
Puig tendrá que esperar para llegar al Ibex 35. La multinacional española de perfumes y productos premium beauty tocaba la campana en la Bolsa de Barcelona el pasado 3 de mayo, con lo que daba comienzo su historia como empresa cotizada. Y este miércoles, 12 de junio, el comité que decide la composición del índice ha anunciado que no habrá cambios en el Ibex, aunque ha dejado una puerta abierta para la firma: celebrará una reunión extraordinaria el próximo 9 de julio. Ese día Puig ya sumará más de dos meses como cotizada, por lo que todo indica que podría ser en ese momento cuando se anuncie su entrada.
Ese periodo es importante, porque la normativa del Ibex recoge que para incorporar a un valor necesita llevar cotizando seis meses, aunque para aquellas empresas que salen a bolsa "cuyas características recomendasen su presencia en el índice (...) se establece como requisito mínimo a cumplir un número de sesiones de contratación de al menos una tercera parte del período de control [dos meses], salvo que su capitalización flotante de cómputo en el índice Ibex 35 se sitúe entre los veinte primeros del mismo". En este momento Puig ya cumpliría esa última excepción, a pesar de que hay poco capital circulando libremente en bolsa, aunque el comité ha preferido esperar a esos dos meses como en la mayoría de salidas anteriores.
Como candidata a salir, Meliá es la que se sitúa en peor posición por sus volúmenes de contratación. El comité tendrá tendrá en cuenta la liquidez entre el 1 de mayo y el 30 de junio.
La última vez que una compañía llegó pronto al Ibex tras salir a bolsa fue en 2015. El 11 de febrero de ese año, el Estado privatizó un 49% de Aena. El comité del Ibex se reunió un mes después, en marzo, pero no fue hasta junio, cuatro meses después del debut, cuando anunció la incorporación de Aena al índice. Hay que tener en cuenta, además, que las reuniones de marzo y septiembre se consideran "de seguimiento" y no suelen realizar muchos cambios esperando más a las citas de junio y diciembre.
Otra compañía que tardó muy poco en estar en el Ibex 35 fue Bankia. La entidad financiera, absorbida por CaixaBank en 2020, se estrenó como cotizada el 20 de julio de 2011 y 50 días después, el 8 de septiembre, el comité decidía su entrada en el índice gracias a su liquidez y su elevada capitalización, acogiéndose a la excepción de incluirla sin llevar cotizando dos meses por estar entre las 20 mayores empresas.
Ese mismo mes de julio de 2011 también debutó Dia en el parqué. Su entrada al Ibex tampoco se hizo esperar demasiado, aunque en lugar de incorporarse con Bankia lo hizo tras la revisión de diciembre de ese año. Algo más tardaron otras empresas que hoy continúan en el Ibex y cuyos debuts se han producido en la última década, como el de Acciona Energía (tardó 12 meses), Cellnex (13 meses) o Merlin Properties (18 meses).
La acción de Puig, en máximos
La salida a bolsa de Puig ha levantado mucha expectación porque ha acabado con un periodo de sequía de debuts bursátiles que no se veía desde 2012 y porque la compañía protagonizó la mayor colocación en la bolsa española desde la de Aena de 2015. La firma podría abrir el camino a otras empresas que están preparándose para cotizar este año como Europastry, Cirsa o Tendam.
Puig llegaba a esta reunión con la acción en máximos, y una capitalización que ya supera los 15.600 millones de euros, que la situaría en el puesto número 15 del índice. Los bancos de inversión también han empezado a analizar y lanzar valoraciones de Puig esta misma semana. Siete de los ocho analistas que la siguen recomiendan comprar, y el precio objetivo medio de estas firmas se sitúa en los 30,24 euros, con lo que prevén un recorrido alcista cercano al 10% desde los niveles actuales. Las acciones de la compañía suben un 12,6% desde los 24,5 euros con los que se estrenó (la parte alta de la horquilla de precios que se barajó en la OPV).