Opinión | Miguel A. Bernal
- 15/11/2015, 13:00
15/11/2015, 13:00
Sun, 15 Nov 2015 13:00:05 +0100
La zona euro sigue mostrando su incapacidad para crecer; continuamos varados en una atonía económica desesperante. Si en el segundo trimestre del presente ejercicio el área crecía a un 0,4 por ciento, tasa trimestral, en el tercer trimestre el avance se ha reducido hasta el 0,3 por ciento, una décima menos y cada vez estamos más cerca de que la actividad se estanque totalmente. El análisis es todavía más preocupante si tenemos en cuenta la fotografía de cada país, ya que en diez Estados de los quince que han presentado estadísticas el crecimiento mengua. Más datos que avalan el freno del PIB: Finlandia, Grecia y Estonia registran retrocesos en los datos de su producción. Aquí, en el nuestro, también ocurre, presentamos una menor actividad comparando trimestres. Esa desesperante atonía económica provoca que las tasas de paro, a pesar de haber abandonado la recesión, no muestren signos de rebajas sustanciosas. En mi opinión, se debe a la desconexión entre lo que los organismos y Gobiernos nos dicen: la crisis ha terminado; y lo que piensa la opinión pública: la crisis sigue estando presente. Eso que los economistas queremos decir cuando decimos que la mejora macroeconómica no se nota en la calle.