Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

Resultados agridulces para Netflix. Una cifra ha destacado por encima del resto: la gran decepción con el número de suscriptores, pues solo han logrado 1,75 millones nuevos frente a los 2,4 millones que esperaba el mercado. Un dato que le ha hecho hundirse de entrada en la bolsa, donde ha llegado a perder un 10%. Pero una lista de 'conejos' en el sombrero le ha permitido remontar hasta dejarse 'solo' un 3,7%.

El dólar es el rey de las divisas, casi nueve de cada diez transacciones en todo el mundo se hacen a través de esta moneda y el 58,4% y el 58,4% de las reservas (6,4 billones de dólares) de los bancos centrales del mundo se refugian en ella. Esta es una realidad que hace no tanto parecía incontestable, sin embargo, recientemente, diversos expertos avisan de que la tendencia está cambiando y la posibilidad de un asalto sobre su dominio internacional ha vuelto a ponerse encima de la mesa.

Los países emergentes están optando por una solución alternativa para evitar los peores estragos de la crisis que golpea sus economías tras el covid, la crisis de suministros, la guerra de Ucrania y las subidas de tipos: las privatizaciones. Con las condiciones de financiación más complicadas que nunca, muchos han optado por sacar al parqué las principales compañías públicas del país o venderlas a grandes grupos privados para conseguir una inyección de liquidez.

La crisis bancaria puede haber sido el pistoletazo de salida para una congelación del crédito, un misil contra los planes de la Reserva Federal que, según los expertos, ya estaría empezando a tomar forma. El crédito por parte de las entidades de Estados Unidos está prácticamente en niveles de enero, estancado en el entorno de los 17,5 billones. Una situación que ha hecho saltar las alarmas de los expertos, que avisan de que a menos de que la Fed tome cartas en el asunto, puede tener importantes consecuencias en las perspectivas económicas de Estados Unidos.

Este mes de marzo lo ha cambiado todo respecto al mercado hipotecario. La férrea decisión de los bancos centrales en subir tipos para contener la inflación apuntaba a que el euribor podría, incluso, superar el 4% el pasado mes. Sin embargo, la tasa interbancaria se ha quedado en un 3,64% después de que el colapso del Silicon Valley Bank, el Signature Bank y Credit Suisse sacudiese a todo el sector.

Ya han pasado dos años desde que un grupo de foreros coordinados en Reddit pusieran en jaque a la élite de Wall Street con las 'acciones meme'. Valores aparentemente con poco futuro empresarial en los que los inversores en corto habían clavado sus garras, apostando por una muerte lenta. Sin embargo, una marabunta de inversores minoristas dispararon el precio provocando pérdidas de miles de millones en firmas como Melvin Capital o Citron Research. Este desafío al sistema provocó, entre otras cosas, que una firma de tiendas físicas de videojuegos (un negocio en desaparición) se llegase a disparar un 1.700%.

Esta vez, las princesas no son las que le van a dar millones de dólares a Disney: la empresa ha logrado mantener un 'reino' independiente en Orlando tras derrotar al gobernador de Florida gracias al Rey Carlos III de Inglaterra. O más bien, a sus nietos: mientras sigan con vida, como una maldición de un villano de una de sus películas, Florida no podrá tomar el control del municipio donde se asienta Disney World.

A pesar de todas las dudas que han sobrevolado el sector tecnológico, los semiconductores son los reyes de Wall Street. Jornada tras jornada, los títulos de las principales firmas del sector brillan en un año apagado por los tipos de interés y una crisis bancaria que amenaza con poner freno a la liquidez. Nvidia es la más destacada de todas y, con una capitalización bursátil de 676.880 millones de dólares, la firma de Santa Clara ya se dispara un 91,5% en bolsa en lo que llevamos de 2023.

Como se esperaba, la Fed no ha acelerado, como habían dejado entrever varios de sus directivos, sino que ha mantenido el ritmo fijado en diciembre ante el shock que ha supuesto la crisis bancaria. La institución ha subido los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el entorno del 4,75%-5%, y anuncia "algún endurecimiento adicional", una señal clara de que ya se acerca el final de la etapa de subidas.