Bolsa, mercados y cotizaciones

El S&P abre un mercado bajista y ya se hunde el 80% de lo que corrige históricamente

  • Cae el 25% cuando en episodios de recesión se cae el 37% y sin ella el 24%
  • La bolsa europea ya se deja el 32%, en media con otros episodios
Los bajistas se hacen con el control de la situación. Foto: Archivo

En solo 16 sesiones la bolsa de Estados Unidos se ha desplazado desde sus máximos históricos hasta un mercado bajista a una velocidad que nunca se había registrado desde que el Dow Jones comenzó a cotizar en mayo de 1896, según los datos de LPL Research. A cierre de la sesión en Europa, el S&P 500 se desploma un 25% desde máximos tras dejarse cerca del 7,5% en la sesión del jueves. Mientras, el Stoxx 600 se dejaba el 11% y ya pierde el 32% desde máximos del año. Esto supone cuatro quintas partes de la caída media que sufre el selectivo de Estados Unidos durante los mercados bajistas desde la segunda guerra mundial.

Habitualmente un mercado bajista se define como aquel en el que el índice retrocede un 20% desde los máximos del año, si bien hay quien considera que para bautizarlo como tal es necesario que pasen 12 meses sin volver a marcar otro máximo histórico. Sea como fuere, ahora el gran interrogante para los inversores es si el coronavirus acabará provocando una recesión -la virulencia de la caída del mercado parece apostar por este escenario- o si simplemente se trata de un mercado bajista dentro de un escenario de ralentización. Y es que entre una y otra opción hay diferencias sustanciales: cuando hay una recesión se retrocede de media el 37% y cuando no la hay el descenso medio es del 24%, algo que ya ha alcanzado. 

Si estuviésemos ante el primer escenario, el S&P buscaría su suelo en los 2.138 puntos, hasta los que todavía quedaría un retroceso adicional del 17%. La peor caída registrada en la serie histórica se produjo entre octubre de 2007 y marzo de 2009, cuando la  bolsa llegó a ceder un 56% e igualarla supondría que el S&P 500 se situase por debajo de los 1.500 puntos. Mientras, en el caso más benigno -entre julio y octubre del 90- el selectivo solo retrocedió un 20%, un nivel que ya se ha superado. 

Por contra, en un escenario en el que finalmente no se llegase a una contracción de la economía, el S&P 500 ya habría sufrido su caída media. El descenso más cruento sin que hubiese de por medio una recesión se produjo entre agosto y diciembre del 87, con un 34%, en línea con el desplome que se produce cuando sí que hay una contracción de la economía. Sam Stovall, director de inversiones de CFRA, confirmó que la entrada en un mercado bajista del S&P 500 se postula como la decimotercera vez que esto ocurre desde la II Guerra Mundial. "Este es el episodio más rápido en el que hemos visto una caída del 20% desde máximos", señala. No obstante, insiste en que "las ventas rápidas históricamente han resultado en bajadas superficiales". 

Cómo se comporta el mercado en otros episodios bajistas
Cómo se comporta el mercado en otros episodios bajistas

Con estos ingredientes, los analistas de Pictet consideran que el mercado ha puesto en precio un 70-75% de probabilidad de una recesión en Estados Unidos. "Esto deja espacio para un potencial rebote a algún estímulo gubernamental o de los bancos centrales. Sin embargo, aunque las bolsas están baratas, no lo están excepcionalmente, por lo que hay capacidad para nuevos mínimos si la situación empeora", indican en la gestora. 

Mientras, los analistas de JP Morgan calculan que la deuda con grado de inversión ha puesto en precio una probabilidad del 90%, el bono americano a 5 años del 93% y el high yield y las materias primas entre un 56% y un 65%.

Cuánto duran

Más allá de las caídas por precio, otra de las claves para los inversores es durante cuánto tiempo llegan a prolongarse los mercados bajistas. Según los datos recopilados por LPL Research, de media su duración es de 12 meses, cuando hay de por medio una recesión se prolongan 18 meses y cuando no la hay apenas duran 7 meses.

"Se ha podido llegar ya al clímax vendedor, pero el tiempo que dura es una preocupación tan grande como el precio al que cae. La severidad de la caída, los riesgos de recesión, el colapso del petróleo y las revisiones de beneficios implican que llegar a tocar suelo podría llevar un tiempo. Hasta que el mercado demuestre que está tocando suelo, nos mostramos cautos con respecto a la renta variable de Estados Unidos. Eso sí, la volatilidad podría hacer que se volviese a ser alcista de nuevo si los indicadores sugieren que hay un mercado alcista en camino", explican los expertos de Ned Davis Research.

En cuanto a los extremos, según los datos de LPL Research, el mercado bajista más breve duró solo un mes, entre julio y agosto del 98. Eso sí, habiendo una recesión de por medio la duración mínima ha sido de 3 meses. En cuanto a los mercados bajistas más longevos, la duración máxima fue de 31 meses, entre marzo del 2000 y octubre de 2002. Sin contracción de la economía el que más duró fue un año, entre el mes de mayo del 1946 y el mismo mes de 1947. 

Medidas en EEUU

Al tiempo que la Chicago Mercantile Exchange (CME, por sus siglas en inglés) cerrará sus operaciones "in situ" a partir del viernes, en la Bolsa de Valores de Nueva York la actividad continuó durante la jornada aunque con extremas medidas de precaución. Los empleados de la New York Stock Exchange, un edificio con más de 17 plantas, evitaron en la medida de lo posible el contacto con los operadores en el parqué y la prensa. 

Como parte del protocolo implementado, que incluirá una limpieza exhaustiva de las instalaciones, se ha restringido el acceso a determinadas áreas mientras la entrada y salida de personas está extremadamente vigilada. De momento, eso sí, las operaciones físicas continuarán con normalidad hasta nueva orden.

Precisamente, a pie del parqué neoyorquino, Peter Tuchman, director de operaciones de Quattro Securities, puso rumbo el jueves a Colorado, sin miedo a viajar por la pandemia que ha llevado al Dow Jones y el S&P 500 a entrar en un mercado bajista. En conversación con este periódico reconoció que no le gustan los apelativos de mercado "alcista" o "bajista" para describir la situación actual. 

De media un mercado bajista dura 12 meses, cuando hay de por medio una recesión se prolonga 18 meses y cuando no la hay apenas dura 7 meses

"Creo que tenemos nuevas reglas. Alcista, bajista, recesión o no, o ... venimos del rally de 1.000 puntos más rápido de la historia. Hace 14 días estábamos en un máximo histórico. Hemos tenido la venta más rápida de la historia. Hemos pasado de un mercado alcista a un mercado bajista en un período de dos semanas" explica para justificar su postura de que, en estos momentos, no es adecuado usar este tipo de definiciones para analizar la situación. 

Según su parecer, hasta que la pandemia no esté bajo control y haya una idea de cuánto daño se ha hecho en la infraestructura básica de la economía, no se podrán hacer valoraciones. "La administración Trump no nos está dando nada para realmente hincar el diente en relación con un estímulo fiscal. ¿Será suficiente para compensar una posible recesión en el futuro? Eso supondría un retroceso del 30%. En este momento ya hemos borrado casi un 20%, así que cuanto más se mantenga esta situación, más se comenzará a usar la palabra recesión", aclara.

Así las cosas, desde Goldman ya esperan una contracción del 5% en los beneficios del S&P 500 durante este año. "Los catalizadores de nuestra reducción de estimaciones incluyen un crudo más bajo que rebaja los beneficios de las energéticas, unos tipos más bajos que contraen los márgenes de intereses del sector financiero y una menor actividad de los negocios y una reducción del gasto de los consumidores, lo que golpeará la facturación de las compañías de distintas industrias", señalan desde la entidad.

Rodeados de bajistas

Más allá de lo que ha sucedido en Estados Unidos, el Stoxx 600 también ha entrado en un mercado bajista, al dejarse un 25% desde los máximos del año. El MSCI Emerging Markets hace lo propio, el Nikkei también cede un 23% y el Hang Seng se queda al borde de hacerlo, con un retroceso del 19,8%.

Así las cosas, el agujero en la cartera de los inversores es considerable. El 60% de los índices MSCI por países llevaban 10 años dando un retorno total negativo descontando la inflación, según los datos recopilados por Pictet. La peor parte se la llevan los inversores en bolsa japonesa, con 33 años sin retornos positivos. Le siguen las bolsas de Grecia y Portugal, ambas con 32 años. En el caso del MSCI Spain son ya 20 años sin retornos reales. 

Con estos movimientos, la pregunta para los inversores es que está descontando la bolsa del Viejo Continente, que viene de un periodo en el que lo ha hecho mucho peor que Estados Unidos y que ahora vuelve a sufrir una caída más importante. "Las acciones parecen profundamente sobrevendidas, pero esperamos que los mercados sigan en terrenos movedizos. El número de casos fuera de China podría no tocar techo hasta que pasen varias semanas y las severas medidas de restricción aplicadas en algunos países tendrán un coste económico elevado. Además, el repunte en el estrés en el crédito y en el petróleo recuerdan a otras crisis, lo que hiere la confianza", señalan en Barclays. 

Los estrategas de Goldman estiman ahora un recorte del 5% en los beneficios por acción del S&P 500 este año

De media, la bolsa europea ha retrocedido un 32% cuando se han producido recesiones al otro lado del Atlántico, un nivel que está a punto de alcanzar. Sin embargo, en los dos últimos episodios en los que la economía se contrajo en Estados Unidos la bolsa del Viejo Continente se dejó un 54%, un nivel que todavía está alejado. Para ello tendría que caer otro 33% desde los niveles actuales, hasta que el Stoxx 600 se situase por debajo de los 200 puntos. 

A falta de conocer el impacto del coronavirus en la economía, algo que parece ahora difícil de descifrar, los analistas ya han empezado a recortar unas estimaciones de beneficio que ya parecen claramente obsoletas. En concreto, los estrategas de Goldman estiman ahora un recorte del 5% en los beneficios por acción del S&P 500 este año. "Los catalizadores de nuestra reducción de estimaciones incluyen un crudo más bajo que rebaja los beneficios de las energéticas, unos tipos más bajos que contraen los margenes de intereses del sector financiero y una menor actividad de los negocios y una reducción del gasto de los consumidores, lo que golpeará la facturación de las compañías de distintas industrias", señalan desde la entidad.

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