Economía

Draghi quiere tener también el control de las líneas de liquidez de emergencia

  • Advierte de que la inflación subyacente no se reanima lo esperado
  • Recuerda su capacidad para actuar "con todos los instrumentos"

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha hecho hoy algo que no suele ser habitual: sorprender a la audiencia. En su comparecencia ante el Parlamento Europeo, el máximo responsable de la política monetaria en la zona euro ha sugerido la posibilidad de ampliar el mandato de su organismo para que sea Fráncfort, y no cada uno de los bancos centrales nacionales, quien abra y cierre directamente el grifo de la línea de liquidez de emergencia como la que ha mantenido a flote la banca privada en Grecia.

Hasta ahora es cada uno de los bancos centrales quien se encarga de inyectar liquidez en su sistema, aunque la autorización y la cuantía ya viene determinada por el BCE.

Draghi también se ha referido a la situación macroeconómica general, y ha advertido de que los indicios de que la inflación subyacente se recuperará de forma sostenible se han debilitado. "Los signos de un cambio sostenido en la inflación subyacente se han debilitado en cierta manera", dirá Mario Draghi a los diputados del Parlamento Europeo.

Las declaraciones apuntan a un barómetro clave de la salud económica que se usa para determinar qué acciones adicionales, si es que hay alguna, tomará el BCE para aliviar la política monetaria.

"Aunque la recuperación fortalecerá gradualmente el impulso subyacente al proceso de inflación, la prolongada debilidad económica de los últimos años sigue pesando en el crecimiento nominal de los salarios, y esto podría moderar las presiones sobre los precios mientras avanzamos", dijo.

Listo para actuar

"Si concluimos que, a medio plazo, el objetivo de estabilidad de precios está en riesgo, actuaremos utilizando todos los instrumentos disponibles, dentro de nuestro mandato, para garantizar que se mantiene un grado apropiado de acomodación monetaria", ha explicado el presidente del BCE en una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara.

"El programa de compra de activos está considerado como un instrumento particularmente potente y flexible. De hecho, siempre hemos dicho que nuestras compras continuarán más allá de finales de 2016 si evaluamos que no vemos un ajuste sostenido en la senda de la inflación que es consistente con nuestro objetivo de lograr una tasa de inflación por debajo pero próximo el 2%", ha explicado, tras recordar que el BCE reexaminará su política monetaria en la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que se celebrará el 3 de diciembre.

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