En una década espectacular para las compañías tecnológicas, que han tirado de los principales índices bursátiles, hay quien ha querido ver una muerte prematura del estilo valor frente al supuesto florecimiento del estilo crecimiento, en un momento en que la indexación a los mercados ha ganado mucho peso, en un entorno de bajos tipos de interés. Pero, como recordó Joaquín Gómez, director adjunto de elEconomista y moderador del Observatorio Crecimiento y Valor, dos filosofías complementarias, la separación del 'value', que busca ratios como multiplicador de beneficios, PER, valor en libros o rentabilidad por dividendo, o el 'growth', que selecciona compañías que tengan importantes crecimientos de beneficio por acción, se une mediante un puente que es invertir en compañías de calidad.
Los gestores de fondos que participaron en el encuentro estuvieron de acuerdo en que estas etiquetas pueden no reflejar fielmente el estilo de inversión e intentaron romper el supuesto antagonismo que se les ha asignado tradicionalmente.
Jorge Fuentes, gestor de renta variable internacional de Bestinver, explicó que en los últimos años se ha vivido una polarización en las etiquetas de las inversiones, pero "me gustaría desetiquetar, porque lo contrario de una empresa 'growth' es una empresa que no crece, independientemente de que tenga valor o no. Y una empresa que no tiene valor, no lo tiene, independientemente de si crece o no".
Frente a la supuesta obviedad de que los gestores 'value' buscan compañías infravaloradas todavía por el mercado, Fuentes señaló que "una empresa que no crece nada no es interesante". De ahí que "etiquetar no es cómodo para mí, porque en Bestinver estamos siendo capaces de encontrar valor en empresas que crecen mucho y también somos capaces de encontrar valor en empresas que crecen poco. Es innegable que las empresas con múltiplos bajos son calificadas como 'value' y las que los tienen altos son calificadas como 'growth'. Pero si miras los múltiplos de valoración de las consideradas de crecimiento y de las consideradas como 'value', al final te das cuenta de que convergen a medio plazo perfectamente. Tenemos un exceso de etiquetas", subrayó en su intervención.
Para Miguel Ángel Bernal, profesor de la Fundación de Estudios Financieros, parte del problema se encuentra en la categorización que realizan las consultoras de fondos de inversión, que tienden a clasificar a los productos en función de determinados parámetros que no siempre concuerdan con la trayectoria de una empresa. "Hay compañías 'value' que pueden ser etiquetadas como 'growth' y al contrario. Pero un gestor debe buscar siempre empresas con crecimiento a futuro, sea exponencial o lineal. Y en un momento en que la gestión pasiva se encuentra en una burbuja, el papel de los gestores profesionales es fundamental a largo plazo", recalcó.
Vidal: "El crecimiento de beneficios y de generación de caja son uno de los pilares de la creación de valor, junto a los dividendos"
"En EDM huimos de las etiquetas", señaló Ricard Vidal, director de inversiones de la firma, para quien lo más importante es invertir con sentido común. "Las empresas de calidad son las que dan valor a largo plazo, con un horizonte temporal a cinco años. Una empresa puede creer más o menos, y las que crecen más pueden asumir unos múltiplos más altos que las que crecen menos. Pero el crecimiento de beneficios y de generación de caja son uno de los pilares de la creación de valor, junto a los dividendos. Y una vez que detectas una compañía de calidad es fundamental también el precio que se paga, porque no siempre tiene por qué ser una buena inversión", remarcó.
Para David Ardura, director de inversiones de Gesconsult, en 2020 se ha agrandado la brecha entre la gestión pasiva y la gestión activa, que a su juicio debería de ir cerrándose no tanto por una reversión a la media, sino que porque ha habido muchas ideas de inversión que se han quedado fuera del radar por el auge de la indexación y de la ASG. "Pero poco a poco volverán a funcionar. Hemos creado una religión con las etiquetas pero el nexo entre estilos es la calidad. Hay que entender que el crecimiento es fundamental para generar valor al tiempo que se cuentan con barreras de entrada", subrayó.
Por su parte, Javier Galán, gestor de fondos de Renta 4, afirmó que lo más cómodo es siempre la indexación, pero "no siempre es lo mejor" y alertó contra un peligro oculto de la gestión pasiva. "Las compañías necesitan los mercados de capitales para crecer y éstos son los únicos capaces de valorar la generación de beneficios", aseveró.
"La bolsa española está a unos precios que da la risa"
Si se aplicaran los conceptos del 'value investing' a los índices bursátiles, el Ibex probablemente sería ahora uno de los más 'value', por el castigo que ha tenido y el potencial de recuperación, como apuntó Joaquín Gómez, director adjunto de elEconomista y moderador del Observatorio, un concepto en el que se mostraron de acuerdo los participantes, teniendo en cuenta que los sucesivos anuncios de las vacunas han vuelto a poner de nuevo en valor a la bolsa española en las últimas semanas
"El Ibex tiene una composición sectorial que no captura ninguna de las tendencias positivas de los próximos años y por eso sí que tiene sentido llamarlo 'value'. ¿El sector financiero es 'value'? Para el que se atreva a entender sus cuentas, sí lo es. Para nosotros, no. Preferimos otras empresas 'value' como Repsol, Acerinox, ArcelorMittal, Gestamp, CIE, Dominion... La bolsa española está realmente a unos precios de risa. No sé si los próximos diez años lo hará mejor EEUU, Europa o China, pero no pondría la mano en el fuego que el resto de mercados lo vaya a hacer mejor que España, porque tiene mucho que recuperar y muchas empresas están ahora mismo muy baratas", señaló Javier Galán, gestor de Renta 4.
David Ardura, director de inversiones de Gesconsult, recordó como a finales del siglo pasado nadie quería Vidrala y todos se morían por Terra. Y "la sensación que tengo ahora es la misma", advirtió. "El Ibex está cotizando una vez su valor en libros, así que por valoración merece la pena mirar la bolsa española, ya que es un índice en el que todo el mundo ha estado corto, infraponderado o directamente no ha estado. Hemos sido muy exigentes con las compañías que forman el índice, mientras que con otras hemos sido muy generosos en los análisis", apuntó Ardura. Jorge Fuentes, gestor de renta variable internacional de Bestinver, también puso en valor a la bolsa española. "Viendo el comportamiento de los activos de renta fija, sobre todo de los bonos soberanos, es muy complicado encontrar valor. Y desde luego el Ibex es capaz de generar más, porque que España se financie al 0% parece una cosa de ciencia ficción", dijo.
"No sabemos exactamente qué descuenta el mercado en Tesla"
Uno de los temas que se debatieron durante el Observatorio fue la excesiva complacencia que está teniendo el mercado con determinadas empresas, empujadas por la ola de la tendencia tecnológica y de la sostenibilidad, mientras que otros competidores considerados de la vieja economía han sido más castigados e incluso se descuenta en ocasiones casi su desaparición. El caso más paradigmático es el de Tesla frente al resto de compañías automovilísticas, sobre todo por el desarrollo del coche eléctrico. Jorge Fuentes, gestor de renta variable internacional de Bestinver, aseguró que, si se hace el ejercicio de analizar los números de la firma fundada por Elon Musk, surgen algunas dudas. "Asumiendo que pueden incrementar su capacidad para fabricar coches eléctricos con la rentabilidad que esperan obtener, sigo sin comprender lo que descuenta exactamente el mercado de Tesla. Quizá que en un futuro, cuando se desarrollen los vehículos autónomos, podrán monetizar los datos de los usuarios, al pasar más tiempo libre en sus coches", apuntó. Javier Galán, gestor de Renta 4, confesó por su parte que le faltan "habilidades" para saber si "Tesla con un PER de 1.200 veces es razonable".
Mientras, el sector automovilístico sufre la narrativa de que la electrificación de los vehículos les va a pasar factura y no van a ser capaces de competir en igualdad de condiciones. Y esto ha hecho que se exija mucho más a los múltiplos de los fabricantes tradicionales. Pero "el mercado no tiene en cuenta todo el crecimiento que va a tener el sector en los próximos años, que tiene sus balances más saneados, dispone de grandes economías de escala y la imagen de marca que tienen, en un momento en que el parque automovilístico europeo debe de ser renovado", recordó Fuentes, para quien en el contexto de una Europa más verde "van a dejar de ser uno de los problemas para convertirse en parte de la solución".
Miguel Ángel Bernal, profesor de la Fundación de Estudios Financieros, destacó la importancia de discernir si muchas empresas que se benefician de la sostenibilidad van a ser capaces de tener un crecimiento rentable o viven de la moda verde.
"Ahorrar no es una opción, ya es una obligación"
Una de las paradojas que dejará 2020 es la sensación de que el inversor no ha encontrado un momento adecuado para volver a entrar en el mercado, a pesar de las fortísimas caídas que se vivieron a mediados de marzo, cuando se generalizaron los confinamientos por la expansión del coronavirus. Es cierto que la recuperación que se fue produciendo posteriormente apenas dejó margen para pensar que el crecimiento bursátil iba a continuar. Pero ni siquiera en noviembre, cuando el Ibex y el EuroStoxx han vivido uno de sus mejores meses de la historia, el inversor se ha subido al carro. Y la sensación de haber perdido otra vez la oportunidad se acentúa. Pero frente a esta creencia, los gestores que participaron en el Observatorio subrayaron la idea de no intentar encontrar el momento idóneo.
"El mejor momento para invertir es hoy", enfatizó Javier Galán, gestor de Renta 4. "Habrá años que la bolsa suba y otros en los que baje, pero a largo plazo se puede obtener una rentabilidad anualizada del 7%. Es un tema psicológico y se ha vuelto a demostrar la falta de cultura financiera porque quien vendió en marzo, dilapidó su patrimonio", aseguró.
Jorge Fuente, gestor de renta variable internacional de Bestinver, destacó que lo importante es implantar una forma de ahorro sistemático. "Da igual que la bolsa suba un 20% cuando el objetivo es a largo plazo, porque ahorrar no es una opción, ya se ha convertido en una obligación", enfatizó.
Esta pretensión de los inversores de querer adivinar el mejor momento de entrada en mercado también fue rechazada por David Ardura, director de inversiones de Gesconsult, quien recordó como en el mes de abril dedicaron más tiempo a convencer a sus clientes de que era una oportunidad histórica para invertir más y no retirar su dinero. "Intentamos concienciarles de que el market timing no funciona", apuntó. Para Ricard Vidal, director de inversiones de EDM, "la inversión es imprescindible, pero se debe entender como un maratón y no como un sprint, lo importante son los obetivos a largo plazo y ahora es un buen momento para invertir", recalcó.