Tambores de guerra en Oriente Medio, sigue el conflicto en Ucrania, alertas de recesión en Europa, desaceleración de la economía mundial, el BCE y la Reserva Federal disparan los tipos de interés… Todos estos problemas han llevado a los inversores a buscar refugios en los que esconder su dinero mientras amaina la tormenta y, como tantas otras veces, el capital de mundo ha puesto rumbo a Suiza, un país en medio de Europa, pero que parece desconectado de todos los problemas que aquejan. Esta llegada masiva de dinero a la confederación helvética ha provocado que el franco suizo se situe en máximos históricos.