Economía

El auge de la ultraderecha en Europa y el mundo está relacionado con los índices de pobreza

Cara de Javier Milei durante la campaña de las elecciones argentinas.
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El auge de la ultraderecha en Europa, y en el mundo, está directamente relacionado con un mayor riesgo de pobreza. Tras los resultados de las elecciones legislativas portuguesas, los analistas políticos estudian a qué se debe el auge de estas fuerzas extremistas.

En el instituto Ifo de Investigación Económica de Alemania han realizado un estudio titulado ¿Prosperidad en peligro? Causas y consecuencias del populismo en el que confirman que aquellas regiones donde existen más personas en riesgo de pobreza y exclusión social el voto a la ultraderecha aumenta. La brecha de pobreza mide la distancia media entre los ingresos del hogar y la línea de pobreza. Para estos cálculos, los autores analizaron datos del Panel Socioeconómico Alemán (SOEP), el microcenso y los resultados de las elecciones federales a nivel regional.

"Cuanto más hogares en una región dejan de seguir el ritmo del desarrollo del ingreso nacional y se quedan atrás, puede desarrollarse un caldo de cultivo para tendencias antidemocráticas y nacionalistas a nivel local", dijo el investigador del ifo Florian Neumeier.

La directora de la Academia Tutzting de Educación Política, Úrsula Münch, recalcó en este documento que de cara a las elecciones europeas "se puede suponer que las fuerzas de extrema derecha y populistas se movilizarán fuertemente".

Los cálculos realizados por el Ifo concluyen que si la brecha de pobreza aumenta en un punto porcentual, la proporción de votos para los partidos de extrema derecha aumenta hasta 1,2 puntos porcentuales.

"El partido de extrema derecha alemán Alternativa para Alemania (AfD) es capaz de lograr mayores avances en regiones estructuralmente débiles de Alemania. Sin embargo, la estructura de ingresos de sus votantes no es tan diferente de la de otros partidos establecidos", afirma el investigador del ifo David Gstrein.

Los cálculos de los investigadores muestran que los efectos de la creciente pobreza son significativamente más fuertes en el este de Alemania que en el oeste. Sin embargo, no encontraron diferencias significativas entre las zonas urbanas y rurales en ningún lugar de Alemania. Si bien se registraron más votos para los partidos de extrema derecha en todos los grupos de ingresos, el crecimiento es más fuerte entre el 40% más pobre.

A pesar de que el universo de este estudio está basado en Alemania, se puede extrapolar al resto del Viejo Continente, ya que los patrones de comportamiento político son bastante similares en los diferentes países del entorno.

Según los últimos datos del Banco Mundial (2021), los países con la tasa de pobreza más alta de la Unión Europea fueron Bulgaria (22,9%), Estonia (22,8%), Letonia (22,5%), Rumanía (21,2%), Lituania (20,9%), España (20,4%) e Italia (20,1%). En el caso de Italia es paradógico porque en las regiones donde más pobreza hay (sur) el voto populista viró hacia la derecha, mientras que las regiones del norte, las más prósperas, le dieron la victoria al partido de Georgia Meloni, Hermanos de Italia.

En España, según los resultados de los comicios generales de 2023, la tercera fuerza política en el arco parlamentario es Vox, a pesar de haber perdido más de 20 diputados con respecto a las Generales de 2019. Si se hace un desglose por provincias, en la mal llamada 'España vaciada' y toda Andalucía se alzaron como la tercera fuerza política, así como en la provincia de Las Palmas.

Según la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Españo (EAPN-ES), cuatro comunidades autónomas tienen a más de una décima parte de su población en pobreza severa: Andalucía (14,4%), Canarias (13,2%), Murcia (11,6%) y Extremadura (10,2). Es decir, personas que viven en hogares con ingresos inferiores a 6.725 euros por unidad de consumo al año (560 euros al mes). En todas ellas Vox se alzó como tercera fuerza en los pasados comicios.

En el caso de Portugal, el partido de extrema derecha Chega con André Ventura a la cabeza, consiguieron cuadruplicar sus diputados en la Asamblea de la República, pasando de 12 escaños en los comicios de 2022 a alzarse con 48 el domingo y fueron la primera fuerza en el Algarve, la región del sur de Portugal de las más pobres del país.

Rédito del pesimismo

La economía mundial no está pasando por su mejor momento. Prueba de ello es la concatenación de crisis económicas que se han sucedido desde el año 2020 con el estallido de la pandemia de la Covid-19. Úrsula Münch cuenta que "esta polarización se puede demostrar en todos los temas que nos han ocupado en los últimos meses y años: la inmigración, la política climática y la protección de las especies, la guerra contra Ucrania, pero también el Covid-19".

Cuando el mundo abrió tras el Covid, hubo un enorme problema de oferta a la enorme demanda de la población que había estado meses confinada. Esto provocó enormes cuellos de botella en las cadenas de suministro, impulsando los precios al consumo y encareciendo la vida. Cuando parecía que la cosa se estabilizaba, un barco carguero, el Ever Given, encalló en el Canal de Suez, el paso principal de las rutas procedentes de Asia por donde circula más del 12% del comercio global. Por aquel entonces, la eurozona cerró el año con una inflación récord del 5% y el conjunto de la Unión Europea en el 5,3%. España acabó ese ejercicio fiscal en el 6,5%, una cifra récord.

Posteriormente, Vladimir Putin decidió invadir Ucrania, lo que produjo que la vida se encareciese todavía más debido al aumento de los precios de la energía tras las sanciones impuestas a Rusia, que impidieron la importación de su gas al Viejo Continente. Esto provocó un enorme efecto contagio, llevando los precios a números récord de dos cifras. La eurozona llegó a su máximo del 11,5% en octubre de ese mismo año. En España, en julio de 2022 el IPC general marcó una tasa del 10,8%.

Todo esto generó un caldo de cultivo lleno de pesimismo. A pesar de que la Unión Europea abrió la veda del déficit y el gasto público para que los gobiernos ofreciesen paquetes de ayudas por la escalada de los precios, sumado al plan de recuperación con los fondos Next Generation, el escepticismo y el pesimismo se apoderó de la población del Viejo Continente.

"Este pesimismo omnipresente, que para algunos actores también parece ser un medio para alcanzar sus propios objetivos, se ve incluso superado cuando se trata de evaluar la capacidad de acción del gobierno federal: las críticas a los partidos del semáforo aumentan en lugar de disminuir, y la actual Las protestas de agricultores, artesanos y empresas de transporte se combinan repetidamente con matices radicales e incluso disturbios violentos", aseguró Úrsula Münch en el informe del Ifo refiriéndose a Alemania.

Francia ejemplifica perfectamente esta afirmación. El partido de ultraderecha galo, Reagrupación Nacional, herederos del Front Nationale de Marine Le Pen, están ahora mismo en las encuestas como primera fuerza para las elecciones europeas.

La situación en Francia encaja perfectamente con lo que argumentan desde el Ifo. El presidente de la República, Emmanuel Macron, tuvo que lidiar con varias protestas a lo largo de su mandato. Todo empezó con la crisis de los chalecos verdes, cuando los transportistas colapsaron las calles de París exigiendo ayudas al combustible debido al incremento masivo del precio de los carburantes.

Seguidamente, la reforma de las pensiones en Francia trajo varias huelgas generales que minaron todavía más al Ejecutivo de Macron. El malestar por la subida de la edad de jubilación de los de los 62 a los 64 años en 2030. Esto generó bastantes divisiones en el seno del partido y la ultraderecha de Le Pen sacó rédito de las protestas y del descontento general, sobre todo porque lo aprobaron por decreto de urgencia sin contar con la Asamblea.

Seguidamente, la reforma de la ley de migración provocó otro cisma en el Ejecutivo del presidente pero, en este caso, sí que recibió el apoyo de la ultraderecha para sacar adelante la ley, lo que hizo que subiesen en popularidad. Ante esta tesitura, Macron hizo dimitir a su primera ministra, Elisabeth Borne, para poner al frente del Consejo de Ministros a Gabriel Attal, un joven de perfil más conservador, con el único objetivo de frenar el ascenso de la Agrupación Nacional.

Aun así, en Francia todavía siguen creciendo y más tras las revueltas del campo que paralizaron de nuevo el país reivindicando más ayudas y la reducción de los criterios de la Unión Europea para producir.

Münch es clara al referirse al modus operandi de este tipo de partidos: "Los populistas y extremistas, es decir, aquellos que para su propio éxito necesitan el escepticismo del electorado hacia el sistema parlamentario y la desconfianza hacia los partidos respetables, se movilizan con burla, malicia y difundiendo deliberadamente información falsa".

En este sentido, el profesor del instituto de Sociología de la Universidad Ludwig Maximilians de Múnich, Armin Nassehi, explica que la mejor definición de lo que se entiende por populismo "se la debemos a un populista, es decir, el ex y posible próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump" que dijo lo siguiente en su toma de posesión en 2017: "La ceremonia de hoy tiene un significado muy especial. Porque hoy no estamos simplemente transfiriendo poder de una administración a otra, o de un partido a otro, sino que estamos transfiriendo poder desde Washington DC y devolviéndolo a ustedes, el pueblo estadounidense".

Para Nassehi estas palabras "contienen todo lo que define al populismo político", una fuerte crítica a la élite, una crítica a los procedimientos democráticos a la afirmación de que los intereses reales para representar al pueblo.

La casta de Milei

En Argentina se vio claramente como el descontento de la población aupó a su actual presidente, Javier Milei, al poder. Argentina está pasando por una grave situación económica, con un índice de pobreza superior al 45% en 2023 y una inflación que llegó al 143% en el mismo mes de las elecciones.

Esta ya es la tercera crisis de este tipo que el país pasó tras la restauración de la democracia hace cuatro décadas. "Milei aparece como una alternativa en donde lo económico y social está aún peor que en las dos oportunidades anteriores", aseguró el analista argentino Rosendo Fraga a BBC Mundo.

Las promesas de acabar con el continuismo peronista en el país, al cual acusó de llevar a Argentina a la ruina, así como sus promesas de cerrar todos los "chiringuitos" públicos que habían montado durante todo el tiempo que estuvieron en la Casa Rosada con su "plan motosierra" para recortar el gasto público. Sumado a la promesa de "dolarizar" la economía y cerrar el Banco Central, en un momento en el que había una constante devaluación del peso y la confianza en la moneda local estaba por los suelos, fue lo que hizo que la gente confiase su voto a Javier Milei en la segunda vuelta del 19 de noviembre del pasado año.

Desde el instituto Ifo plantean que para frentar el avance de la ultraderecha en Europa y de los partidos euroescépticos "hay que resolver los problemas económicos del país". Al mismo tiempo, dicen refiriéndose a Alemania pero extrapolable al resto de Europa, son "especialmente importantes" las políticas estructurales y económicas y eficaces para las regiones estructuralmente más débiles", explicó Florian Dorn.

También resaltan la importancia de dar oportunidades y perspectivas "creíbles" para el futuro de las personas más afectadas por el cambio digital y ponen el foco en una reforma estructural de los sistemas educativos para "fortalecer" la confianza democrática.

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