Alemania sigue en 'recesión invernal' y su economía se quedará plana durante la primavera

Alemania va a dar la bienvenida a la primavera en recesión y la economía se mantendrá totalmente plana hasta mediados de año. El Instituto alemán Ifo de investigación económica publicó este miércoles sus proyecciones económicas en las que reflejan que el PIB alemán cerrará este trimestre con una caída del 0,1% y rebajó sus previsiones para el conjunto del año 2024 hasta el 0,2%, en consonancia con las del Gobierno.

En el mes de enero, la institución con sede en Múnich todavía esperaba que la economía alemana avanzase un 0,7% y en diciembre el crecimiento pronosticado por sus investigadores era del 0,9%. Hay que recordar que Alemania cerró en recesión el último trimestre de 2023, con una caída del 0,3%.

Actualmente, aseguran que la economía almena "está paralizada. El estado de ánimo entre las empresas y los hogares es malo y la incertidumbre alta", aseguran en su informe de primavera de 2024. En el primer trimestre de este año la producción seguirá bajando y eso llevará a que elPIB germano cierre el trimestre bajo cero (-0,1%) con respecto al mismo período de 2023. Los analistas prevén que la recuperación se empiece a notar "en la segunda mitad del año".

Las economías del sur de Europa, entre las que está España, comenzaron el año con mucho mejor pie gracias, en gran medida, a la pujanza del sector servicios. De hecho el Índice de Gestores de Compras (PMI) publicado por S&P Global, publicado esta semana, señala que la economía de la eurozona, en el mes de febrero, "se acerca a su período de estabilización". Esto quiere decir que tanto Italia como España están tirando del conjunto de países, mientras que Alemania o Francia son "el hombre enfermo".

A priori, podría pensarse que los servicios sostienen las economías europeas del sur. Pero la industria en España también entró en terreno expansivo en el mes de febrero, siendo la única de las grandes economías que registró una tasa positiva de PMI industrial. En concreto, en 51,5 puntos (Si se sitúa por encima de 50 indica expansión.En cambio en Francia y Alemania se situó en 48,1 y 46,3 puntos, respectivamente.

En el instituto Ifo reflejan en su informe que "el valor añadido se contrajo especialmente en la industria y en el sector de la construcción. Las empresas se quejaron principalmente de la falta de pedidos". Otro de los elementos a los que achacan a este freno de la actividad económica a finales de 2023 son "las grandes nevadas y los niveles excepcionalmente altos de enfermedades". Finalmente, también aseguran que la caída brusca de las exportaciones, las inversiones comerciales y en la construcción frenaron la economía de la locomotora de Europa.

El propio el ministro de Finanzas, Christian Linder, aseguró en una entrevista para Bloomberg Economics, a mediados de febrero, que en Alemania "ya no somos competitivos". El dirigente se mantuvo muy crítico durante el coloquio: "Nos estamos volviendo más pobres porque no tenemos crecimiento. Nos estamos quedando atrás".

El consumo sostuvo la economía

Desde el Ifo son claros: "Lo único que sostuvo la economía fue el consumo privado". La inflación lleva un año cayendo y alcanzó en febrero una tasa del 2,5%, su valor más bajo desde junio de 2021. A esto hay que sumar el aumento de ingresos "a un ritmo muy fuerte". De esta manera, el poder adquisitivo de los alemanes volvió y el gasto aumentó 11,4%.

Aún así, los consumidores se mantuvieron cautos ante la incertidumbre económica y "usaron ese incremento de poder adquisitivo para generar ahorro", declaran. En concreto, la tasa de ahorro coincide con la del incremento del poder adquisitivo (11,4%) y "fue notablemente superior a la media de los diez años anteriores a la crisis del coronavirus", que se situó en el 10,2%.

A esto hay que añadir un componente extra: La sentencia del Tribunal Constitucional, que provocó el freno del gasto público y una política fiscal basada en el ahorro. "Las empresas y los hogares se ven más agobiados o menos aliviados y recortan sus gastos extra", dicen desde el Ifo. Esperan que esto tenga un impacto final sobre el consumo y la inversión este año, en concreto, cifran alrededor del 0,1% del PIB.

El director adjunto del Centro de Macroeconomía e Investigaciones y jefe de previsiones del Ifo, Timo Wollmershäuser, aseguró que la moderación del consumo, el incremento de los tipos de interés y los precio, junto con las medidas de austeridad del Gobierno "están frenando la economía alemana y conduciéndola a otra recesión invernal".

Los indicadores adelantados del Ifo a que esta situación se invierta a comienzos de año. "La situación de los pedidos se ha deteriorado en todos los sectores económicos y la mayoría considera la cartera de pedidos demasiado baja", recalcan. A esto hay que añadirle la carga adicional de las bajas por enfermedad, las huelgas (recientemente se anunció la de los maquinistas) y los cuellos de botella que han vuelto a aumentar como consecuencia de los ataques hutíes en el Mar Rojo.

La geopolítica puede provocar un vuelco

La nota positiva es que a mitad de año, ante la recuperación económica del mundo puede provocar un pequeño respaldo a Alemania. Se augura un año más dinámico de lo que se preveía anteriormente, con unas perspectivas de crecimiento global que rondan el 2,3%. "Es probable que la industria alemana se beneficie de esto, especialmente porque los primeros indicadores globales indican que la recuperación es particularmente evidente en el sector manufacturero", reza el informe del Ifo.

Al mismo tiempo, aguardan a que el cambio en la política monetaria a partir de verano, cuando se espera que bajen los tipos de interés, estimule la demanda económica tanto en Alemania como en el resto de mercados europeos.

Pero la cautela ronda todas estas predicciones, ya que "el futuro de los acontecimientos dependen decisivamente de las circunstancias geopolíticas" que pueden cambiar en cualquier momento y tener una influencia muy significativa en el correcto desarrollo de la economía del Viejo Continente.