Bolsa, mercados y cotizaciones

Puig entra al Ibex 35 por Meliá tan solo dos meses después de su salida a bolsa

Marc Puig, CEO de Puig, tocó la campana en su debut en bolsa el 3 de mayo en Barcelona.
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Ya es oficial. Puig entra a formar parte del Ibex 35 en sustitución de Meliá Hotels a partir del próximo 22 de julio. Así lo ha decidido este martes el comité que decide la composición del principal índice de la bolsa española en una reunión extraordinaria, que se convocó el pasado día 12 de junio. La compañía catalana ya contaba entonces con los criterios necesarios de liquidez y capitalización para entrar a formar parte del selecto club de las 35, pero este comité decidió posponer la decisión y esperar a que la firma de premium beauty cumpliese dos meses como cotizada (en aquel entonces solo acumulaba poco más de un mes desde su estreno en bolsa).

Puig inició su andadura bursátil en el mercado español el pasado 3 de mayo, saltando al parqué con una capitalización de 13.900 millones de euros y, tras colocar 2.500 millones de euros (a través de una ampliación de capital y de una oferta pública de venta), se convirtió en la mayor salida a bolsa del mundo de este 2024 y la mayor de la bolsa española desde que Aena salió a bolsa en 2015 (superó las colocaciones de Cellnex y Acciona Energía). Y apenas le han bastado dos meses a la empresa familiar de los Puig para ocupar uno de los 35 sillones que conforman el Ibex 35. Era más que evidente que la catalana se convertiría en una de las firmas del índice, la única incógnita era el cuándo.

De hecho, la empresa ya contaba con todos los criterios necesarios para optar al selectivo en la reunión que el comité que decide su composición celebró el pasado 12 de junio. Incluso aunque la familia del grupo de perfumes sigue manteniendo el control de la compañía, estando aún en posesión del 68% del capital de la firma, sus títulos están entre los 35 valores más negociados de la bolsa española, uno de los criterios necesarios para optar al índice. Además, cumple sin ningún problema con el requisito de que su capitalización media ajustada al coeficiente de capital libre que aplicaría BME en el periodo de control (dos meses en este caso) sea superior a un 0,3% de todo el Ibex; el dato superaría el 1%.

La normativa del Ibex 35 recoge que, para que se produzca la entrada de un valor, éste debe llevar cotizando al menos seis meses, aunque para aquellas empresas que salen a bolsa "cuyas características recomendasen su presencia en el índice (...) se establece como requisito mínimo a cumplir un número de sesiones de contratación de al menos una tercera parte del período de control [dos meses], salvo que su capitalización flotante de cómputo en el índice Ibex 35 se sitúe entre los veinte primeros del mismo". Aunque Puig ya cumplía también con este último requisito, el comité ha decidido esperar a que la compañía celebre los dos meses en bolsa, como ha ocurrido con la mayoría de salidas a bolsa anteriores.

En estos dos meses, las acciones de Puig se anotan una revalorización de casi el 4%. Dada la alta demanda que tuvo (solo unas horas después de abrir el proceso de book-building, la firma ya había completado toda la oferta), Puig estableció el precio de arranque de sus acciones en los 24,5 euros, el precio alto de la horquilla ofrecida, con el que arrancaba con una capitalización de 13.900 millones de euros.

Durante estos dos meses, sus títulos han llegado a alcanzar los 27,60 euros y un valor de mercado de 17.000 millones de euros. Aunque ahora sus acciones se mueven por debajo de los 26 euros, el precio medio de los nueve bancos de inversión que hacen cobertura sobre Puig se sitúa en los 29,43 euros. Sobre precios actuales, este precio objetivo le deja a la compañía un potencial alcista superior al 14% de cara a los próximos meses. A excepción de BNP Paribas y Morningstar que se postulan en el mantener, el resto de firmas de análisis otorgan a los títulos de Puig una recomendación de compra.

El de Puig es el estreno más reciente que llega al Ibex 35 desde que Acciona Energía consiguió una plaza en el índice español (en 2022) justo un año después de salir a bolsa. Además, el Ibex 35 se ha mantenido sin cambios desde finales del 2022 (el comité se reúne para revisar su composición dos veces al año), cuando recibió a Unicaja en sustitución de Siemens Gamesa y a Logista en la posición de PharmaMar. Aquel año fueron hasta cuatro las empresas que entraron al Ibex 35: Acciona Energía, Sacyr, Logista y Unicaja.

Puig sustituye el lugar que deja Meliá Hotels, que abandona el selectivo tras su entrada en 2016. La hotelera sufre la salida por sus volúmenes de contratación y, además, como indican desde Bankinter, incumplía el criterio de capitalización de manera reiterada.

Los fondos indexados a Meliá son un 0,3%

La salida de Meliá del Ibex 35 siempre estuvo presente en la compañía, aunque sin levantar inquietudes. "Nos ocupa pero no nos preocupa", comentó el presidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, en una entrevista a elEconomista.es. Y es que pertenecer al selectivo de referencia de la bolsa española puede acarrear muchas ventajas pero el porcentaje de indexación de la compañía es del 0,3%, según las cuentas de la propia compañía. Por ello, esperan que una salida del índice pueda cambiar el perfil del inversor pero no restar atractivo en una compañía que representa al turismo sobre el parqué español, actividad que más aporta al PIB nacional.

Los volúmenes de contratación jugaron en contra de la hotelera y su permanencia dentro del Ibex 35, con independencia de que Puig cumpliera con sus propios requisitos para incorporarse al índice. No obstante, Puig dio sus primeros pasos en bolsa con una liquidez superior a la que manejaba antes de la última reunión del organismo del BME, que según sus cuentas se quedaría por debajo de la de Meliá con la media de los últimos seis meses.

Existen medidas para ampliar la liquidez de la hotelera y así mejorar los volúmenes de negociación en bolsa. No obstante, desde Meliá descartan la venta de acciones por parte de la familia Escarrer, que ha preferido mantener hasta la fecha el 55% del accionariado de la hotelera.

Meliá ha permanecido en el Ibex 35 desde el verano de 2016, cuando entró en sustitución de FCC (Fomento de Construcciones y Contratas), según los registros de BME. En estos casi ocho años la acción de la hotelera retrocede un 27%, lo que supone casi un 4% anualizado, a pesar de que Meliá casi se haya recuperado de la caída tras la pandemia sobre el parqué, que tuvo su particular impacto en los valores ligados al turismo. De hecho, el consenso de mercado que recoge Bloomberg considera que Meliá puede alcanzar los 8,6 euros de precio objetivo que implica un potencial al alza de casi el 15% desde los niveles actuales.

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