
Meliá Hotels centró sus esfuerzos en fortalecer su balance y recuperar unos beneficios propios de ejercicios previos a la irrupción del Covid. Ahora, con sus cuentas normalizadas, reparte el primer dividendo desde 2019 mientras persisten en su objetivo de reducir su ratio de endeudamiento (deuda financiera neta entre ebitda) en las 2,5 veces. No obstante, el presidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, no descarta realizar nuevas emisiones de deuda una vez se recupere el grado de inversión, este año o el que viene, y valora la permanencia de la compañía dentro del Ibex 35.
Pregunta. Meliá recuperó el consejo de compra respecto al consenso de mercado que recoge FactSet y sube en el año un 30%. ¿A qué liga esta valoración positiva?
Respuesta. Creo que estamos capitalizando el viento a favor que sopla en el sector. Y eso beneficia a la industria en general. Se ha producido un cambio en el consumo y en el turismo desde el Covid, pero los consumidores no se han privado del ocio y el viaje. El tener una buena evolución operativa, nuestra generación de caja, nuestro compromiso de reducir la deuda de Meliá... Eso nos hace sentir cómodos y también cala en los inversores. El 55% de los analistas ya recomiendan comprar y solo un uno, según mis cuentas, aconsejan cerrar posiciones.
Recientemente, elevaron su objetivo de beneficio bruto de explotación (ebitda) a 525 millones de euros. ¿Podrán mantener un crecimiento de doble dígito del RevPar (ingreso por habitación disponible)?
Para este 2024 las previsiones son buenas y ese crecimiento de doble dígito bajo del RevPar para este año nos ayudará a conseguir ese objetivo de ebitda excluyendo plusvalías. El negocio de congresos y convenciones nos hace sentir cómodos por ser el segmento que tiene más anticipación y supera ya el 12% de lo registrado en el mismo periodo del año anterior. Y para 2025 en las mismas fechas tenemos ya un 30% más que en 2023. Esto es una base remarcable que nos permite tener una mejor gestión del precio.
¿Este será el motivo que permitirá acercar el ratio deuda neta entre ebitda a las 2,5 veces al cierre del año?
Eso y que la tasa de cancelaciones también está en niveles precovid. Prevemos un buen 2024 con el añadido de la recuperación del mercado emisor asiático, como el chino, japonés o australiano, que habían desaparecido de Europa y ahora vuelven hasta ser uno de los principales receptores de estas geografías. Sumado a las desinversiones, creemos que nuestras metas fijadas para este año serán fácilmente alcanzables.
¿Se plantea Meliá realizar nuevas emisiones de deuda?
Cuando recuperemos el grado de inversión, quizá este año o el que viene, no descartaríamos una nueva emisión en el mercado de capitales. Siempre y cuando la ventana de oportunidad fuera la adecuada. Por ejemplo, en marzo de 2022 estuvimos a punto de realizar una emisión a cinco años pero justo coincidió la invasión de Putin en Ucrania y lo paralizamos. El timing es muy importante. Más allá del tipo fijo o variable, soy partidario de tener una ponderación que puede llegar al 40% de nuestra deuda financiera neta en el mercado de capitales. Pero nuestro objetivo a corto plazo sigue centrado en la fase de alargar vencimientos y bajar los diferenciales.
¿Y estas nuevas emisiones cómo prevén que afectarían al coste medio de financiación de Meliá?
La última emisión fue un bono de 30 millones de euros a un 3,3%. Eso fue en 2018, aunque posteriormente lo ampliamos a 52 millones de euros con vencimiento a 2030. Al cierre del 2023 nuestro coste medio de la deuda en circulación fue del 5,16%. Actualmente está ligeramente por encima ya que se ha consolidado la misma con la subida de los tipos de interés. Pero esperemas que las nuevas emisiones bajen ese coste de financiación.
¿Cuál es la estructura de deuda que vais a mantener a partir de ahora en Meliá?
Siempre nos hemos mantenido en torno a un 45% de nuestra deuda a tipos fijos, lo que nos ha ayudado a amortiguar las últimas subidas de los bancos centrales. Esto, la rotación de activos y la generación de caja nos ha permitido trabajar con liquidez y trabajar con buenos vencimientos que alargamos ahora a más de cinco años y con mejores spreads. Para junio la situación va a cambiar drásticamente tanto en vencimientos como en coste medio porque ya contará también la transacción por 300 millones con el Banco Santander que se efectuó en abril, ya en el segundo trimestre, aunque no nos hemos comprometido a que la rotación de activos adicionales por un importe entre los 40 y los 50 millones de dólares entren en ese mismo plazo.
¿Qué vinculación tendrá la reducción de la deuda a normalizar el payout (beneficio destinado al pago de dividendos) de Meliá hasta conseguir el 30% previo a la pandemia?
Desde la disrupción del Covid hasta el 2024 no hemos repartido dividendos porque la legislación no lo permite con los propios ERTES y porque nos centramos en mejorar nuestro balance. Pero ya en 2023 fijamos un payout del 17,5% que supone algo más de 20 millones de euros. A medida que mejoremos los niveles precovid, no solo en beneficios sino también en el ratio de endeudamiento, aumentaremos progresivamente ese payout hasta los niveles de 2019. Dicho esto, si cogemos el precio de cotización a cierre del año pasado supone una rentabilidad por dividendo del 1,7% que parece bajo, pero se sitúa por encima de la media del sector hotelero a nivel mundial.
¿Existe preocupación de que Meliá pueda salir del Ibex 35 con la llegada de Puig?
No nos preocupa, pero nos ocupa. Nuestro objetivo es crear valor para los accionistas. Estamos al tanto de la entrada de Puig en bolsa y sus volúmenes de negociación. Al final, los cambios en el Ibex se toman en cuenta con unos criterios objetivos. También desde el año pasado ha mejorado el volumen medio de Meliá. Es cierto también que la familia Escarrer controla el 55% del accionariado, pero hay otras operaciones en marcha dentro del Ibex 35 como es el caso de Naturgy o el movimiento entre BBVA y el Banco Sabadell que también podría producir cambios dentro del selectivo español. Yo insisto en que sería una lástima que Ibex se quedara sin la representación de Meliá cuando el turístico supone un 14% del PIB español.

"La familia Escarrer no se plantea vender acciones para aumentar la liquidez"
¿Qué medidas se plantean para evitar la salida de la compañía del principal selectivo español?
Al final con quienes competimos es con Solaria y Acciona Energía pero nuestro objetivo es intentar hacerlo mejor que el resto. El porcentaje de indexación de la compañía es del 0,3%, lo que puede pasar, como en otras ocasiones, es que podrá cambiarse el perfil de los inversores. Pero insisto en que nosotros debemos preocuparnos de la mejora de la evolución de la acción y del volumen medio. La familia se siente muy cómoda con ese 55% del accionariado y ahora mismo no hay voluntad de que eso cambie. Los últimos paquetes que compramos fueron alrededor de los 4,5 euros también como voluntad de permanencia y porque creemos en que vamos a crecer, así que no planteamos este tipo de medidas para aumentar la liquidez.
¿Y usar las acciones de Meliá como elemento de negociación para una operación corporativa es posible?
No lo planteamos por el momento. Si existiera una operación interesante podría llegar a barajarse siempre y cuando la familia Escarrer mantuviera el liderazgo en esa operación resultante. Nuestra prioridad sigue siendo fortalecer el balance, crecer con aumentos orgánicos de 30 hoteles al año...
¿Los actuales márgenes de beneficio, en la zona del 20% en el caso del margen ebitda, pueden crecer más en Meliá?
Sí. Es parte de nuestra estrategia centrada en los canales directos y en apostar por las marcas y nuestros programas de fidelidad. Nuestra estrategia pasa por un crecimiento cualitativo, a través de mejoras integrales, transformaciones o rebranding. Con esto conseguimos crecimientos récords muy por encima de la media. Como ejemplo, en Baleares transformamos siete antiguos hoteles de la marca Sol a segmentos premium y lujo que ahora marcan precios un 59% más alto que en 2019 de media. El reposicionamiento en hoteles en París supuso incrementos de tarifas superiores al 100%.
En ese objetivo por conseguir que dos terceras partes de Meliá esté enfocado al segmento Lujo y Premium, ¿qué porcentaje de aperturas son en esta línea?
Nuestra estrategia se enfoca en que las nuevas aperturas sean de establecimientos de lujo. El 68% de las nuevas aperturas es a base de premium y lujo. Creo que hay muchas compañías a nivel nacional que lo están haciendo bien al apostar por marcas. Hay que posicionarse en ese segmento más alto, en particular en el mundo de ocio urbano y el vacacional.
¿Qué ingresos por habitación está dando este segmento en la actualidad?
La tarifa media diaria (ADR, en inglés) en el segmento luxury al cierre del 2023 fue de 248 euros y en el resto de marcas el ADR fue de 122 euros. En el conjunto de Meliá Hotels Internacional estaría en los 139 euros. Por lo tanto, podemos decir que en 2023 el ADR de las marcas luxury estuvo en un 78% por encima de la media de Meliá o que dobla la tarifa media diaria especto al resto de marcas de la compañía. Al cierre del primer trimestre del 2024 el ADR del lujo es de 234 euros, un 73% superior a la media de Meliá.

¿Hay diferencia en el segmento lujo por modelo de negocio?
Sí. También existe diferencia si se compara el modelo de Propiedad y Alquiler respecto al de Gestión. Muchas de las nuevas aperturas son en el sudeste asiático y muchos en modelo de gestión con tarifas muy diferentes a las que podemos ver en Europa. Las aperturas ahora se están concentrando, en la cuenca mediterránea, en el Caribe y en sudeste asiático.
"El precio de la electricidad se ha moderado y eso mejorará los márgenes"
¿Qué impacto ha tenido en la cuenta de resultados los contratos de gas y electricidad?
Tuvieron más impacto en los dos años pasados por el incremento de precios de la energía. De media, en el sector del turismo implicó incrementos del 15% que en nuestro caso se puso en el 11,5% incluyendo también el coste laboral. Aunque el gas fluctúe todavía, la electricidad sí que se ha moderado por lo que creemos que en el 2024 eso mejorará sustancialmente nuestros márgenes ebitda.
Viendo la posibilidad de una bajada de tipos en Europa antes que en Estados Unidos, ¿cómo afectará el cambio de divisa este año, en particular por el mercado del Caribe?
Un dólar fuerte a nosotros nos va bien. El peso mexicano ya no tanto. Para que veáis, nuestro ebitda en dólares cayó en México 14 millones por la apreciación de la divisa mexicana. Así que estamos cómodos con un dólar en estos niveles, pero no tanto con divisas como el peso mexicano. Esto también ha supuesto un repunte de los turistas que llegan desde México con destino a Europa, en niveles nunca antes vistos en ciudades como Madrid y Barcelona.
¿Y a nivel contable cómo afectó el dólar?
En este caso es más neutro porque nuestra deuda en dólares suele estar ligada al ebitda que obtenemos en dólares de una manera proporcional y sin grandes alteraciones. Es una cobertura que solemos mantener. No es casualidad que más del 40% de nuestra deuda haya sido en dólares porque es el porcentaje que obtenemos en beneficios, de ahí que no nos afecta tanto el cambio con el dólar como el de la divisa mexicana, que es más puntual.