Bolsa, mercados y cotizaciones

Wall Street acelera las subidas en el último minuto: sube un 10% y abre una oportunidad histórica

  • El S&P 500 aún podría caer hasta el rango de los 2.000-2.350 puntos
  • Por fundamentales, el mercado abre una buena oportunidad para comprar

Wall Street le va a costar olvidar esta semana. Es una de las más agudas desde el hundimiento de Lehman Brothers y deja dos días 'negros', el lunes y el jueves. Sobre todo se recordará este último, con una caída tan brutal que no se había visto algo igual desde 1987. Una vez Donald Trump ha declarado la emergencia nacional, los índices se han disparado hacia el final de la jornada. El Dow Jones avanza un 9,4% este viernes y alcanza los 23.185,62 puntos; el S&P 500 acaba el viernes en los 2.710 enteros, un 9,28% más que el jueves, y el Nasdaq 100 sube un 10% hoy, hasta alcanzar los 7.995 puntos.

El mercado subió con fuerza desde primera hora en toda Europa y también en Estados Unidos, tras atravesar el jueves por la peor sesión de la historia para el Viejo Continente y la peor desde hace 33 años para Wall Street. Allí, en la Bolsa de Nueva York, los futuros venían al alza durante toda la mañana, una expectativa que se confirmó después.

De poca ayuda le sirvió este jueves al mercado la banca central. En Europa, Christine Lagarde, presidenta del BCE, decepcionó al realizar un llamamiento a los gobiernos para que actúen contra la expansión del coronavirus. Tampoco evitó los salvajes descensos bursátiles la Fed, que salió a la palestra anunciando que ofrecerá 1,5 billones de dólares de liquidez. Ya de madrugada, el Banco de Japón inyectaba al mercado unos 5.918 millones de euros a través de compras de bonos gubernamentales.

Ha culminado una semana bestial para los mercados, que, en lo relativo al análisis técnico, aniquila la tendencia alcista que había nacido en marzo de 2009, según explica Joan Cabrero, director de Ecotrader, el portal de estrategias de inversión de elEconomista.

Cabrero añade que, una vez esta tendencia toque suelo -un suelo hasta el que todavía puede haber una distancia del 20% o del 30% adicional-, estaremos ante una "oportunidad de compra histórica".

"Van a pasar muchos años hasta que volvamos a ver algo así", asegura el experto. El Standard & Poor's dejó muy atrás el soporte crítico que tenía en los 2.700 puntos. Este era "la línea divisoria que separaba una corrección en tendencia de un contexto bajista", como avisaba desde hace días el analista.

Ahora, sus perspectivas no son para nada buenas. Según cálculos del experto, el índice podría caer a los 2.350 puntos, mínimos de 2018, o incluso a los 2.000 puntos si la caída fuese más profunda.


El mercado se ha partido en dos:  por técnico, el inversor debe vender, pero por fundamental -por las valoraciones que presenta el mercado- hay que resistir. Y, según explican algunos expertos, también puede ser un buen momento para realizar compras selectivas y graduales (sin gastar toda la pólvora en las primeras caídas), aprovechando los bajos precios.

"Para el inversor de valoraciones el único refugio es pensar en el largo plazo y aplicarse carretillas de estoicismo durante las muchas semanas que puede durar esto", aconseja Joaquín Gómez, director de Mercados y Productos de Inversión de elEconomista en su columna semanal.

"Hay que olvidarse de los beneficios de este año, incluso puede que tengamos que hacerlo de los dividendos, y pensar que el mundo no se acabará y las compañías recuperarán la velocidad de crucero a la que venían avanzando. A Alguna de estas empresas, la crisis se las llevará por delante, pero la mayoría saldrán hasta reforzadas porque aplicarán protocolos de trabajo que se desconocían", destaca el periodista.

El dinero huye de la deuda pública

Toda la deuda pública sufre ventas el viernes, incluso el T-Note, el bono estadounidense a 10 años (cuya rentabilidad había bajado el lunes, por primera vez, del 0,5%, llegando a situarse en el 0,31%). A media sesión, su rendimiento alcanzaba el 0,92%.

Los inversores sacaron su dinero de todos los bonos, periféricos o no, en una semana de una brutal volatilidad.

"La liquidez no es el problema, los bancos están llenos de ella; ahora mismo el apoyo fiscal es lo que más se necesita", sostiene Esty Dwek, de Natixis IM.


En una semana en la que el BCE no anunció recortes de tipos, el euro ha encadenado cuatro sesiones de caídas, hasta intercambiarse por 1,108 dólares. El billete verde se fortalece, por tanto, frente a la moneda común a pesar de que la Fed acaba de recortar tipos por sorpresa (lo hizo el día 3 de marzo) y se espera que vuelva hacerlo en la reunión  prevista para el próximo miércoles, 18 de marzo.

Por su parte, el oro se desliza hasta los 1.523,68 dólares por onza en la sesión del viernes. Asi, pierde un 3,5% con respecto al día anterior y un 9% en la semana.

La volatilidad, inmensa esta semana, se moderó el viernes. El Vix de Chicago, el conocido como índice del miedo, cedió un 4% después de haberse disparado un 41% en el jueves negro y un 14% el miércoles. En la misma línea se movió su homólogo europeo, el VDax.

El crudo se hunde un 50% este año

En torno a un 1,7% rebotó el viernes el petróleo, hasta negociarse el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, en el entorno de los 35,80 dólares. Este repunte en el último día de la semana resulta nimio en un año nefasto para la materia prima, que se deja un 47% en 2020 y más de un 20% solo en la última semana.

La guerra entre Rusia y Arabia Saudí ha desplomado los precios y rematado lo que ya era un auténtico calvario bursátil para las petroleras, que ya empiezan a recortar sus dividendos.

La reacción de múltiples entidades se dejó oír este viernes. Entre ellas, la de Esty Dwek, responsable de estrategia global de Natixis IM, que comentó que "la liquidez no es el problema, los bancos están llenos de ella; ahora mismo el apoyo fiscal es lo que más se necesita. Los datos económicos de marzo serán pobres y el impacto continuará en abril".

Por su parte, Keith Wade, economista jefe de Schroders, señaló que prevén una mayor disminución de la actividad mundial, y describió la economía mundial como una "bicicleta tambaleante" debido a su lento ritmo de actividad. Pese a todo, considera que los bancos centrales "se han movido rápidamente y deberían ser capaces de proporcionar la base para una recuperación durante 2020".

Próxima reunión de la Fed

La debilidad de las alzas y las fuertes pérdidas en el acumulado de la semana demuestran el gran impacto que está teniendo el miedo al coronavirus Covid-19 en los parqués. Más bien a la incertidumbre por su consecuencias en la economía mundial. 

Por ello la Fed copará la atención de los inversores la próxima semana con su reunión de política monetaria. El organismo ya recortó la semana pasada los tipos de interés en 50 puntos básicos.

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