La guerra por el petróleo fue por muchos años la protagonista de los principales conflictos internacionales. Este preciado recurso, y el interés de las principales economías del mundo puestas en él, trajo consigo consecuencias devastadoras que desencadeno en guerras y millones de muertes.
Sin embargo, por estos días, el foco apunta a otro preciado recurso, pero no precisamente a uno natural, sino al denominado 'oro del futuro' por el cual Estados Unidos y China están luchando: los semiconductores, los microchips que literalmente dan potencia a nuestra vida diaria. Pero, ¿quién va ganando esta nueva guerra?
Una reciente publicación de la BBC, señala que estos diminutos fragmentos de silicio están en el corazón de una industria de 500.000 millones de dólares, cifra que se espera se duplique para 2030. En esta línea, quien controle las cadenas de producción, se convertirá en una superpotencia.
Guerra tecnológica
Al respecto, "China desea la tecnología para producir los microchips, razón por la que Estados Unidos, fuente de donde surge gran parte de la tecnología, está aislando a Pekín", relata el texto basado en el argumento de Chris Miller, autor de 'Chip Wars' (Guerra de chips) y profesor asociado de la Universidad Tufts, en Massachusetts, Estados Unidos, quien, declara que los dos países están claramente "enfrascados en una carrera armamentista" en la región del Pacífico asiático.
El experto, además, nombra otros elementos que conforman la "carrera armamentista". "Tiene lugar en aspectos tradicionales como el número de buques o misiles producidos, pero cada vez más también tiene lugar en términos de la calidad de los algoritmos de inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) que pueden ser implementados en sistemas militares".
Según detalla la publicación, por ahora, Estados Unidos va ganando por sus "alianzas estratégicas" pero esta guerra de los microchips declarada a China "está reconfigurando la economía global" y aquí entra en juego otro protagonista como Taiwán.
Vista a Taiwán
A estas dos potencias mundiales, se suma Taiwán, y el interés norteamericano por esta isla.
En este contexto, en una reciente publicación de Europa Press, altos funcionarios de Defensa de Estados Unidos han advertido de la posibilidad de que el país "entre en guerra con China en 2025", ante las aspiraciones del gigante asiático de tomar el control de la isla de Taiwán, la cual considera el territorio una provincia más bajo su soberanía.
El jefe del Comando de Movilidad Aérea de la Fuerza Aérea estadounidense, Michael Minihan, habría pedido a su personal que acelere sus preparativos para "un posible conflicto", citando las aspiraciones del presidente chino Xi Jinping y la posibilidad de que los estadounidenses "no presten atención hasta que sea demasiado tarde", según ha recogido 'The Washington Post'.
Disputa por los microchips
Es sabido que Taiwán es poseedor de una gran parte del denominado 'oro del futuro', ya que es el primer productor del preciado recurso de los microchips o semiconductores para las tecnologías electrónicas.
Sin ir más lejos, este país asiático ha logrado una enorme fabricación de semiconductores con una cuota de mercado global que llega al 63%, de acuerdo a las estadísticas ofrecidas por TrendForce.
En el desglose del análisis estadístico de los datos del primer trimestre de 2022, se puede apreciar que la empresa Taiwán Semiconductor Manufacturing Co (TSMC), controla el 54% del total de la venta global de microchips. Si nos referimos a los microchips de tecnología más avanzada, Taiwán obtiene el 92% de la producción mundial, según datos del Boston Consulting.
En tanto, Estados Unidos, también quiere producir más microchips. Con la ley CHIPS y Ciencia se dotan unos 53.000 millones de dólares en subvenciones y subsidios a compañías que decidan fabricar semiconductores en territorio estadounidense.