Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

Tambores de guerra en Oriente Medio, sigue el conflicto en Ucrania, alertas de recesión en Europa, desaceleración de la economía mundial, el BCE y la Reserva Federal disparan los tipos de interés… Todos estos problemas han llevado a los inversores a buscar refugios en los que esconder su dinero mientras amaina la tormenta y, como tantas otras veces, el capital de mundo ha puesto rumbo a Suiza, un país en medio de Europa, pero que parece desconectado de todos los problemas que aquejan. Esta llegada masiva de dinero a la confederación helvética ha provocado que el franco suizo se situe en máximos históricos.

China está viviendo su mayor éxodo de capital desde enero 2016, cuando la guerra comercial con EEUU sacudió los cimientos de la inversión. A diferencia de lo que pueda parecer esta huida masiva, esta tendencia podría favorecer los planes de China y, particularmente, los de su banco central. El regulador monetario de China anunció el viernes 20 de octubre que los bancos nacionales del país habían enviado al extranjero cerca de 53.900 millones de dólares de sus clientes. Esta salida récord ha incrementado la presión sobre un yuan asediado por las preocupaciones económicas de un país que no termina de despertar.

Suecia lleva oficialmente 20 años en un polémico limbo legal en Europa al no usar el euro. El motivo detrás de que el país nórdico pertenezca al 'club de los 27' al tiempo que utiliza su propia divisa viene arrastrado desde hace décadas y supone un punto polémico tanto en Bruselas como en Estocolmo. Oficialmente se unió a la UE en enero de 1995, firmando el Tratado de Adhesión de la mano de Finlandia, Austria y Noruega. Todos fueron aceptados aunque un referéndum en Noruega hizo que este país se bajara del proceso. Con todo firmado y listo, todos estos estados renunciaron oficialmente a sus monedas y se comprometían a usar el euro en virtud del Tratado de Maastricht, cuando cumpliesen las condiciones adecuadas. Casi treinta años después de estos hechos Suecia sigue utilizando la Corona sueca en vez de la divisa europea.

"Cuanto más esperemos para introducir el euro, más pobre se volverá Suecia". Johan Pehrson, líder del partido liberal de Suecia y ministro de Trabajo, defendía de esta manera la necesidad de abrazar la divisa comunitaria cuando se cumplen 20 años del referéndum en el que la ciudadanía votó en contra de la misma. Este partido es uno de los más pequeños de todo el arco parlamentario, con apenas 298.000 votos (16 escaños) en las últimas elecciones, pero este discurso está extendiéndose desde los últimos meses en toda Suecia, convirtiéndose en uno de los debates nacionales debido las constantes caídas de la corona sueca, la resiliencia de la inflación y los temores de una crisis más agresiva para la economía nórdica.

La situación de Italia ha puesto al país en el foco de Europa. El Gobierno de Giorgia Meloni ha presentado un polémico plan para 2024. En su anuncio durante la semana pasada, la presidenta explicó que lanzará un agresivo plan de rebajas fiscales de más de 24.000 millones de euros. Respecto a cómo pagará esta medida, Meloni defendió que el país se endeudaría en 15.700 millones de euros, lo que supondrá un incremento del déficit en más de un 5,3% del PIB (el objetivo anterior se fijó en el 4,5%).

En tiempos de crisis, Europa ha encontrado un refugio para guarecerse cuando todo falla, el lujo. Este sector supone cerca de 800.000 millones de euros en ingresos al año en la región y un 4% del PIB europeo. Por su parte, sus empresas también son algunas de las estrellas más brillantes del parqué. Hasta que la fiebre de la IA empujó a ASML Holding al liderazgo del EuroStoxx 50, LVMH, matriz de Louis Vuitton, Sephora o Tiffany, era el rey del principal selectivo de la región con 339.000 millones de capitalización. Sin embargo, en el momento en el que más esperaban su repunte los mercados, una amenaza está acabando con sus perspectivas: China.

Ya es oficial, el Gobierno de los Estados Unidos ha retirado las sanciones petroleras a Venezuela en un movimiento histórico que concluye un conflicto económico entre el país caribeño y Occidente que se remonta a 2017. En aquel entonces Maduro cerró el parlamento creando una Asamblea Constituyente que le confería plenos poderes, un 'autogolpe de Estado', según Estados Unidos, que acabó con la democracia en el país y derivó en un embargo comercial y una ofensiva económica de la Casa Blanca.

La incertidumbre se ha adueñado de los mercados de Europa entre las guerras y el mayor ciclo de subidas de tipos de la historia del BCE. A pesar de que no hay grandes caídas en los últimos meses en la renta variable y, de hecho, prácticamente todas las plazas europeas acumulan ganancias este 2023, una calma tensa se ha instalado en los mercados financieros ante las fuertes subidas de tipos del BCE, los desafíos geopolíticos como la guerra de Israel y Hamás en Oriente Medio y las amenazas de desaceleración económica. Todas estas 'advertencias' han congelado las salidas a bolsa, han provocado que las que ya había programadas decidan detener sus planes.

El conflicto entre Israel y Hamás, tras el ataque por parte del grupo terrorista, puede sacudir las economías del mundo. El temor a una escalada ha hecho que muchos inversores miren asustados a Oriente Medio, con el temor de que una entrada de Irán (activa o pasiva) en el enfrentamiento, pueda desatar un rally en el petróleo que aseste un duro golpe al mundo. Mucho se ha hablado de los problemas que tendrían los bancos centrales de Occidente para contener la inflación a raíz de este conflicto, pero ahora, en Israel, uno de los debates que atraviesan al país es el golpe económico que este conflicto puede desatar en la joven república hebrea.

Tambores de guerra en Oriente Medio amenazan con golpear a las economías del mundo a través de incremento en los precios del petróleo. Ante esta situación, los países de Occidente buscan a marchas forzadas revertir este proceso para devolver el barril a precios bajos, una batalla clave para la lucha contra la inflación en la que están inmersos los bancos centrales del mundo. En ese sentido, Estados Unidos podría resolver esta semana un conflicto que lleva años en barrena y que podría sacudir de arriba a abajo el mercado energético mundial, el despertar de un gigante del 'oro negro' dormido, la 'vuelta al redil' de Venezuela. A pesar de ello, los expertos coinciden en que este puede ser un proceso que dure años, pues el país requiere una inversión millonaria que restaure una industria quebrada tras una década.