positivo sino entre los del primer decil de su categoría en el año de la pandemia es un hito del que únicamente la gestora franco-alemana Oddo BHF Asset Management puede presumir, por el momento, con su gama Polaris.

El rally de las bolsas mundiales de noviembre ha permitido que los fondos de inversión se encuentren a tan solo un 1,8% del volumen de activos bajo gestión que tenían a finales de febrero. En aquel mes, cuando el covid comenzaba a ser un temor pero todavía no se había desatado el pánico en los mercados por los confinamientos y su impacto en la economía mundial, los fondos acumulaban 277.002 millones de euros.

Obervatorio Inverco

La reducción de la exención fiscal a 2.000 euros para los planes de pensiones individuales, que va a aplicar el Gobierno cuando se aprueben los Presupuestos, no convence a la mayoría de gestoras de fondos de pensiones. Siete de cada diez firmas consideran que debería realizarse de manera gradual mientras los planes de empleo acumulan un volumen patrimonial apropiado, según una encuesta realizada por el Observatorio Inverco.

Las subidas de las bolsas de noviembre han permitido que algunos de los sectores cíclicos más denostados hayan vuelto a brillar, atrayendo el interés de los inversores. Ha sido el caso de los fondos centrados en recursos naturales y energía, según la terminología de Morningstar, que han adelantado el mes pasado a los de renta variable que cuentan con una etiqueta de ASG, la categoría de moda que se beneficia en el año de un rendimiento del 10%. La diferencia ha sido de hasta siete puntos porcentuales con los primeros y de 17 con los segundos, entre el 9 y el 27 de noviembre.

Los sucesivos anuncios de efectividad de las vacunas contra el Covid por firmas como Pfizer o AstraZeneca han impulsado a la bolsa española, muy dependiente del sector financiero y de empresas cíclícas, como las relacionadas con el turismo. El Ibex ya ha reducido su pérdida en el año al 14,75%, después de haber sufrido una debacle que llegó a ser de hasta el 30%. Y los fondos de bolsa española se han beneficiado de este regreso de los inversores al calor de lo que se intuye que será uno de los mercados que mejor comportamiento puede tener en 2021 si las vacunas ayudan a normalizar otra vez la vida.