Bolsa, mercados y cotizaciones

Las empresas familiares multiplican por 20 el retorno de la bolsa en la última década

  • De media, avanzan un 120% en los últimos 10 años, frente al 5% del Ibex 
  • En el índice nacional, destacan las participaciones familiares en Inditex, Acciona y Rovi
  • En el mercado continuo, el control de las familias es incluso mayor 
Las empresas familiares, de padres a hijos.

Se dice comúnmente que en el mundo de la empresa familiar, la primera generación la funda, la segunda la hace crecer y la tercera la cierra. En el tejido empresarial español hay ejemplos de todo tipo, pero en lo que sí hay un gran consenso es en el hecho de que la gestión de estas empresas atiende a un modelo diferente, más cauto en el aspecto de balance y con una visión más a largo plazo.

Tanto es así que esta circunstancia, la de ser una empresa familiar, es en muchos casos uno de los principales motivos de atracción para los inversores, tanto minoristas como institucionales, que eligen pescar en este tipo de compañías en las que se presupone una mejor gestión y, por tanto, se pueden esperar mayores retornos.

Este viernes en la bolsa española se volvía a dar muestra de ello. Puig debutaba en el mercado nacional (siendo la mayor salida a bolsa en Europa en 2024 y saldándose su primera jornada como cotizada en tablas) con la familia, a través de sus cuatro ramas (y una serie de sociedades) aún controlando un porcentaje muy importante del capital de la empresa. Concretamente, la compañía (que cuenta con más de 100 años de historia) colocaba entre los inversores el 24% de su capital (Criteria posee el 3,05%, diluyendo el free float al 20,95%), quedándose el 76% restante aún en manos de la saga catalana. La participación de la familia es incluso superior al control que tienen otras como la familia Arnault en LVMH (de casi el 49%) o Françoise Bettencourt Meyers y el resto de componentes de la familia en L'Óreal (35%), que son dos de sus principales comparables.

Manuel Puig, vicepresidente actual de la compañía, es uno de los principales accionistas y se encuentra en el puesto 32, según la lista Forbes, de los españoles más ricos. Junto con él, en el Comité ejecutivo, solo Marc Puig, presidente y CEO actual y otro de los accionistas mayoritarios, ejerce presencia individual en nombre de Puig. El resto de los familiares están presentados por Josep Oliu, a través de Exea, el holding familiar que controla la mayoría del capital de Puig.

Álvaro Aristegui, analista de Renta 4, opina que "como en las empresas familiares las familias se juegan su propio patrimonio, suelen tener más cuidado en los aspectos de asignación de fondos y con una visión más a largo plazo que otros directivos en empresas que no son suyas y cuyas motivaciones pueden estar más vinculadas a otros aspectos como los bonus ligados a resultados o a la evolución de la propia acción en bolsa". "Sin embargo, no creo que sea un aspecto crucial a la hora de decidir la inversión", añade.

Sí lo es, sin embargo, para Buy & Hold: "Que una empresa sea de gestión familiar -o siga este modelo- tiene muchísima importancia a la hora de tomar una decisión de inversión en Buy & Hold. "Por experiencia propia, y no solo por la mucha literatura financiera que hay sobre el tema, sabemos que las empresas familiares gozan de una muchísima mejor gestión, buscando los beneficios y el crecimiento a largo plazo y con una alineación de intereses mucho más perfecta con el resto de los accionistas", explica de Julián Pascual, presidente y gestor de renta variable de Buy & Hold.

En lo que va de año no se puede decir que las empresas familiares lo estén haciendo mejor en bolsa que el resto pues el Ibex 35, que se anota en torno a un 10% desde el primero de enero, le saca 6 puntos a los valores regidos por la familia fundadora que cotizan en el Mercado Continuo y hasta 13 a las del Ibex, muy penalizadas por los casos de Grifols y Solaria, que han perdido casi un 50% de su valor en bolsa.

Sin embargo, si lo miramos a largo plazo, la fotografía es bien distinta. Las firmas familiares se han revalorizado casi un 120% de media en la última década frente a los 5 puntos porcentuales que ha repuntado el Ibex 35 en el mismo periodo.

Además, mientras el índice español tiene, para el consenso de las casas de análisis, un potencial alcista de algo más del 11% de cara a los próximos 12 meses, la media de estos valores fija en casi un 30% el recorrido al alza. Destacan, este sentido, Solaria y Corporación Financiera Alba, el holding de los March, con un 65% de margen de revalorización, y, sobre todo, Grifols, con más de un 90% después del desplome de este año.

La saga de la farmacéutica catalana se ha visto durante los últimos años envuelta en una crisis de gobernanza que se ha visto agravada este año con el informe de Gotham City Research. Ya a finales de 2023, Víctor Grifols Roura abandonaba su cargo en el consejo de administración de la compañía, tras 40 años como miembro. Tras el escándalo a comienzos de este año, la familia anunció que salía de la gestión de la farma, con la marcha de Raimon Grifols y Víctor Grifols Reu, hasta entonces consejeros en funciones. La empresa trató de desvincular la marcha de ambos de la crisis que estaba viviendo la compañía y que había provocado una sangría en las acciones (se dejan más de un 40% de su valor en el ejercicio y más de un 50% en la última década). Eran los únicos miembros de la familia Grifols que continuaban con cargos ejecutivos y ahora mantienen sus sillones en el consejo pero como dominicales.

En su lugar, fichaban a Nacho Abia para ocupar el puesto de consejero delegado de la firma, hasta entonces en manos de Thomas Glanzmann, ahora presidente ejecutivo (Glanzmann entró a la empresa en el lugar que dejó Steven Mayer, tras 144 días en el cargo).

Pese a todo ello, la familia Grifols continúa controlando casi un 31% del capital de la empresa farmacéutica. Y lo cierto es que a pesar de la desconfianza que generó en los inversores el informe publicado por Gotham, el consenso de analistas sigue depositando su confianza sobre sus acciones, a las que otorga un cartel de compra y un potencial alcista de más del 90% de cara a los próximos meses con el que borraría toda la caída sufrida por esta crisis.

"No se puede hablar de que el comportamiento por ser empresas familiares sea algo homogéneo. Hay diferentes fases según las generaciones. Es cierto, que el que sea familiar, ayuda a mejorar el gobierno corporativo, pero los comités acostumbran a ser de mayor calidad con más independientes. Que haya componentes de la familia no es que sea malo pero cuando crece el consejo hay que cambiarlo por una mayor estructura", argumenta David Cabero, director para Europa de grupo BIC. Lo que sí tiene Cabrero claro es que la presencia de la familia en la compañía es sinónimo de un buen balance tanto en el corto como en largo plazo de la compañía ya que "no caen en el error de tomar decisiones a corto que ponen en peligro el largo plazo".

Aunque entre todas estas compañías, si hay un claro ejemplo de empresa familiar es Inditex. La familia Ortega, a través de tres sociedades distintas (especialmente Pontegadea), sigue controlando el 64% del capital de la compañía. Solo en la última década, la empresa textil ha duplicado su valor en bolsa y, este año, tras una subida del 15% su cotización no deja de marcar máximos históricos. Actualmente, su valor de mercado supera los 140.000 millones de euros, siendo la empresa más grande de toda la bolsa española por capitalización.

Sus acciones están corriendo incluso más rápido que las propias revisiones de los analistas y, actualmente, su precio objetivo medio para los próximos meses se establece por encima de los 45 euros por acción, que le dejan un escaso potencial adicional del 2% y los expertos recomiendan mantener sus acciones en cartera.

Desde finales de marzo de 2022, la presidencia vuelve a estar en manos de la familia Ortega. Concretamente, tras el cese de Pablo Isla (en el puesto desde 2011, como sucesor de Amancio Ortega), fue Marta Ortega, hija del magnate, la que ocupó la presidencia no ejecutiva de la textil gallega como parte del proceso de relevo generacional que se inició en 2011.

En los dos años de presidencia de Ortega, incluso con los obstáculos de la inflación y el cierre de tiendas en territorios como Rusia y Ucrania por los conflictos geopolíticos, Inditex ha registrado resultados récords y las estimaciones apuntan a que sus cifras operativas seguirán siendo históricas en los próximos ejercicios.

Los Entrecanales, la familia López Belmonte y Escarrer siguen controlando de forma mayoritaria Acciona (y Acciona Energía), Rovi y Meliá respectivamente, con participaciones que superan el 50% del capital de estas empresas.

A mediados del año pasado, los Entrecanales, José Manuel Entrecanales, presidente y consejero delegado de Acciona, y Juan Ignacio Entrecanales, vicepresidente de Acciona aumentaron su participación en la matriz y en la filial verde como una clara señal de confianza en la buena marca de la compañía. Aunque las Accionas no viven en 2024 su mejor ejercicio (ambas compañías están entre las más bajistas del año en el índice nacional con correcciones de más del 10%), en la última década la matriz se ha revalorizado más de un 90%. Para los próximos meses, los analistas esperan que borre la caída que sufre en el ejercicio, pues le otorgan un potencial alcista del 35% y una recomendación de compra.

En los últimos 10 años, la cotización de Rovi ha experimentado una revalorización de más del 700%. Este año, incluso pese al caso Grifols, la farmacéutica sube en el parqué español más de un 40% situándose entre las firmas más alcistas del índice nacional. La familia López-Belmonte continúa siendo la principal propietaria del capital, con una participación del 55%, aunque en los últimos años la familia ha ido diluyendo esta posición con el objetivo de seguir elevando la liquidez del valor.

A diferencia de Rovi, la familia Escarrer sí que ha aumentando en los últimos años su posición en Meliá. Actualmente su participación en la hotelera alcanza el 54,8%. Los Escarrer poseen un 49,42% del capital a través de una acción concertada (Hoteles Mallorquines Agrupados, Hoteles Mallorquines Asociados y Hoteles Mallorquines Consolidados) y un 5,39% adicional que está en manos de Gabril Escarrer Juliá, presidente no ejecutivo del grupo, a título personal.

Pese a la buena evolución de la empresa turística en bolsa este año (acumula ganancias en el parqué español de más del 30%), lo cierto es que en la última década su cotización pierde alrededor de un 17% de su valor. Los analistas recomiendan mantener sus acciones.

Las participaciones de las familias fundadoras de Fluidra, Solaria y Ferrovial superan el 33% en todos los casos. Sus comportamientos en bolsa en los últimos diez años sobresalen y todas ellas han conseguido duplicar su valor de mercado en la última década. En el caso de Fluidra y Solaria incluso se han revalorizado por encima del 500% (hasta con el fuerte desplome que acumula la solar en este ejercicio). Esta última se hace, además, con una recomendación de compra y un potencial alcista del 65%.

Fuera del Ibex, más control familiar

Lo cierto es que fuera del Ibex 35 hay familias que aún poseen un mayor control incluso de sus empresas. En hasta nueve compañías del mercado continuo, la familia fundadora posee aún más del 50% del capital de la empresa. Destacan los casos de FCC, con la familia Slim (84,67%), Alba, con la familia March (77,47%) y Gestamp con la familia Riberas (74,17%). En todos estos casos, el porcentaje supera incluso el 70%.

En estas empresas incluso una parte de la participación tiene nombre propio. En FCC, el empresario mexicano Carlos Slim posee un 11,9% del capital y, en Alba, Carlos March y Juan March ostentan posiciones de más del 20% en ambos casos. La revalorización de estas compañías en la última década es del 10% y el 7% respectivamente y, con recomendaciones de compra, destacan sus potenciales del 25% en FCC y el 65% en Alba.

También tiene nombre propio la mayor propietaria de Prosegur: Helena Revoredo. A finales del año pasado, Revoredo lanzó una opa sobre la compañía que fue finalmente aceptada este pasado marzo para hacerse con el 73% del capital, frente al 59% que ostentaba anteriormente. En bolsa, la compañía de alarmas pierde un 7% de su valor en el año (hasta un 64% en la última década), aunque presenta un potencial alcista del 29% y un dividendo que en estos niveles ofrece una rentabilidad del 6%.

El conocido empresario, y una de las mayores fortunas de España, Francisco José Elías Navarro posee cerca del 66% del capital de Audax Renovables, una compañía que en la última década casi ha triplicado su valor de mercado. Pese a la caída que sufre el resto del sector verde en bolsa, esta empresa se anota ganancias de más del 37% en bolsa este año y, con un recorrido alcista del 15%, los analistas recomiendan comprar sus acciones.

La familia Serra - Arregui continúa manteniendo el control de Catalana Occidente, con una participación del 61,9%. Desde 2022, Hugo Serra ocupa el puesto de CEO de la aseguradora que avanza cerca de un 16% en bolsa este año, un porcentaje que alcanza el 27% en la última década. Los expertos esperan que la compañía siga ganando en bolsa, en concreto un 37% adicional en los próximos meses, por lo que recomiendan tomar posiciones en su cotización.

Las familias Gallardo y Ruiz de Andrés ostentan participaciones de más del 50% de Almirall y Grenergy y son varias sagas las que se hacen con el control de Elecnor, con una posición también mayoritaria. Estas tres empresas se hacen con recomendaciones de compra y potenciales alcistas de más del 20%, por parte de los analistas.

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