
A finales de la década de los 90, se dieron los primeros casos de empresas con modelos de negocio vinculados a Internet que se agruparon bajo el nombre de puntocom. El potencial que ofrecía esa nueva tecnología era más real que nunca y nadie quería quedarse fuera del tren. Tal fue así, que la fiebre por Internet generó un boom de nacimientos de estas puntocom que prácticamente se plagiaban los modelos de negocio entre sí. Con actividades hasta entonces disruptivas e innovadoras, el valor de estas compañías que iban surgiendo era incalculable y este entorno propició la especulación y un imparable crecimiento de las mismas. Fue en el año 2000 cuando la burbuja que se había estado generando explotó y la quiebra fue el común denominador en la mayoría de firmas que se habían originado durante estos años.
Las compañías que sobrevivieron al desplome cotizaban a multiplicadores de beneficio más que desorbitados. Apple, Microsoft, Nvidia o Adobe, entre otras, fueron algunas de ellas y se compraban a un PER (veces que el beneficio queda recogido en el precio de la acción) de 6.158, 395, 5.816 y 836 veces, respectivamente, a comienzos de siglo.
Ahora, la desatada fiebre por la Inteligencia Artificial vuelve a sembrar el temor de si se está produciendo una nueva burbuja tecnológica en el mercado. El avance del Nasdaq 100 este 2023 es prácticamente inalcanzable por el resto de principales índices del mundo. Con una subida del 38% en el ejercicio, el índice tecnológico corre en solitario y más que duplica las ganancias del siguiente selectivo más alcista. Su comportamiento está apoyado por las notables alzas que se anotan las grandes tecnológicas.
Las subidas de Nvidia, Apple, Microsoft, Tesla, Meta, Amazon y Alphabet secundan por puntos el 74% de las ganancias anuales del índice. Nvidia y Meta alcanzan, incluso, revalorizaciones que superan el 100%, con la IA siendo el catalizador principal de ambas dado el potencial que ésta tiene dentro de sus negocios. "La pregunta fundamental que surge en el debate sobre estas subidas y sus valoraciones es si se encuentran respaldadas por fundamentos sólidos y si realmente somos capaces de evaluar de manera precisa los activos intangibles. La naturaleza inmaterial de estos activos y su potencial para generar beneficios económicos futuros plantean un desafío a la hora de realizar una valoración precisa", explica Virginia Pérez, directora de inversiones de Tressis.
Con todo, el Nasdaq 100 tiene en la mira, a un 9%, sus actuales máximos históricos en los 16.573 puntos que marcó en 2021 ¿Nos encontramos, entonces, en una nueva burbuja tecnológica? "Un telón de fondo político insuficientemente restrictivo ha creado una burbuja potencial en el mercado de valores. Por un lado, la minicrisis bancaria y los problemas para levantar el techo de la deuda en EEUU generaron una inyección de liquidez de más de 1.000 millones de dólares. Por otra parte, la supervaloración del subconjunto de valores de gran capitalización más asociados a la introducción de aplicaciones de chat generativo se convirtió en el motor de los precios desorbitados de las compañías más vinculadas a la IA", explica el director de inversiones de Saxo Bank, Steen Jakobsen y añade que "el bombo publicitario que rodea a la IA es el principal impulsor de la última subida bursátil. Somos muy conscientes del potencial de la IA generativa para aumentar la productividad con el tiempo, pero el mercado se está adelantando a la hora de seleccionar a los ganadores, y las valoraciones actuales ya están descontando demasiado de las ganancias futuras a largo plazo que se pueden obtener". En esta misma línea se encuentra Ignacio Cantos, director de inversiones de atl Capital que, viendo las valoraciones en fase de preburbuja opina que, aunque el futuro es la IA, "se está descontando el mejor de los escenarios y quizás nos hemos pasado" y sostiene que no se verá un escenario como el del 2000, pues "la base de empresas que ganan dinero ahora es muy grande".
Lo que queda claro es que para saber si esto se trata realmente de una burbuja o no habrá que dejar correr el tiempo. "La construcción de una burbuja suele durar más de unas pocas semanas o meses, y significaría que los precios de las acciones suben mucho más de lo que justifican las perspectivas fundamentales. Si bien actualmente algunos títulos han comenzado a reaccionar positivamente ante la materialización de los beneficios de la IA, todavía puede haber efectos significativamente diferentes en sus negocios y resultados", esgrime Martin Moeller, co-responsable de renta variable suiza y global de UBP.
Lo cierto es que, aunque el índice tecnológico se encuentre a las puertas de romper sus altos históricos, sus mayores compañías por capitalización se siguen comprando, sobre precios actuales, con descuentos medios del 24% en 2024 y del 35% en 2025 con respecto al multiplicador de beneficios que alcanzaron en 2021. "Después de guiarse por un importante crecimiento comercial y de las ganancias este año, la acción en realidad cotiza a un múltiplo más bajo a pesar del fuerte aumento de su precio en mayo. Si bien los efectos de la IA solo serán visibles con el tiempo, algunas de las valoraciones de las grandes tecnológicas parecen atractivas según los supuestos de creación de valor a largo plazo y por debajo de 20 veces para 2024 EPS", subraya Moeller. En una entrevista concedida a este diario, Tobias Rommel, gestor de DWS Invest Artificial Intelligence, apuntaba que el verdadero impacto de la Inteligencia Artificial sobre los beneficios de las compañías no se producirá hasta dentro de dos ejercicios, porque "lleva tiempo incorporar las herramientas de IA en los productos y que los precios se ajusten".
Aumento de beneficios
Por el momento, el mercado ya espera que la Inteligencia Artificial deje huella en las cuentas de 2023, siendo Nvidia la que experimentará el mayor impacto. El beneficio neto de la semiconductora superará los 16.000 millones de dólares, un 281% más que los 4.300 millones con los que se hizo en 2022. Una cifra que seguirá en aumento en los próximos ejercicios y solo el año que viene superará los 20.000 millones de dólares de ganancias netas. Con todo, Nvidia se adquiere hasta un 56% más barata de lo que se compraba en 2021, cuando el Nasdaq 100 alcanzaba máximos históricos, siendo la firma, entre las más grandes, que ofrece el mayor descuento por PER.
Aunque está siendo la líder del desarrollo de la IA (tal y como demostraron sus resultados en el primer trimestre del año, en los se plasmó su capacidad para generar los procesadores necesarios para la IA), lo cierto es que ya hay ciertos expertos que disciernen de su liderazgo. La conocida inversora Cathie Wood (se hizo popular en 2020 cuando su ETF Ark Innovation se revalorizó un 152% ese año gracias a su exposición a Tesla, Spotify, Shopify o Baidu) en un evento reciente en Madrid con inversores apuntó a Tesla como la empresa capaz de colocarse a la cabeza en la carrera por el desarrollo de la IA, pues aplica esta tecnológica en la fabricación de sus productos y cada coche autónomo proporciona, a su vez, multitud de datos. La empresa dirigida por Elon Musk es, además, la que ofrece la segunda mayor rebaja en 2024 con respecto a su multiplicador de beneficios de 2021, del 54%.
Ya existen analistas que ven la capitalización de Microsoft superando los tres billones de dólares y uniéndose a Apple en ser las únicas compañías del mundo en alcanzar dicho valor de mercado. ¿Su catalizador para lograrlo? También la IA. "La IA generativa busca expandir significativamente el alcance de los procesos comerciales que pueden ser automatizados por software", explica el analista de Morgan Stanley, Keith Weiss y añade que "Microsoft está mejor posicionado en software para monetizar esa expansión". Una opinión compartida por el equipo de análisis de Wedbush que subraya que "el negocio en la nube de Microsoft durante el próximo año y medio está bien posicionado para quitarle negocio a AWS, el segmento de servicios en la nube de Amazon. A medida que sus rivales se sumergen en la carrera armamentística de la IA, Microsoft está sentado en el asiento del conductor".
Con todo, la firma ofrece en 2024, sobre precios actuales, un descuento por PER del 28% con respecto a su ratio de 2021. Apple, Alphabet, Meta, Broadcom, Adobe y Cisco Systems también se compran con rebajas y solo Amazon se adquiere más caro.
¿Seguirán las subidas?
Con el Nasdaq 100 agotando prácticamente su potencial -con su precio objetivo, fijado en los 15.978 puntos, solo le queda por delante un recorrido alcista del 6%- la gran pregunta ahora es qué sucederá con la tecnológica en esta segunda mitad del ejercicio. "En algún momento habrá una corrección. Las grandes tecnológicas, que han sido las que más han aportado a la subida, probablemente van a ser el segmento que más corrija", prevé Ignacio Cantos y añade que "el problema puede llegar, por ejemplo, con China que está limitando el acceso a tierras raras, tan necesarias para la industria semiconductora, como consecuencia de las restricciones que Estados Unidos está imponiendo al gigante asiático. Este puede ser uno de los catalizadores del retroceso".
"En el segundo semestre, será crucial monitorear los resultados y las perspectivas de las empresas para los próximos meses. También será importante observar cómo evoluciona la guerra de los chips entre Estados Unidos y China, ya que estos factores nos permitirán evaluar si las cotizaciones de las tecnológicas están respaldadas por fundamentos sólidos y nos permitirán comprender si estamos ante un gran momento para la tecnología o ante una burbuja en ciernes", alerta Virginia Pérez, de Tressis.