Con el telón de fondo de la transición energética, las petroleras de todo el mundo se han lanzado a invertir en energías más limpias, con el objetivo de emprender su propia transformación para el futuro. Una de las primeras compañías en seguir este camino fue Repsol, que ha redoblado su esfuerzo en el último plan estratégico.

Acudir al mercado en busca de financiación es cada vez más atractivo para las empresas europeas, y las españolas aun tienen margen de reducir sus costes con el interés del bono en el 0,05% al que bajó ayer -tocó, incluso, el 0,045%-. La forma que ha tenido el Banco Central Europeo (BCE) de intentar impulsar la inflación en los últimos años ha sido inundar la economía de liquidez a través del mercado de deuda, comprando cantidades ingentes de bonos, soberanos y corporativos, lo que ha reducido el coste de financiación de países y empresas hasta niveles no vistos nunca antes. Este año, por la llegada de la pandemia de Covid-19, el BCE se vio obligado a redoblar sus esfuerzos y anunciar una inyección de emergencia de 1,35 billones de euros, y todo apunta a que esta semana anunciará otra de cientos de miles de millones de euros para los próximos meses.

El pasado 12 de noviembre Cellnex cerró la operación más grande de su historia al comprar las torres de Hutchison en una operación valorada en 10.000 millones –8.600 en efectivo y 1.400 en acciones–. Tras la vorágine de compras que arrancó el pasado año, la firma de origen catalán ha cerrado su compra más transformacional.

SECTOR BANCARIO

Durante la crisis del coronavirus el sector bancario, una vez más, ha sido uno de los más golpeados, llegando a situarse en mínimos históricos por precio y valoración. Y es que la pandemia ha provocado un terremoto en las expectativas de ganancias del sector. Las estimaciones de beneficio del periodo 2020-2022 del sector en Europa han caído a plomo y los analistas esperan un retroceso del 48% en 2020 con respecto a 2019. Mientras, para el año que viene se estima una recuperación del entorno del 25%, que dejaría aún las ganancias un 35% por debajo del nivel alcanzado el pasado año.

RENTA FIJA

En un año de deterioro en las calificaciones crediticias por el impacto del coronavirus, Repsol ha esquivado una posible rebaja de su nota por parte de Moody's. Con su deuda en perspectiva negativa para la agencia, la petrolera española se encontraba en riesgo de recibir una rebaja en su calificación Baa2 -lo que la deja a una cómoda distancia del grado de especulación, que se encuentra dos peldaños por debajo-, pero gracias a su nuevo plan estratégico ha logrado esquivar la amenaza.

A las puertas de finalizar un año muy complicado, Jesús Sánchez Quiñones, director general de Renta 4, explica que estamos asistiendo "a dos mundos paralelos" entre las bolsas y la economía. Para el directivo los tipos al 0% es lo que están sosteniendo las bolsas y advierte de que se está dando por descontada una recuperación "a la vuelta de la esquina" algo que "no necesariamente va a ser así".

RETRIBUCIÓN AL ACCIONISTA

La firma de alimentación Ebro Foods anunció en el día de ayer que distribuirá un pago extraordinario de 1,94 euros por acción. Este dividendo será completamente en efectivo y se abonará en un solo pago con cargo a reservas de libre disposición. A los precios actuales, la distribución de esa cantidad supone una rentabilidad que alcanza el 10%.

RETRIBUCIÓN AL ACCIONISTA

Repsol ha presentado este jueves su nueva hoja de ruta para el periodo 2021-2025, un plan con el que pretende acelerar en la transición energética pero en el que sigue teniendo uno de sus pilares en la retribución al accionista. La petrolera se ha comprometido a distribuir un dividendo de 0,6 euros por acción con cargo a 2021 y 2022, lo que supone una rentabilidad del 7,1%, lo que la mantiene como líder por rentabilidad en la industria europea.

Recorte del dividendo

Con los avances de las vacunas contra el coronavirus, el dinero está corriendo en bolsa de los sectores que han salido ganadores con la pandemia -la tecnología, el comercio online o los negocios defensivos clásicos-, a los más beneficiados por una reconstrucción que consigue ahora una primera ventana de visibilidad, como la industria de los viajes y el turismo, la construcción y, por supuesto, el petróleo.